Si bien el género de carreras siempre ha estado presente en los videojuegos, la década de los 90 vio la llegada y el ascenso de propuestas de corte futurista que salían del molde y apostaban por altas velocidades y estilos de juegos que resultaban por mucho divertidos, pues al final se convertían en juegos de habilidad en los que cualquier movimiento errado o en falso representaba la derrota. No era para menos, después de todo, este tipo de videojuegos condensaba esa representación de los videojuegos como la forma de entretenimiento del futuro, de ahí que juegos como F-Zero de Nintendo y WipeOut de PlayStation, gozaran de gran popularidad pues también servían como tech-demo de lo que las consolas caseras podían hacer. Quizá, pecando de ingenuidad, pensábamos que esto no era más que el inicio de una evolución que en el futuro traería juegos espectaculares, sin embargo, los avances en el desarrollo llevaron las apuestas hacia los simuladores y las carreras futuristas quedaron atrás como testimonio del futuro que nunca llegó. Afortunadamente, vivimos en una época donde todo es posible en materia de videojuegos y en ese contexto, R8 Games ha traído de vuelta la acción futurista con PACER.

El futuro que nunca llegó vive gracias a PACER

Surgido como un proyecto en Kickstarter llamado Formula Fusion, PACER es la culminación de años de trabajo por parte del equipo R8 Games, en cuyas filas se encuentran creativos que participaron en el desarrollo de algunas entregas de WipeOut. Precisamente, es ese legado el que luce en primera instancia pues el equipo de desarrollo no teme decir de dónde viene ni lo que presentó, o sea que PACER es un juego de carreras futuristas donde la habilidad es esencial para salir bien librado y conseguir la victoria.

De acuerdo con R8 Games, PACER es el nombre del campeonato mundial de carreras antigravedad en 2075 y distintas corporaciones están en búsqueda de la gloria, lo que significa que hay 10 equipos listos para enfrentarse en la pista y ganar el título. Cabe mencionar que el contexto del juego es sencillo y aunque cuenta con un modo carrera que podría hacer pensar que hay mayor profundidad en ello, la realidad es que no es así, pero esto no es de lamentar pues la intención de PACER es llevarnos de inmediato a vivir la velocidad a más de 1000 km/h; en realidad soy yo y mi deseo de que R4: Ridge Racer Type 4 y sus elementos de historia vuelvan de alguna forma.

Desde el inicio y hasta el final, PACER no duda en mostrar su origen y su propuesta, sencilla, sirve como la base para tratar de lucir en cada apartado, pues prácticamente se trata de una carta de amor a los fans de las carreras futuristas y a los elementos que nos maravillaron hace décadas y que hoy pueden capturarse de nuevo para volver a disfrutarlos.

Velocidad, vértigo y un soundtrack increíble

Sabiendo que el género de carreras futuristas es ausente de la industria desde hace muchos años, pues WipEout Omega Collection es una recopilación con mejoras que apela al nicho, mi expectativa era que PACER cumpliera con un apartado visual bueno y suficiente y un desempeño que hiciera honor al legado. El resultado en este caso es bueno.

De inicio, los 14 circuitos que componen PACER están bien logradas y aunque poner atención en los detalles no es algo prioritario, los elementos que dan el toque a cada pista, inspirada en distintas partes del mundo, están ahí, ya sea que la carrera se lleve a cabo en entornos de tipo urbano, industrial o en las afueras. Si bien los elementos distintivos de las pistas son estáticos y solo están ahí para adornar los circuitos, son de buena calidad y responden ante lo que debe ser el estándar de un juego de última generación de PS4, Xbox One o PC, aunque nada impresionante.

Por otra parte, lo más importante, la manera en que fluye el juego y su desempeño visual, es uno de los aciertos de PACER pues R8 Games ha brindado un juego que responde en su apartado más importante. La sensación de velocidad es la constante en el juego y definitivamente la experiencia visual es agradable, sobre todo en las pendientes que generan una sensación de vértigo muy bien lograda y que, en mi caso, jamás había sentido. La acción fluye de buena manera pese a la presencia de 10 competidores y las situaciones que tienen lugar en cada carrera, en especial al inicio cuando la distancia entre los competidores no es tanta y se presentan choques, ataques y demás elementos que en otros casos podrían representar una baja en la tasa de cuadros por segundo, pero en PACER no es así.

Sin embargo, hay un detalle que llamó mi atención y es que, por una razón inexplicable, se presentó una baja de los fps, en especial en situaciones donde todo se decidía en la última vuelta mientras competía a la par contra otra nave y que en alguna que otra ocasión me costó perder, pues PACER centra su propuesta en la habilidad con el control y un movimiento en falso o fuera de tiempo te dejará atrás solo para ver como te supera el rival.

Por otra parte, el modelado de las naves está bien logrado, así como sus detalles visuales en competencia, aunado a los elementos que aparecen en una colisión, al tomar un impulsor de velocidad, al atacar o incluso al explotar tras perder las barras de escudo y energía.

Mención aparte merece el soundtrack, en su mayoría con piezas trabajadas por CoLD SToRAGE (Tim Wright) y una serie de temas licenciados de música electrónica. Fiel a su origen en WipeOut, PACER hace lo propio combinando esa temática futurista con una banda sonora electrónica que recuerda a aquellas épocas en que tuvo lugar la explosión de esa escena musical y donde el título de carreras futuristas de PlayStation era señalado como uno de los grandes símbolos del movimiento.

Una carrera llena de emociones y diversión

Como mencioné al inicio de este reseña, PACER mantiene y respeta los elementos esenciales del género en todo momento y la jugabilidad no es la excepción, por lo que se desarrolla a partir de un estilo arcade y exigencias básicas en términos de habilidad con el control. De inicio, las altas velocidades y el correcto flujo del apartado visual pueden resultar abrumadores, pero en poco tiempo notarás todo aquello que necesitas para salir con el primer lugar al final de la carrera y es que, tal como sucede en WipeOut, parte del encanto es tomar esos impulsos de velocidad para llevar el frenesí al siguiente nivel y así medir tu habilidad de respuesta para lidiar con los circuitos de la forma correcta, sin estrellarte a cada momento y colocándote en los primeros puestos.

Afortunadamente, y dado que es un juego para un nicho específico, PACER no es un juego fácil y en realidad es un título que castiga la falta de pericia al conducir. Desde las primeras carreras notarás que la IA de los rivales está bien calibrada y en más de una ocasión te harán las cosas difíciles. Eso sí, tal como ha sucedido en todo juego de carreras a lo largo de la historia de los videojuegos, la dificultad tienen un límite y el dominio de la conducción te dará una ventaja al alcanzar el primer lugar, dejando atrás a los demás rivales, llegando a extremos como pasar la última vuelta sin algún competidor amenazando tu posición.

Y es que, como sucede en el automovilismo, carreras o lo que sea, la victoria está en las curvas y en el caso de PACER no es diferente, por lo que será en su correcta toma que podrás definir la victoria o la derrota. En sí, PACER es un juego bien balanceado y con una curva de dificultad bien implementada, aunque una vez que eres dueño de las situaciones verás que el reto disminuye, algo que no será complicado si eres un entusiasta de este tipo de juegos, en especial WipeOut.

Siguiendo la esencia de este tipo de juegos de carreras futuristas, PACER cuenta con contenido limitado en cuanto a naves, de hecho solo son 5, pero la riqueza se encuentra en todas sus opciones de personalización pues a través de distintas mejoras que obtendrás conforme avances y ganes carreras podrás mejorar el desempeño de cada nave, su apartado cosmético y su arsenal, sí, porque en este juego cuenta con la posibilidad de equipar tu nave con 2 armas que te ayudarán a abrirte paso. Cada aspecto y combinación requieren un análisis, no complejo, pero sí obligado, pues todo tiene impacto en el desempeño de tu nave. Quizá la falta de juegos de este corte podría hacerte pensar que basta con dominar las bases para triunfar, pero en este caso no es así, y si decides hacer cambios en pro de la velocidad, el mejor manejo de curvas o la resistencia, tu nave se comportará tal cual pues las opciones de mejora y personalización no están ahí de relleno y tienen impacto en la carrera, algo digno de resaltarse y agradecerse.

Por otra parte, otra de las riquezas de PACER está en su oferta variada de modos de juegos. De inicio, el modo carrera te llevará a experimentar cada uno de ellos con metas específicas según las peticiones de la corporación para la que trabajes. Si bien el objetivo es llegar en primer lugar, no siempre será así, pues hay modos como Tormenta, inspirado en los Battle Royale, donde existe una zona segura en contracción y en la que te debes mantener para seguir compitiendo. Misma situación de Eliminatoria, modo en que comienza a correr el segundero y el último lugar es eliminado, lo cual lleva a un enfrentamiento dramático cuando solo quedan 2 competidores en el circuito.

En cuanto al control, R8 Games hizo un muy buen trabajo y PACER resulta ser una experiencia divertida gracias a la respuesta del mando y su reflejo en tiempo inmediato, algo esencial dado el tipo de título que es. Aquellos que fuimos fans de este tipo de juegos, sabemos que llega un momento en que la velocidad pasa a segundo plano y todo se reduce a un juego de habilidad donde la respuesta rápida y exacta es la diferencia entre seguir o perder. En este caso, PACER ofrece un reto aceptable y ya que su control responde bien, termina por ser algo muy divertido y emocionante, sobre todo cuando todos los elementos entran en juego, como la música y aquella sensación de vértigo que, repito, me dejó sorprendido.

En todo momento y en cada modo, PACER comprende sus limitaciones, sabe hacia lo que apunta y luce donde debe hacerlo. Quizá para las propuestas actuales en materia de juegos de carreras resulte un producto limitado para los estándares actuales, pero para tratarse de un subgénero muerto, estamos ante un buen juego que si bien no innova, ni alcanza lo espectacular, sí responde a las expectativas que podríamos pedir ante una entrega así.

Conclusión

Irónicamente, la temática futurista y el año en que debuta, 2020, hacen de PACER un bonito viaje hacia el pasado y materializa esa idea de evolución del subgénero que muchos ambicionábamos a finales de la década de los 90. El juego de R8 Games luce donde tiene que hacerlo y pese a su premisa y elementos básicos, termina por entregar una propuesta divertida, llena de emociones y que sin duda hará sonreír a quienes fueron fans de este tipo de juegos. No cabe duda de que vivimos un buen momento en los videojuegos, tanto que los juegos de carreras futuristas pueden darse el lujo de pasar a saludar, brindarnos muchas horas de diversión y despedirnos de nueva cuenta en espera de volvernos a encontrar con la emoción de las competencias antigravedad.