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En la actualidad, la moda entre los desarrolladores es crear juegos de mundo abierto que mezclen elementos de rol y de acción. Posiblemente, el ejemplo más conocido sea Dark Souls, cuya esencia prevaleció en la secuela, la cual estuvo disponible a inicios de 2014. Otros títulos han intentado brindar una experiencia similar, pero lamentablemente, algunos de ellos fracasaron de manera descomunal; es el caso de Risen 3: Titan Lords, que tuve oportunidad de reseñar.
Risen 3: Titan Lords fue creado por Piranha Bytes, estudio detrás de la serie Gothic. Inicialmente salió para PC pero también hubo versión para PlayStation 3 ―la cual usé para este análisis― y Xbox 360. Lo primero que noté fue la pobreza del menú; las pocas opciones en él sólo sirven para cambiar los parámetros más básicos, como el brillo de la imagen, el volumen de la música, las voces y los efectos especiales.
Al iniciar una partida existe la posibilidad de modificar la dificultad (Easy, Medium, Hard), habilitar los subtítulos, la vibración del control y el autoguardado de los avances en la aventura. Ésta comienza con una especie de tutorial en una batalla entre 2 barcos en el que tomas el papel de un joven guerrero que debe luchar contra extrañas criaturas que saltan a la nave. Aquí se enseña el uso de cada botón del DualShock 3; las acciones a ejecutar van desde saltar y atacar con una espada hasta rodar o utilizar un arma secundaria.
A pesar de que es muy fácil pasar esta escena, a partir de este momento te das cuenta de que el juego no te dejará una impresión positiva. En primer lugar, te topas con gráficos que parecen de un título de lanzamiento de PlayStation 3 y lo que es peor, la tasa de cuadros por segundo nunca se mantiene estable. Lo anterior complica la manipulación de los movimientos de tu personaje, que de por sí lucen ligeramente falsos.
Una vez que llegué a la parte principal tuve a mi disposición una gran cantidad de actividades. Lo primero fue equipar al protagonista con objetos básicos que pueden mejorar o cambiarse a lo largo de la aventura; después de dar un rápido repaso al resto del menú encontré una lista de los ítems en mi poder, un mapa de los lugares que había explorado y un diario donde se anotan los detalles que se deseen y al que se puede volver en cualquier momento.
Cuando consideré estar listo para proseguir se abrieron diferentes caminos; en ellos es posible elegir cuáles misiones llevar a cabo, al más puro estilo de un MMORPG. Como es lógico, al inicio son fáciles, pero conforme avanzas se tornan más complejas. A pesar de que algunas tareas son muy tediosas, es necesario cumplirlas para mejorar el equipamiento y avanzar sin tantos problemas. Un punto negativo a destacar es la lamentable actuación de voz de algunos personajes; se nota que los actores sólo leyeron frente a un micrófono líneas de diálogo sin conocer el contexto. Al principio esto puede parecer gracioso, pero terminarás harto y decidirás silenciar el sonido de las voces.
Probablemente, los puntos más fuertes del juego sean la combinación de un escenario de fantasía con piratas y la posibilidad de explorar diferentes islas que te llevarán a conocer una buena cantidad de locaciones, así como las facciones que en ellas habitan. Ya sea que ayudes a los Demon Hunters a prepararse para luchar contra los Shadows o que visites un paraíso tropical donde los nativos adoran a su dios, cada lugar cuenta con un gran telón de fondo que añadirá elementos interesantes a tu aventura.
Se nota que los actores sólo leyeron frente a un micrófono líneas de diálogo sin conocer el contexto
El combate es otro de los aspectos en los que el título falla. Al inicio es difícil dominarlo y morirás muy rápido, por lo que preferirás rodar todo el tiempo para esquivar los movimientos de tus adversarios y encontrar el momento adecuado para atacar. Por fortuna, también existe la posibilidad de utilizar magia, la cual es de gran ayuda una vez que mejoras tus hechizos, especialmente cuando eliges un bando al cual unirte, ya que obtienes atributos únicos.
Es una lástima que Risen 3: Titan Lords decepcione en puntos tan básicos y obvios que, probablemente, con un poco más de tiempo de desarrollo pudieron corregirse, pues se nota que, muy en el fondo, la intención de los desarrolladores era ofrecer una gran experiencia que nos divirtiera cientos de horas. Sin embargo, lo único impresionante es que el título haya llegado a los estantes de las tiendas de videojuegos.
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