Escuchar que una franquicia con un renombre como el de God of War llegará al PSP, es algo que se puede tomar como un intento por lanzar un juego regular y aprovechar la trayectoria de la franquicia para tener éxito. En el caso de God of War: Ghost of Sparta, no podría haber algo más equivocado.

La historia se desarrolla entre los primeros dos juegos de la serie, poco después de que Ares muere a manos de Kratos, quien ahora se sienta sobre el trono del dios de la guerra. Este no es un momento feliz para el guerrero espartano; terribles visiones de su pasado todavía lo atormentan, pero en esta ocasión se refieren a su hermano, ya no a su esposa e hija, pues le fue arrebatado por los dioses cuando ambos eran unos niños, así que es hora de que el nuevo dios de la guerra emprenda la búsqueda de su hermano perdido quien al parecer, continúa con vida.

Dentro de la trama se cuentan grandes y emotivos momentos que ayudan a profundizar el carácter de Kratos y explican claramente la razón por la que odia con tanta fuerza a todos los dioses del Olimpo. Además, muestra un aspecto del protagonista como un miembro más de una hermandad de soldados espartanos y no solamente como un despiadado guerrero en busca de venganza.

En el aspecto gráfico, el juego te asombrará, ya que es el mejor que se ha visto para el PSP, algo que parece casi increíble al mostrarse sin tiempos de carga, de modo que pasarás de un escenario a otro sin la menor interrupción, lo que ayuda a que la acción y la intensidad de la trama siempre tengan un nivel épico.

Si has jugado algún título de esta franquicia, no encontrarás muchas novedades en el gameplay, aunque en realidad las pocas cosas que se agregan hacen que el juego no se sienta como una simple reedición de un título antiguo. Con esto me refiero a que los nuevos poderes o la capacidad de incendiar de las espadas de Kratos, ahora permiten deshacer algunos metales y estructuras, lo que abre enormes posibilidades de destrucción y claro, es factible causar grandes cantidades de daño.