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Obsidian Entertainment alcanzó la fama gracias a sus magníficos RPG hardcore, pero poco a poco ha explorado otros territorios con el respaldo de Xbox. Con Grounded demostró que tiene potencial para los juegos de supervivencia. Ahora, Pentiment es la prueba de que también puede hacer aventuras narrativas y ofrecernos una nueva perspectiva del rol.

Pentiment no sólo es un juego inusual para el estudio, sino también poco común en la industria actual. Por ello es normal saber que generó muchas dudas en los jugadores desde su revelación. ¿Obsidian logró conservar su racha de grandes lanzamientos? Sí, pero con un juego muy de nicho que, tal vez, no todos sepan apreciar.

VIDEO: Pentiment - ¡Lo Bueno, lo Malo y lo Meh!

Resuelve un misterio y enfrenta las consecuencias de tus actos

Tu objetivo en Pentiment es resolver un misterio detrás de una serie de asesinatos. Te transportarás a la Europa del siglo XVI y te pondrás en los zapatos de Andreas Maler, un artista que llega al poblado de Tassing con 2 objetivos: trabajar en el monasterio de Kiersau como escriba y terminar una de sus obras maestras. El juego es una aventura narrativa de corte detectivesco, así que tendrás que buscar pistas, tomar decisiones y hacer conjeturas para resolver el caso. Todo esto mientras lidias con los demonios internos de Maler.

Al instante empezarás a conocer a un elenco de interesantes personajes, quienes serán tu fuente principal de información. No son simples NPC de adorno como los de otros juegos, ya que todos tienen un rol en la narrativa. Sin darte cuenta, pronto estarás al tanto de sus estilos de vida, sus preocupaciones, sus creencias, sus problemas familiares e incluso de sus dilemas amorosos. Sí, serás una especie de chismoso del pueblo, pero con un objetivo claro. Cada nueva relación que hagas tendrá un seguimiento en un diario que se actualizará constantemente con tus más recientes hallazgos. Esto es útil para recordar todo lo que ocurre con cada uno de sus personajes.

El mundo está bien construido y tiene una buena extensión para el tipo de juego que es Pentiment. Te cautivará con sus detalles que recrean la vida de aquella época. Explorarlo es sencillo y tendrás a la mano mapas e iconos que te indicarán lugares de interés que puedes investigar. Con el paso de las horas, la tarea puede ser tediosa en ocasiones, sobre todo cuando es necesario regresar a un mismo lugar repetidas veces.

Como imaginas, la narrativa es el corazón de Pentiment. Así que prepárate para leer durante toda tu partida, como si de una buena novela de misterio se tratara. Obsidian demuestra una vez más su maestría para contar historias y profundizar en un lore que, en esta ocasión, tiene un trasfondo histórico. Los personajes se sientes humanos y cada uno de ellos tiene mucho por decir. La narrativa evoluciona poco a poco con momentos de tensión, dramatismo y humor que despertarán cada vez más tu interés. En sus mejores momentos, tiene el poder de mantenerte al filo de tu asiento y emocionarte por lo que pasará a continuación. En general su ritmo es tranquilo y, en ocasiones, incluso hasta plano. También hay momentos donde puede ser densa por las referencias históricas y culturales que se hacen, pero esto es lo que le da sustancia y soporte a todo lo que pasa. Por lo anterior, te recomiendo sesiones cortas de juego.

Para darle dinamismo al juego, Obsidian creó algunos minijuegos que están bien integrados en la jugabilidad, pero la realidad es que no la nutren mucho ni tienen un gran impacto. Por otro, lado, son demasiado sencillos, hubiera sido genial que el estudio nos pusiera un reto y desafiara nuestra inteligencia con ellos. Al final, toda actividad está encaminada a que conozcas con mayor profundidad a los protagonistas. No esperes combates o un gameplay complejo, pero sí una narrativa sólida y unos cuantos giros inesperados. Por todo esto, Pentiment es un juego de ritmo lento que se debe disfrutar de forma dosificada. Su historia se divide en 3 actos que me duraron poco más de 18 horas, así que también es extenso para tratarse de una aventura narrativa.

Cuenta con varios elementos de rol que reconocerás desde el principio de tu aventura. Maler no es un personaje ya construido, pues podrás personalizar aspectos como su origen, sus oficios, su formación académica y más. De esta forma, definirás cómo interactúa y se comporta ante ciertos acontecimientos. Podrás convertirte en experto en lenguas o en leyes, por ejemplo, y esto te ayudará para descifrar algunas pistas o hacer comentarios acertados para ganar los favores de otros.

La historia del juego es compleja y se desarrolla a lo largo de más de 20 años, así que el tiempo es muy importante. Un reloj define las actividades que debes o puedes hacer durante tu partida, así que habrá momentos para trabajar, comer y descansar. Nada te impide escapar por ahí en busca de información, pero la gestión del tiempo es vital. Así que deberás elegir sabiamente qué lugares visitar y con qué personajes interactuar antes de que se agote tu día.

Todo lo anterior nos lleva al momento clave: elegir al culpable de los crímenes. La tarea no será nada sencilla, pues pocas veces te sentirás seguro de tus indagaciones y te cuestionarás moralmente si estás eligiendo a la persona correcta ¿La razón? Las conspiraciones están a la orden del día y pronto te darás cuenta de que todos son sospechosos potenciales. El juego se desarrolla en una época convulsa llena de conflictos políticos y religiosos. Así que interactuarás con familias y personas de diversos estratos sociales que defenderán a capa y espada sus intereses. En esto reside gran parte del encanto del juego: ver las consecuencias de tus elecciones y actos.

En Pentiment tus decisiones tienen realmente un peso, pues afectarán de principio a fin esta historia que abarca más de 2 décadas. Tarde o temprano te enfrentarás a las consecuencias de tus actos, pues habrá elecciones que serán recordadas por siempre por los personajes. Esto influirá al momento de querer sacarles información o al tratar de convencerlos de algo, por lo que siempre deberás ser astuto. Si fallas, no hay vuelta atrás. Hay una función de autoguardado que garantiza que las decisiones que tomes sean las definitivas. Esto también es una limitante, pues no hay forma de iniciar tu partida en un punto específico, así que tendrás que acabar varias veces el título de principio a fin para conocer sus diversos finales y ver qué varia según tus decisiones.

Una verdadera obra de arte

Pentiment no sólo brilla en su narrativa, sino también en su apartado visual y sonoro. Josh Sawyer, director del juego, es un apasionado del arte y la historia europea. Eso queda más que claro en la presentación del título, que luce como un manuscrito de aquella época. Cada pantalla está llena de detalles por apreciar y se convierte en un hermoso cuadro en movimiento.

La música antigua sólo aparece en momentos clave de la historia y les da bastante fuerza a las escenas más importantes. Ningún elemento del juego está ahí por cuestiones del azar, pues todo fue producto de una completa investigación. No en vano la pantalla de créditos incluye una extensa bibliografía con libros que sirvieron como fuente de información o inspiración. Los fondos fijos de todos sus escenarios se complementan con personajes bien animados y con partículas que, en ocasiones, llenan el vacío de algunas escenas un tanto estáticas.

El juego carece de actuaciones de voz, pero no las necesita. Los textos del juego hablan por sí mismos: se dibujan dinámicamente ante tus ojos con fuentes especiales, tal como si un escriba las estuviera haciendo en directo. Cada una de ellas comunica más de lo que crees: demuestran el nivel educativo de los personajes, sus intenciones, su personalidad, su jerarquía y más. Por supuesto, también existe la posibilidad de poner los textos en fuentes más sencillas de leer y en diversos idiomas, incluyendo el español.

A nivel técnico, Pentiment es redondo. No hay queja alguna de su desempeño o sobre algún problema inesperado que arruine la inmersión de la partida.

Un gran juego, pero no es para todos

Pentiment brilla en todos sus apartados, pero está claro que no es un juego para todos. Además de ser una aventura narrativa de ritmo lento y de larga duración, cuenta con un fuerte componente histórico y religioso, por lo que continuamente se hacen referencias a libros antiguos, filósofos, teólogos, ciudades e importantes acontecimientos de la época.

En el juego se hacen reflexiones sobre el arte, la historia, la religión, los dilemas morales de aquel siglo y demás temas que son muy interesantes, pero que probablemente no entusiasmen a todos. Por momentos sentirás que estás jugando un título educativo o explorando una enciclopedia digital. Esto no es necesariamente algo malo, pues Pentiment logra despertar la curiosidad por saber más sobre la época.

Obsidian sabe que la temática puede asustar a algunos jugadores, por lo que pensó en una solución. ¿No sabes qué es el Sacro Imperio Romano Germánico o quién es Martín Lutero? Existe un glosario de fácil acceso que te ayudará en esos casos. Además, también permite ver los rostros de todos los personajes del juego, para así siempre saber de quién se está hablando. Su uso es indispensable, pero en ocasiones podría abrumarte con toda la información que brinda.

Los amantes de las aventuras narrativas o los clásicos point and click tienen muchas razones para jugar Pentiment y no deberían perdérselo. Lo mismo aplica para los aficionados al arte, la historia y la literatura, pues está lleno de referencias culturales que, si se tienen a la mano, ayudan a gozar mucho más su ambientación y su mundo.

Por fortuna, lo anterior no impide que toda persona pueda disfrutar la experiencia, siempre y cuando esté dispuesta a leer. Cualquier jugador podrá darle una oportunidad, pues llegará directo a Xbox Game Pass y PC Game Pass. Pentiment debutará el 15 de noviembre en Xbox Series X|S, Xbox One y PC. En este enlace puedes conocer más sobre él.

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