Las propuestas de juegos de terror cada vez son más escasas, sobre todo cuando la mayoría prefiere cambiar esa temática por una de armas y explosiones; recientemente, llegó a las consolas y a la PC una oleada de títulos en primera persona, basados en sobrevivir. En contraparte, Amnesia o Slender lograron sorprendernos por su manejo del miedo, pero recordemos que esto es parte de una moda y es normal que se lancen más productos con el afán de obtener un poco de esa dulce popularidad. Lamentablemente, Daylight falló casi en todos los aspectos. Un buen número de jugadores lo tuvieron en la mira por ser de un estudio independiente y por haber sido escrito por la famosa conductora y editora de páginas de videojuegos, Jessica Chobot. Le otorgamos el beneficio de la duda porque escribir un guión de esta naturaleza no es fácil e incluso el de muchos títulos AAA ha fallado.

Sin más explicación, inicias la historia como Sarah, la protagonista, en un hospital abandonado. Pasillos oscuros, pisos de madera que rechinan y la escasa iluminación de su celular conforman el clásico cliché de película de terror, pero logran transmitir una sensación de nerviosismo al inicio del recorrido.

Justamente cuando comienzas a sumergirte en el ambiente, te das cuenta de que todos los pasillos lucen similares: una y otra vez encuentras las mismas puertas bloqueadas por las mismas sillas. En un juego donde las zonas son generadas de manera aleatoria, cualquiera esperaría que la variedad de diseño fuera esencial, sobre todo cuando lo primordial es la inmersión, pero después de 10 minutos sentirás que caminas en círculos, pues a lo largo de ese tiempo no encuentras enemigos o peligros.

Aquí no hay interfaz, tu única herramienta —que por cierto siempre está disponible—, es el celular, útil tanto como linterna como minimapa, que puedes ver completo al presionar un botón. El problema radica en la inutilidad del mimimapa como tal, pues muchas veces te sentirás perdido o creerás que ya recorriste el lugar y deberás extenderlo. El resultado puede ser desesperante, ya que te obligará a revisarlo constantemente y eso elimina la inmersión.

Otro aspecto mal logrado son los objetivos. Básicamente, Daylight se trata de conseguir una llave y avanzar a otras zonas, pero en realidad, la acción se reduce a estar perdido, encontrar la salida, necesitar una llave que apareció en alguno de los cuartos previamente visitados, regresar por ella, dirigirse a la salida y repetir. La monotonía de los objetivos no sería tan evidente si el diseño de niveles fuera mejor, pero aumenta cuando las cosas que necesitas desaparecen súbitamente debido a la presencia de bugs… algo sumamente frustrante. El resto de la experiencia te llevará a seguir la pista de lo que está sucediendo, así que deberás recorrer bloques del hospital, construcciones abandonadas y hasta un bosque, todos escenarios que podrían recordarte la clásica película de horror de la década de los 90.

Como es de esperar, la temática requiere una explicación sobrenatural, así que encontrarás diseños macabros marcados en la paredes y objetos que sólo pueden observarse con una luz fluorescente. Estas luces están esparcidas en pequeñas cantidades por el mapa y puedes usarlas siempre y cuando las tengas en tu inventario. En principio, suena bien, el problema es que, para encontrar tus objetivos, requieres tenerlas encendidas, lo que desvanece el factor de terror ambiental y lo sustituye con una luz verde y brillante.

Si bien no se recurre al uso de armas, el miedo desaparece cuando descubres que los enemigos no representan peligro, ya que cuentas con luces de bengala que terminan con ellos. También puedes simplemente correr hacia otro cuarto para que tu adversario desaparezca, aunque el juego intente sorprenderte con un clásico susto de clóset, característico de filmes de terror. No podemos negar que existieron momentos atemorizantes por combinar sonidos tétricos con algunos objetos que se movían sin razón aparente, pero eran realmente breves, pues sabía que el enemigo aparecería en la única puerta que faltaba abrir y su grito producía más vergüenza que miedo.

Daylight no logra destacar debido a la gran cantidad de fallas técnicas y de gameplay, y su monotonía termina por hundirlo. Si bien la historia puede ser interesante, te mantendrá atento poco tiempo. Piensa en esta experiencia como una película de terror que has visto cientos de veces, así que sabes lo que pasará cada momento y ya no hay sorpresa. Si te atreves, termínalo, pero si decides no hacerlo nadie te llamara cobarde… Daylight es, únicamente, otro juego del montón.