Need for Speed podría ser la serie más antigua en el mundo de los videojuegos y los años se le notan desde hace un rato. EA tomó la decisión acertada al sacar de la jugada a Black Box y ahora la saga está en manos de Criterion, quienes habían desarrollado un título para la franquicia; ocuparse de la creación de Most Wanted es sólo el inicio de tomar el control total del destino de Need for Speed.

El género de carreras es uno de los más exigentes para los jugadores, pues tienen que dedicarle muchas horas para tener los mejores autos, las mejores refacciones, en resumen, para tener acceso total, el tratamiento VIP.

Para trabajar con un juego de carreras era necesario poner mucho de tu parte, tener cierto nivel de conocimiento para modificar autos y dedicarle horas para poder desbloquear todo lo necesario y reunir el dinero requerido para comprar los mejores carros. Podemos decir que la mayoría son tan aburridos como la película El paciente inglés, mientras Need for Speed Most Wanted es el Guy Ritchie (Snatch; Lock, Stock and Two Smoking Barrels) de los títulos de carreras: es sucio, irreverente, no tiene respeto por las reglas o lo establecido, es grosero y tampoco tiene ganas de mirar atrás. Es exactamente lo que necesitaba la franquicia.

En cuanto tomas el control intentas conducir un Aston Martin que recién estabas viendo en un cinemático del juego. Los gráficos son gloriosos, el reflejo del sol en el parabrisas es tan molesto como cuando manejas tu auto real, el rugido del motor es increíble y constituye la primera muestra de que la acción no se detiene en ningún momento.

Al iniciar Most Wanted tienes acceso a todos los autos disponibles en el juego, son 32. Lo único que tienes que hacer es encontrarlos, ya que están estacionados por doquier; al verlos únicamente hay que apretar un botón para saltar a usarlos, algo que puede ser una buena táctica al escapar de la policía. Una vez que estés corriendo completarás carreras o retos, al terminarlos continúas corriendo en el modo Free Roam hasta que utilizas el sistema Easy Drive, que se controla con el D-Pad o se medio controla con Kinect en Xbox 360; en realidad funciona de forma decente, siempre que no haya ruido a tu alrededor.

Aquí no hay menús. Puedes dar pausa y escoger salir del juego o reiniciar una carrera, el sistema Easy Drive se controla mientras manejas, puede ser complicado, pero va a la perfección con la filosofía de Criterion para esta entrega: velocidad y acción todo el tiempo. Al apretar el D-Pad a la derecha puedes ver tus opciones, como buscar una carrera, vencer un Most Wanted, modificar tu auto con las mejoras que has ganado, incluso si acabas de ganarla en ese momento y estás corriendo una carrera.

Easy Drive es, junto con Autolog, otra de las grandes invenciones de Criterion; al principio será un poco difícil controlarlo, pero una vez que aprendes el orden de los menús, correrás y accederás a todo lo que necesites al mismo tiempo. Descubrirás lo útil que es cambiar rápidamente a tus neumáticos reinflables cuando manejas a más de 300 km/h.

Easy Drive tiene otros usos, en el modo multijugador utilizas playlists, como se hacía en The Run, aunque está mucho mejor implementado y es posible que de una prueba para hacer el salto más largo pases a una carrera a campo traviesa, así que es básico poder cambiar de auto rápidamente o mientras corres de un punto de encuentro al otro. Eso sí, cuando no conoces a la perfección el menú es seguro que termines destruyendo tu vehículo de forma espectacular.