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STAR WARS: Squadrons es la entrega más reciente de la franquicia ubicada en una galaxia muy lejana que corre de la mano de Motive Studios y Electronic Arts. En esta ocasión, los responsables nos entregan un juego de nicho que cumple con la poderosa y enorme fantasía de poder que dejará boquiabierto al fanático de la guerra de las galaxias, pero que quizá lo deje insatisfecho por su alcance general.
STAR WARS: Squadrons — Disponible en Amazacon.com.mx
Comencemos con la historia que cuenta las hazañas de 2 escuadrones rivales que pertenecen a la Nueva República y a lo que resta del Imperio Galáctico. El objetivo de ambos es el proyecto Starhawk, un arma misteriosa que puede cambiar el balance del conflicto. La historia se cuenta ingeniosamente desde ambas perspectivas, y en cada una podrás ver las consecuencias directas de tus acciones. Un acierto por parte de los desarrolladores. Las misiones comienzan en los hangares de las naves capitales en cada bando, locación donde interactúas con los miembros de tu escuadrón antes de recibir las órdenes para tu siguiente misión.
Dentro de estas secciones los personajes desbordan toneladas de exposición sobre su pasado y el universo de la franquicia, en un intento de hacerte simpatizar con ellos... objetivo que se logra, pues los personajes son interesantes y entrañables. Sin embargo, sentimos que no se aprovecharon al máximo porque la interacción no modifica el desarrollo de la historia o tu relación con ellos. Lo mismo sucede con la historia; sentimos que la perspectiva dual no está bien aprovechada, pues no ofrece escenarios y situaciones donde puedas elegir el destino de cada escuadrón, por ejemplo. Por otro lado, el conflicto de la historia, en general, no se siente tan importante ni interesante. En pocas palabras, se perdió la oportunidad de contar una excelente historia con más profundidad.
"En pocas palabras, se perdió la oportunidad de contar una excelente historia con más profundidad"
Por otro lado, uno de los aspectos más llamativos de Squadrons es que ocurre dentro de la temporalidad oficial de la saga, específicamente, durante y después de la trilogía original. Son buenas noticias, pues la cantidad de fanservice es elevada; podrás ver a personajes icónicos para la franquicia y volar las naves que han marcado a más de una generación, todo aderezado con increíbles referencias y algunos easter eggs que te dejarán con una sonrisa. Por este simple hecho, Squadrons es un juego con mucho valor para el aficionado de la saga.
La campaña tiene una duración aproximada de 10 horas y las misiones son relativamente simples con situaciones y retos poco originales; sin embargo, el juego ofrece algunas vistas increíbles y escenarios impresionantes, como el asedio directo de un destructor Imperial. Hay que decir que no hay que esperar mucha rejugabilidad, ya que la campaña es lineal a pesar de contar con objetivos secundarios; es lamentable que estos no afecten el desarrollo o final de la misión en curso ni las posteriores. Fuera de lo anterior, existe un pequeño sistema de logros en cada misión que podría ser la única razón para regresar a ellas.
Por otro lado, encontramos lo que consideramos que es el atractivo principal del juego: la experiencia de simulación espacial. No dejes que la palabra “simulación” te desanime, piensa que Squadrons tiene un sistema de juego en perfecto balance que ofrece magnitudes iguales entre acción arcade y simulación. Esto quiere decir que el pilotaje de cada nave tiene matices de dificultad sin ser demasiado difícil. Es decir, los controles son intuitivos y rápidamente estarás ajustando el acelerador para dar vueltas cerradas y mantener a los enemigos en la mira de tu nave. También tienes que alternar la potencia de los sistemas de tu nave, como la intensidad de los motores, la dirección de tus escudos y el poder de tus armas; además de aprender a controlar el sistema de obtención de objetivos, los cuales alternan entre escuadrón rival, misiles, objetivos críticos y subsistemas de naves colosales.
La dinámica de pilotaje es una experiencia en verdad increíble gracias a la acertada combinación entre arcade y simulación; Squadrons no llega a ser un monstruo indomable como Elite: Dangerous, ni resulta tan simple como los Rogue Squadron de antaño. El resultado es ágil y logra comunicar una sensación extremadamente positiva sin importar tu instrumento de combate, ya sea mando tradicional, mouse y teclado o una palanca especializada.
"Es una experiencia en verdad increíble gracias a la acertada combinación entre arcade y simulación"
Como dijimos, en Squadrons podrás pilotar las naves más icónicas de la franquicia. Del lado de la Nueva República tenemos el famosísimo X-Wing, que es acompañado por los igualmente reconocidos A-Wing, Y-Wing y el menos popular U-Wing. Del lado del Imperio encontramos al emblemático TIE-Fighter, junto con sus variantes Interceptor y Bomber, además de otra menos conocida llamada Reaper. Las naves se roban la mirada por la gran calidad de sus interiores, que no solamente se ven bien, sino que también son funcionales. Esto quiere decir que el tablero muestra todos los instrumentos necesarios para la operación de la nave de forma clara y fácil de interpretar.
Cada una cae dentro de un arquetipo de combate especializado; por ejemplo, los caza, como el X-Wing y el TIE-Fighter, son excelentes opciones para todo tipo de enfrentamientos, mientras que los interceptores son máquinas veloces y ágiles, con mayor poder destructivo a corto alcance, aunque son menos resistentes. Los bombarderos son lentos, resistentes y sumamente poderosos, mientras que las máquinas de soporte tienen sorpresas bajo la manga para proteger y reabastecer a sus aliados.
Aunque los tipos de nave son iguales entre bandos, una de las realidades de Squadrons es que cada facción es diferente. Por ejemplo, las naves de la Nueva República cuentan con escudos, y las naves del Imperio no tienen; en cambio, utilizan un sistema que recarga la potencia de los motores y los láseres, lo cual permite disparar por más tiempo y activar la potencia máxima de los motores para huir de situaciones apretadas. Así, cada bando se juega completamente diferente, lo que te lleva a plantear distintos acercamientos al combate.
Otro de los apartados de STAR WARS: Squadrons es el multijugador, que sólo tiene 2 modos de juego. El primero es Dogfight, sin duda, el más divertido, pues pilotos de la Nueva República y el Imperio se dan cita en uno de los 6 mapas disponibles para un intercambio de láseres saludable y competitivo. La acción es sencilla y sin compromiso; sólo tienes que elegir tu nave, configurarla y entrarle al combate.
Por otro lado, está Fleet Battle, una batalla entre armadas que son contiendas un poco más complejas, donde el objetivo es destruir la nave capital del bando enemigo, al mismo tiempo que defiendes la tuya. Se trata de una lucha de resistencia. Aquí verás una barra de progreso que se alimenta de las bajas de cada bando y dicta quien ataca o defiende. El objetivo es progresar a través de las defensas del enemigo; primero eliminando al escuadrón, después las fragatas de compañía y terminar con la nave capital. Dentro de este último paso, el objetivo es atacar sistemáticamente a la gigantesca nave hasta derribarla.
La acción de este modo deja mucho que desear y se debe a su formato estructurado. Por ejemplo, tiende a tornarse aburrido cuando la barra se mantiene estática, y ningún equipo muestra signos de dominio. Además, la experiencia en línea tiene muchos problemas de balance, cuando te empareja con jugadores que abandonan la partida.
El progreso del multijugador podemos calificarlo como justo y sencillo. Conforme juegas obtienes puntos que utilizas para desbloquear las diferentes actualizaciones de cada nave que modifican su comportamiento. Sin embargo, no se trata de un aumento de poder, más bien es un ajuste lateral que te bonifica y penaliza al mismo tiempo. Desbloquear cada actualización es una tarea sencilla que no está atada a una barra de progreso arbitrario. Es decir, no tienes que enfocarte en una nave o llegar a cierto nivel para desbloquear la actualización que desees. Esto se agradece en aras del balance y la accesibilidad para nuevos jugadores.
Por otro lado, están los accesorios cosméticos. La verdad, es que son risibles y hasta inútiles porque son simples calcomanías y colores que adornan tu nave. Además de algunos adornos para el tablero de instrumento, ¡nunca podrás verlos en acción porque el juego es en primera persona! Lo mismo sucede con el atuendo de tu piloto, que sólo puedes apreciar brevemente al inicio y al final de cada enfrentamiento. La realidad es que estos detalles son adiciones inofensivas para el juego.
Por último, tenemos una queja específica de la versión de PC: su lamentable optimización. Nos referimos a que las animaciones parecen estar limitadas a 30 cuadros por segundo, lo que provoca que la acción se sienta torpe, y que sufra terrible desgarramiento de pantalla a pesar de que el conteo de cuadros por segundo llega a casi 200.
Al momento de publicar esta reseña, STAR WARS: Squadrons ha recibido 3 actualizaciones y en ninguna se ha corregido el problema. Lo anterior es preocupante, en especial cuando consideramos que el estudio se ha mantenido al margen de la situación, por lo tanto, no sabemos si algún día el problema será corregido.
Así que... ¿cuál es el veredicto de STAR WARS: Squadrons? Es sencillo: se trata de una entrega muy bien lograda de STAR WARS. En verdad es una completa sorpresa, a pesar de sus inconvenientes. Squadrons cumple una poderosa fantasía de combate que dejará satisfecho a cualquiera, sin importar su afiliación a la popular franquicia, gracias al sistema de combate que combina simulación y arcade, y resulta en una experiencia audiovisual del nivel más alto. Un esfuerzo encomiable por parte de Motive Studios y Electronic Arts.
Sin embargo, no todo brilla con la misma intensidad, por ejemplo, la campaña no es memorable mientras que el apartado principal, el multijugador, es poco robusto y hasta se siente limitado. A pesar de todo, es una entrega completamente recomendada dentro de nuestros libros.
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