Plants vs. Zombies ha demostrado ser una franquicia lucrativa y sumamente popular. La secuela de la serie original es un éxito en el mercado móvil y su primer spin-off, del que muchos dudamos, fue acogido positivamente por los fans y la crítica. Tras meses de espera, por fin llega al PlayStation 4 la que es, sin duda, la mejor versión en consolas de Plants vs. Zombies: Garden Warfare.

Tras la adquisición de PopCap por parte de Electronic Arts se anunció que habría una secuela del juego y también se filtró la posibilidad de un shooter. La idea no sonaba muy bien, pero en febrero de este año el resultado nos sorprendió, pues esa misma calidad y atención al detalle que vimos en las entregas originales se magnificaron en Garden Warfare. El absurdo que da personalidad a esta franquicia se expandió para transformarla en un universo delirante con un gran sentido del humor.

Vamos resumir de qué trata Garden Warfare para quienes no lo hayan disfrutado. El argumento del juego es la guerra entre plantas y zombies sin abundar en su origen o motivaciones porque no es necesario; el concepto es ridículo, pero los personajes son adorables. Dicha singularidad es llevada más lejos por medio del sistema de juego y se refleja en rasgos como las clases, pues aunque existen en muchos títulos, aquí son asimétricas; es decir, los zombies y las plantas tienen habilidades diferentes, pero aún así, se mantienen el balance y la competitividad.

Pero no todo en el juego es competencia: además de la amplia variedad de modos en multijugador, también cuenta con un cooperativo estilo horda en el que 4 jugadores mantienen vivo un jardín mientras son atacados por una gran variedad de enemigos. Tanto mapas como personajes fueron cuidadosamente diseñados. En la versión para PlayStation 4, además, tenemos la anhelada ―y a veces controvertida― resolución de 1080 pixeles corriendo a 60 cuadros por segundo, y eso la coloca como la versión mejor lograda técnicamente en consolas.

Si bien la resolución no es una diferencia notoria (pues no es un juego visualmente deslumbrante), los 60 cuadros por segundo definitivamente son una adición fantástica a un título que se caracteriza por su acción y rapidez. Al jugar en la PlayStation Network tampoco sufrimos de problemas de conexión o de caída de cuadros salvo en una ocasión aislada. El resto del tiempo, pudimos disfrutar de un rendimiento constante a pesar de la gran cantidad de eventos que ocurrían en pantalla. Aquí pueden ver una comparativa que realizamos entre varias versiones del juego. Si bien las diferencias son marginales, en consola definitivamente la mejor experiencia es la del PlayStation 4.

Otra cualidad única de esta versión es la posibilidad de jugar con el PlayStation Vita. Plants vs. Zombies: Garden Warfare cuenta con funciones de segunda pantalla para el modo jefe donde controlas a Crazy Dave o al Dr. Zomboss. Para apoyar a tu equipo desde el aire utilizas la pantalla touch o bien, está la función de uso a distancia desde el PS Vita como si lo hicieras en tu TV; ambas operan a la perfección y la adaptación de los controles es muy natural y responsiva.

Debido a que se trata de la última edición del juego que sale al mercado, la gente de PopCap añadió el contenido descargable que se había publicado en otras plataformas: Garden Variety Pack, Zomboss Down y Tactical Taco con todos los modos, mapas y personajes. Es una pena, sin embargo, que no incluya el DLC Suburbination y que el matchmaking no tenga opción de configurar partidas privadas

Plants vs Zombies: Garden Warfare es un título bien logrado que ha sabido mantener su calidad y personalidad en un género distinto al que lo originó y en el cual personas de todas las edades pueden enfrentarse o cooperar en un conflicto bélico entre vegetales y no-muertos. Los poseedores de un PlayStation 4 estarán contentos de por fin poder disfrutar este original juego.