Antes de su lanzamiento, el público interesado en Days Gone pasó por etapas que fueron desde la sorpresa hasta el escepticismo. Algunos creían que iba a ser un simple pony de un solo truco con mecánicas efectistas vacías, pero hoy podemos decir con mucho gusto que el título es todo lo contrario. Bend Stuido, estudio desarrollador de Days Gone, nos entregó un gran juego con una narrativa profunda, mecánicas innovadoras, un gameplay adictivo, una curva de progreso muy bien pensada y ejecutada y, sobre todo, una experiencia muy divertida, aunque con algunos problemas de desempeño y unas cuantas tareas tediosas.

Empecemos con la trama, todo arranca cuando el protagonista, Deacon St. John, se ve envuelto en un apocalipsis zombie… perdón apocalipsis freaker, y tiene que tomar una difícil decisión que cambiará el resto de su vida. Debido a que no queremos spoilear partes importantes del juego no diremos mucho de la trama y no mostraremos segmentos avanzados, pero sí podemos decir que la historia está bien contada y se nota que fue algo planeado, bien pensado y bien ejecutado. Aunque en algunas partes las motivaciones de unos personajes secundarios son confusas e incluso cambiantes, pero la historia se cuenta de forma emotiva cuando debe hacerlo y está bien lograda, lo que añade mucho propósito al juego y lo hace más disfrutable. Por cierto, puedes jugar Days Gone con subtítulos y audio en español latino, lo que siempre es bueno.

Deacon es un personaje diferente a los que estamos acostumbrados, pues el carisma no es su fuerte y para algunos puede resultar algo pedante y altanero. Esto no me disgustó porque su personalidad es algo distinta y la verdad nadie dijo que hay que tener la mejor actitud todo el tiempo y menos en medio de un apocalipsis zombie. Para mí, su forma de ser le da autenticidad.

La trama de Days Gone es larga y siempre añade algo nuevo a la fórmula, lo que lo mantiene fresco sin perder el enfoque. El juego está dividido en misiones, pero la manera en que están estructuradas provoca que muchas veces no sepas bien si estás haciendo una misión principal o secundaria, así que algunas de las secundarias no se sienten inútiles porque parecen parte de la historia. Todas las misiones están acompañadas de cosas que hacer en el mundo que van creciendo en complejidad gradualmente, lo que me lleva a hablar de la curva de progreso, una de sus principales fortalezas de Days Gone.

Si has visto trailers de este título sabes que serás perseguido por una multitud de freakers que te seguirán hasta el cansancio. Pero esta sólo es una parte del juego; de hecho, enfrentarás estas hordas ya muy avanzada la historia. Al inicio, sólo ver a 1 o 2 freakers te pondrá nervioso y tratarás de matarlos con sigilo para guardar la mayor cantidad de balas que te sea posible, pues son un recurso escaso que tendrás que cuidar. El juego avanza poco a poco, así como la cantidad de enemigos que culminará con hordas de más de 500 freakers que te perseguirán sin tregua y harán que te agarres de la orilla del sillón de los nervios y la emoción. De hecho, una de estas hordas me hizo tener uno de los momentos más divertidos desde hace tiempo con un videojuego. Definitivamente, las hordas son de lo mejor de Days Gone y no sólo como ingrediente de diversión, sino como una maravilla tecnológica que da vida a un ente compuesto por cientos de elementos independientes que reaccionan individualmente a tus movimientos y decisiones, y que se comportan de manera inteligente. El juego tiene 40 de estas hordas que podrás matar con armas cada vez más letales (sin llegar a la exageración) y que añaden longevidad a este título.

Pero no creas que sólo hay un tipo de freaker; son varias mutaciones, cada una con sus amenazas particulares que van desde fuerza sobrehumana hasta gritos que atraen hordas enteras a tu locación. Entre estos enemigos, se atrevieron a incluir uno que aplaudo en particular: niños freakers llamados Newts que sólo te atacan cuando tu energía está muy baja o cuando entras en su territorio, su presencia en el juego hace que el mundo sea aún más oscuro y crudo.


Por supuesto, en una distopía de zombies los no muertos no son el único peligro y los vivos tienden a ser una amenaza más cruel y despiadada, y Days Gone no es la excepción. En este juego enfrentarás cultos religiosos, carroñeros y otros grupos que te harán la vida difícil y que cambiarán el destino de Deacon. Los enfrentamientos con estas pandillas son algo más tradicional y, aunque su inteligencia artificial es bastante promedio, no dejan de ser un buen cambio de ritmo que agrega variedad a la experiencia.

La forma en la que el mundo colapsó en Days Gone hace que el medio de transporte más eficiente sea la motocicleta; tendrás que darle mantenimiento y mantenerla llena de gasolina. Esto puede resultar tedioso al principio, pues el combustible se consume rapidísimo y si se te acaba a medio viaje tendrás que buscar bidones de gasolina para poder continuar. A veces esto resultará en una aventura muy interesante o en el descubrimiento de cuevas llenas de hordas, pero a veces será sólo una caminata desesperada guiada por cualquier cosa cuadrada roja que veas a la distancia. Afortunadamente, si estás consciente de la escasez de combustible, eso te pasará muy pocas veces.


Claro que conforme avances en el juego podrás personalizar y mejorar tu motocicleta para eliminar casi por completo todas sus limitaciones. Ya sabes: mejor tanque de gasolina, amortiguadores, llantas… ya sabes.


Explorar la versión apocalíptica de Days Gone es realmente disfrutable porque está lleno de detalles que cuentan pequeñas historias que te hacen imaginar más allá de lo que vas viendo, como un trailer volteado en medio de la carretera que obligó a los viajeros a rodear por la terracería creando un nuevo camino; un camión de escuela abandonado con una casa cercana llena de niños zombies; una escuela totalmente tapiada a la que tendrás que entrar por lugares alternativos; pequeñas tumbas al lado de la carretera, un cementerio... En fin, varios lugares y detalles que hacen volar la imaginación y que explorarás para encontrar materiales que te permitan hacer bombas caseras, vendas para curar tus heridas y, sobre todo, balas y gasolina, tus mejores amigas.

Aquí cabe aclarar que el mundo de Days Gone no es una feria con 200 cosas que hacer por todos lados y algunos NPC que aparecen con eventos aleatorios. En realidad, el mundo está desolado,lleno de freakers y lugares que querrás explorar para encontrar materiales y mejoras para tu personaje, pero en cuanto a eventos random, sólo hay de un solo tipo que involucra rescatar al mismo modelo de personaje una y otra vez (en serio es el mismo modelo), lo que se vuelve viejo muy rápido. Por supuesto, estos eventos son total y absolutamente opcionales y no me importaron mucho porque mi enfoque estaba en las misiones principales, así que la cantidad de freakers y amenazas constantes en el mundo no me hicieron extrañar misiones que, según mi experiencia con otros juegos, sólo sirven para incrementar artificialmente el tiempo de juego y siempre dan recompensas inútiles.


El aspecto gráfico de Days Gone es simplemente increíble: la iluminación, las texturas de alta calidad y la dirección de arte en general hacen que la ambientación sea muy envolvente y uno de los mejores componentes del juego. Desde los efectos de lluvia hasta la nieve, el lodo, la forma en que los rayos del Sol pasan a través de los árboles al amanecer, las decenas de cuerpos tirados después de masacrar a una horda, Days Gone muestra las capacidades de la última generación de juegos para PlayStation 4 y todos son asombrosos. Este título hace un excelente uso del HDR y tal vez sea la mejor muestra de esta tecnología que he visto hasta el momento. Así que, si tienes un televisor con esta ventaja, la disfrutarás al máximo; pero si no, los gráficos siguen siendo realmente excelentes, no te preocupes. Pero toda esta maravilla gráfica tiene un precio: varios problemas de desempeño que en ocasiones pueden bajar los frames a números de un solo dígito por breves segundos e incluso la acción puede detenerse por completo fugazmente cuando hay un cambio invisible de área. Aún en PlayStation 4 Pro estos defectos fueron evidentes y aunque no me parecen algo inaceptable porque sólo me distraían unos segundos y esporádicamente, espero que haya un parche que optimice el desempeño para mejorar el rendimiento. Y hablando de parches, hubo un problema que me pareció grave y es importante decirlo. Después de una sesión larga de juego los diálogos en los cinematics comenzaron a desfasarse, lo que fue extremadamente distractor y me obligó a reiniciar el juego para resolverlo. Contacté a Sony para saber más de este problema y me comentaron que están al tanto y esperan resolverlo para el lanzamiento oficial del título. Es muy probable que así sea, así que no me preocuparía mucho, pero quería hacérselos saber.

El audio en Days Gone es excepcional y podrás escuchar perfectamente una horda a lo lejos, disparos, un arroyo; todo lo que esté a tu alrededor tiene su sonido particular de alta calidad y bien posicionado. Cada freaker tiene su sonido y cuando una horda te aplasta escucharás los detalles por todos lados. El sonido de las armas es excelente y sentirás su poder cada vez que las dispares. La música es buena cuando existe, pero pasarás mucho tiempo escuchando solamente lo que haya alrededor de ti y un poco de sonido ambiente y una melodía en rodadas muy largas, pero nada fuera de serie.

Por supuesto, Days Gone es un mundo abierto y como todo mundo abierto de estas dimensiones tiene sus pequeñas fallas, uno que otro bug por aquí y allá, alguna animación brusca, comportamiento extraño de algunos NPC, pero nada fuera de lo común o que disminuya el disfrute del juego. De hecho, sólo encontré 1 o 2 de estos errores en todo el tiempo de juego que fue mucho y ninguno de ellos rompió la experiencia. Si has jugado títulos como Red Dead Redemption 2, sabes perfectamente de qué tipo de errores estoy hablando.


En resumen, Days Gone es una sorpresa muy agradable por parte de PlayStation, quienes siguen mostrando que para ellos las exclusivas de gran calidad son la más alta prioridad. Este juego tiene todo donde debe estar: una buena historia, gameplay divertido y adictivo, una ambientación muy bien lograda, gráficos increíbles, un diseño de audio excepcional y una nueva tecnología que nos permite enfrentar hordas de enemigos de una manera que no habíamos visto. Todo lo anterior acompañado de algunas fallas de desempeño que le arrebatan la gloria. A pesar de esto, Bend Studios y PlayStation lograron crear una gran entrega que llegó para quedarse y exigir un lugar entre los clásicos de los videojuegos modernos.