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Planet Zoo, el nuevo juego de Frontier, fue lanzado hace unos días, y tanto fanáticos del género como críticos lo han recibido de forma positiva. Es cierto que los días dorados de los juegos de simulación han quedado atrás, pero el interés por la innovación y la creatividad por parte de los desarrolladores de Planet Zoo siguen vigente y esta entrega es un claro ejemplo que ningún estusiasta debería perderse.
Anunciado en abril y detallado en en E3 y gamescom, Planet Zoo se suma a la serie de títulos de simulación con un ADN común compuesto por motor gráfico, dirección de arte y jugabilidad. El control y la administración de un parque zoológico o uno de diversiones son prácticamente los mismos, así que si jugaste Planet Coaster puedes saltar a esta nueva entrega sin gran complicación.
Como en todo tycoon, el propósito es construir, mejorar y expandir tu creación —que en este caso es un zoológico—. El juego presenta distintos modos para que comiences tu creación, que van desde una campaña con objetivos específicos y estructurados hasta la total libertad de tomar un terreno vacío y crear lo que se te venga en gana sin límite financiero. También está el modo clásico del género, donde inicias con un pequeño presupuesto y debes invertir apropiadamente para hacer crecer tu zoológico y, si quieres, expandirlo como una franquicia. Claro que para conseguirlo debes tener satisfechos a visitantes, animales y trabajadores mediante la infraestructura y los servicios que cada grupo requiere.
Una buena forma de comenzar a conocer el juego es la campaña, donde aprendes cosas básicas que van desde controlar la cámara hasta la crianza selectiva de animales para mejorar una especie; cada misión es presentada por personajes dentro del juego a través de diálogos de audio de los que, afortunadamente, existe una versión en español latino. No hay una historia que te lleve a lo largo del juego, los diálogos de estos personajes se limitan a describir situaciones que están ocurriendo, donde mezclan uno que otro chiste de tono muy familiar y a veces hasta ñoño, pero sólo es la experiencia introductoria. Si bien algunas situaciones tienen cierto encanto, no constituye la dinámica principal del juego.
"Será crucial en momentos críticos como una epidemia o una fuga"
Una vez dominados los controles y las mecánicas básicas, puedes iniciar la construcción de tu zoológico, comenzando con el tipo de clima, como selva, bosque, tundra, etcétera. Aquí empiezas a tomar decisiones significativas, pues el hábitat te dará los animales que puedes criar inicialmente sin invertir en elementos extra como calefactores o plantas. El paso siguiente es la infraestructura, que va desde el camino que recorren tus visitantes hasta las instalaciones que requiere tu personal para hacer su trabajo, como una sala de cirugía o un taller. Colocar varios de estos edificios por todo el zoológico ayudará a que los empleados lleguen más rápido a atender a los animales, lo que será crucial en momentos críticos como una epidemia o una fuga.
El núcleo de la creación de los zoológicos son los hábitats donde mantienes y exhibes a los animales, pues cada animal tiene necesidades distintas de espacio, alimento, vegetación, entretenimiento y seguridad. Por ejemplo, si colocas una barda que el animal puede escalar, seguramente la usará para escapar; también debes tener en cuenta que necesita un lugar donde esconderse si se siente acosado por los humanos, y por supuesto, si no tiene acceso a agua o alimento, morirá.
"Si colocas una barda que el animal puede escalar, seguramente la usará para escapar"
Finalmente, el componente capitalista del zoológico son las tiendas, los restaurantes y las instalaciones donde los visitantes pueden gastar dinero. Esto es esencial para la satisfacción del público y es una gran fuente de ingresos para mantener y expandir tu franquicia. Entre otras cosas, puedes vender comida mexicana, malteadas, bebidas energéticas o —como si fuera una terminal camionera— cobrar el acceso al baño.
Una vez colocada la infraestructura y los animales tienes que dedicarte a la administración de todo el conjunto; el ciclo inicia con empleados felices que ayudan a mantener animales felices, que a su vez hacen felices a los visitantes. Para llevar registro de ello el juego cuenta con una amplia variedad de paneles informativos que van de lo general a lo particular, así que puedes ver desde los ingresos que generaste el año anterior hasta que tan contenta está una araña dentro de su hábitat. Esto es interesante y te mantiene ocupado porque el juego no es una maqueta que sólo observas, pues requiere un monitoreo permanente, y para eso cuentas con varios sistemas de alerta que te notifican todos los pormenores en tiempo real.
Cada nueva adición a tu zoológico representa una nueva variable que atender: ¿hay suficientes baños en esta zona?, ¿qué proporción de hembras y machos hay en el grupo de los chimpancés?, ¿cómo libero las aglomeraciones de visitantes?, ¿cuáles especies pueden compartir el hábitat de las cebras? Así podemos pasar horas —literalmente—, pues el juego es prácticamente infinito y alinear todas esas variables para que haya orden constante es imposible, pero no por eso frustrante o aburrido, en especial para personas con inclinaciones compulsivas, como es mi caso.
"El juego es prácticamente infinito"
Planet Zoo se siente vivo y, hasta cierto punto, más realista que sus contrapartes humanas, ya que el diseño de los animales no está caricaturizado, así que tomarte unos minutos de vez en cuando para acercarte y ver el comportamiento de un animal es hipnotizante; darte tiempo para bautizar a tu mandril alfa como Jaimico para que luego enfrente a otros machos para conservar su status o posibilidades de reproducción, juegue, se enferme o incluso muera, es sólo una de las cientos de historias individuales que ocurren simultáneamente. Instancias digitales imitando con lujo de detalles el comportamiento de animales reales, con características genéticas propias y con necesidades y gustos específicos, sólo habla del gran compromiso que Frontier tiene con la experiencia de sus jugadores.
Planet Zoo es un nuevo escalón en los juegos de simulación que está respaldado por una gran comunidad y que cuenta con un enorme potencial de expansión; por lo tanto, lo consideramos indispensable para el entusiasta del género de simulación de parque de diversiones.
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