Lo primero que me pregunté cuando Square Enix anunció Star Ocean: Integrity and Faithlessness fue: ¿por qué esta compañía japonesa tendría que traer de vuelta a esta franquicia? ¿Quién fue el genio que se atrevió a dar una nueva oportunidad a una serie que realmente nunca despegó fuera de Japón? Independiente de la decisión, lo primero que imaginé es que sería un juego más pensado para el público japonés que saldría un año después en nuestra región y del cual nadie hablaría. Es más, pensé que solo sería una triste descarga digital abandonada en los rincones de la PlayStation Network que destacaría cuando estuviera en oferta.

Hoy, que vence el embargo para contarte de qué va este nuevo título, puedo empezar con que Square Enix se tomó muy en serio la creación de Star Ocean: Integrity and Faithlessness, detalle que no me esperaba debido a que esta clase de proyectos tiene una línea y de ahí no se salen. Desde que inicié el juego, parecía que me esperaba algo más que los tradicionales elementos JRPG que sólo consume un reducido círculo de jugadores que gusta de los trabajos de la vieja escuela y que ya me sé de memoria. Fue algo pensado más allá del horizonte sin la necesidad de perder esa identidad que enmarca a estas propuestas. La profundidad con la que fue creado este título dista de ser aburrida y me hace pensar que una nueva generación de juegos con un desarrollo basado en Japón, viene con una actitud diferente que gustará a todo el público.

Star Ocean: Integrity and Faithlessness empieza, como la gran mayoría de los títulos de esta época, con el tradicional tutorial que te enseña cómo se juega. No considero que esto sea malo, todo lo contrario, lo que no gastan en manuales, ahora lo muestran a través del propio juego, sin embargo, es tan rebuscada la forma en la que se hace, que hasta parece que uno debe tomar apuntes. Esto demuestra que el gameplay no es tan intuitivo y que necesita tiempo para ser dominado por el jugador. Si pones atención y aprendes rápido las mecánicas, verás que el juego se torna más sencillo y entretenido en el renglón de los combates. Si te dejas llevar creyendo que Star Ocean es como "Tales of", te llevarás una agria sorpresa porque las cosas son mucho más diferentes de lo que aparentan.

El sistema de combate es, sin lugar a dudas, lo primero que brilla

El sistema de combate de Star Ocean: Integrity and Faithlessness es, sin lugar a dudas, lo primero que brilla dentro de este título desarrollado por el talentoso equipo de tri-Ace, ya que te permite ejercer una estrategia ofensiva o defensiva, de lejos o de cerca, dependiendo de la situación. Este elemento se combina de excelente manera con la cantidad de personajes que puedes controlar dentro de las batallas, ¿cómo? Pues muy sencillo, cuando empiezas lo primero que piensas es que nada más tendrás que usar al protagonista, en este caso Fidel Camuze, sin embargo, Miki Sauvester, que actúa como la "healer" de tu equipo, también será muy útil, en especial cuando debes actuar con ataques a distancia, o en dado caso, si te cansa estar todo el tiempo en el centro de la acción. A eso hay que añadir que es importante aprender a defender, ya que es de este modo como te aproximas al sistema de "piedra, papel o tijeras" donde la defensa detiene al ataque corto que se presenta cuando el enemigo es rodeado por un aura azul, luego el ataque corto rompe el largo y el largo vence a la defensa. Después de un rato quitas importancia a este particular renglón, pero cuando las cosas se ponen difíciles, tienes que recordarlo y notar cómo cambia una batalla perdida.

Por otra parte, los combates son activos, todo el tiempo está sucediendo algo y las únicas veces que se detiene la acción es cuando pasas a la pantalla de elección de ítems o usas los signatures. Esto funciona como una especie de pausa oficial en la que puedes replantear todo lo que estás haciendo. A eso hay que agregar que los encuentros con los enemigos no suceden al azar, puedes ir directo a luchar con los monstruos o soldados rivales, o en su caso, evitarlos. La dificultad está cuando éstos te toman por sorpresa y quedas con la guardia abierta. En un inicio no prestarás atención al fortuito escenario, sin embargo, cuando notes que te bajan mucha salud, te tomarás muy en serio cómo te mueves en un mapa.

Ahora, como buen RPG, una de las fortalezas que tiene Star Ocean: Integrity and Faithlessness es su antes y después de cada batalla; en otras palabras, el desarrollo de los personajes. Lo más sencillo en lo que te puedes fijar es que se sube rápido de nivel, a pesar de que no hay muchos enemigos que atacar, es decir que hay cierta abundancia en todo lo que obtienes después de ganar un combate, es más, son contadas las veces que tendrás que regresar a una zona donde hay monstruos para poder subir de nivel. Cuando no hay de otra, tendrás que invertir un poco de tiempo, en especial cuando debes juntar dinero para comprar más ítems y equipo para pasar la aventura. Del lado más desarrollado tienes que cubrir varios apartados necesarios para avanzar sin problemas; las habilidades y los roles.

La historia, por otra parte, no cuenta con grandes recursos narrativos

Del lado de las habilidades puedes elegir aprender habilidades y desarrollar especialidades. ¿De qué se trata? Esto se resume en aprender nuevos ataques que funcionan a corta y larga distancia. Cada uno tiene un parámetro de efectividad, así que es importante mejorar los que te sirvan. Las especialidades las obtienes conforme avanza el juego y van desde la cosecha de productos hasta la fusión de ítems. Los roles son un poco más complicados y dan personalidad a cada personaje. Tenemos ataque, defensa, curación, soporte y miscelánea. Por ejemplo, el ataque te permite desarrollar distintas "personalidades" como puede ser la de un francotirador que ataca los puntos débiles de los enemigos o un brawler que deja de lado la defensa y sólo se concentra en la ofensiva. Cada vez que mejores uno de estos elementos harás que aparezcan más, eso te ayudará a planear mejor tus estrategias. A mi parecer aquí está la parte más importante de Star Ocean: Integrity and Faithlessness, ya que deja de lado esa apariencia japonesa ñoña y te muestra lo serio que puede ser el juego, porque desarrollar las habilidades y crear roles requiere mucha dedicación, eso da como resultado un producto pensado más allá de la tradicional forma lineal que tienen los JRPG.

La historia, por otra parte, no cuenta con grandes recursos narrativos o cosas que no esperes en un juego japonés, es más, los personajes caen mucho en el cliché: tienes una inteligente maga con un atuendo que no deja nada a la imaginación, un adulto que le gusta estar detrás de las chicas más jóvenes, el héroe que tiene una mirada que lo hace ver como alguien que está enojado con el mundo y una chica de cabello corto que jurarías hace tributo a Card Captor Sakura. No es que esté mal, pero la verdad es que no se rompieron la cabeza al crear a los personajes y su entorno, eso sí, el diseño de akiman (mejor conocido por su trabajo con Street Fighter) es notable y alegrará la pupila de todos. Lo que no debes perder de vista es que la narrativa se lleva a cabo a través de un ritmo variado, pues lo que aparentemente es una historia que se lleva a cabo en un planeta sin muchos avances tecnológicos, de pronto se vuelve un duelo entre seres de distintos mundos que deben resguardar a una infante con poderes sobrenaturales. Digamos que la fórmula es: rescatar, luchar, conocer amigos, rescatar, luchar, conocer amigos y luego brincar a un escenario distinto.

Para que esta repetitiva fórmula no te vuelva loco, en cada poblado encontrarás momentos en los que los personajes se conocen más y platican de distintos temas, lo que ayuda a que exista más empatía entre ellos y así las relaciones crezcan. Si dejas de lado estos eventos, te perderás situaciones importantes entre los protagonistas de Star Ocean: Integrity and Faithlessness. Ahora, la combinación de elementos de ciencia ficción con escenarios carentes de tecnología moderna dan como resultado una historia muy especial y diferente, detalle por el que la franquicia es conocida; gracias a esto, no sentirás que estás jugando otro Final Fantasy o Dragon Quest.

En el departamento visual hay que admitir que por momentos parece que se le exprime hasta el último recurso al PS4 (y eso que hablamos de un juego que salió primero en PS3). Los gráficos se ven muy bien y se disfrutan en todo momento. La mayor parte del tiempo, aún cuando hay demasiados enemigos, la acción corre a 60 cuadros por segundo y a 1080p. Los únicos momentos cuando sientes que cae el frame rate es cuando hay enemigos muy grandes o tratas de moverte de una escena lenta a una rápida. El pero que tiene Star Ocean: Integrity and Faithlessness es que cuando no hay combates y estás en campo abierto, ves como a lo lejos se generan plantas o criaturas.

La música es otro deleite, en especial para los jugadores que han seguido a Star Ocean desde sus inicios, gracias a que Motoi Sakuraba sigue a cargo de la composición de los temas. Ahora, si juegas con audífonos, puedes notar que la acción es más intensa, ya que hay cosas que suceden tanto a derecha como a izquierda, arriba y abajo. Me da gusto que esta clase de detalles, que pocos jugadores aprecian, no pasen por alto y se les dé importancia.

Star Ocean: Integrity and Faithlessness es un juego que no sólo está pensado en los usuarios que han seguido la serie desde su nacimiento, también en los curiosos que buscan una opción distinta para jugar. No es una obra maestra que vaya a perdurar, sin embargo, cuenta con una identidad propia y eso creo que es lo que más debe importar. También cuenta con elementos de gameplay que tendrán ocupados a los jugadores más clavados y que ayudarán a alejarse tanto de ese estigma que tienen todos los juegos japoneses de que todo se centra en la misma historia de siempre. Espero que con este título tri-Ace, un gran estudio desperdiciado por Square Enix, tenga más oportunidades y traiga de vuelta a series como Valkyrie Profile. Ojalá Star Ocean: Integrity and Faithlessness sirva para demostrar que el desarrollo de los JRPG está cambiando y mejorando.