Te das cuenta de que WildStar es un título que no se toma en serio cuando subes por primera vez de nivel y escuchas una voz salvaje que anuncia la hazaña. Tampoco es tímido para reconocer que comparte la herencia de uno de los MMO más grandes en la historia y que aún es un punto de referencia. WildStar está diseñado para un sector muy específico de jugadores que buscan un reto de la vieja escuela con las bondades que han dejado nuevos contendientes en el género. Es una saludable mezcla de los elementos correctos, con un toque de personalidad propia.

La historia se desarrolla en Nexus, un misterioso planeta que era hogar de los Eldan, una poderosa raza con grandes avances tecnológicos que misteriosamente desapareció y dejó atrás una gran variedad de artefactos y ruinas que son el sueño de muchos cazadores de recompensas. Las 2 facciones que interactúan son Exile y Dominion; los primeros descubrieron el planeta y los Dominion intentarán reclamarlo y erradicar a quienes se opongan a sus ideales. De esta manera, ambos bandos lucharán en Nexus a la vez que se resuelven los enigmas detrás de la desaparición de los Eldan.

El combate es el elemento más dinámico en WildStar que te mantendrá en movimiento. A diferencia de otros MMO, todo sucederá con ataques de área que están marcados mediante un señalador ―el telegraph―, por lo que deberás dirigir cada uno de los asaltos con la cámara y la acción del mouse. Esto te mantendrá más atento a la pantalla, no importa si tu personaje desenvaina una espada o arremete a distancia. Los combates son interesantes porque precisas cuidar tu posicionamiento así como de que tu telegraph afecte al número de enemigos deseado, pues quizá atraigas una cantidad mayor a la que planeabas.

Dentro del dinamismo del combate se encuentran las diferentes formas de control de masa que sufre tu personaje. A diferencia de otros, aquí necesitarás una participación activa para superar el efecto negativo. Por ejemplo, te libras del aturdimiento al presionar una tecla en específico, a manera de Quick Time Event. Cuando te cegan, tu pantalla se oscurece; por otro lado, la confusión causa que las teclas de movimiento se comporten diferente. Son estos pequeños detalles los que dan variedad y vida al combate, pues de otra manera nos habríamos aburrido muy rápido.

El sistema de quest no aporta al género. Es la misma fórmula que World of Warcraft popularizó hace 10 años, solo que está vez cuenta con todos los beneficios y adiciones que han traído otros juegos. Lo que vuelve menos tedioso este apartado es el formato en que se presentan: cuentan con poco texto, así pues, las explicaciones son rápidas, sencillas y al grano. Si lo deseas, puedes completar la misión a distancia, es decir, sin hablar con quien te la encomendó, y recibir ahí mismo la recompensa, lo que ocasiona que pases más tiempo en actividades divertidas y cazando monstruos. Otro aspecto importante es que el progreso es marcado con un porcentaje, no se requiere eliminar exactamente 100 adversarios, lo que sucede aquí es que las presas con más dificultad incrementan el avance.

Además, Carbine se encargó de implementar lo que considera que son los arquetipos sociales de jugador, los llamados Path: comportamientos que, en teoría, tienen los jugadores. Por ejemplo, las misiones de Soldier sólo son enfrentamientos; los Scientist deberán escanear todo lo que se les pida; los Settler instauran pequeñas zonas de protección y máquinas que proporcionan mejoras a sus aliados. Finalmente, el Explorer es quien se aventura a lo desconocido, así que sus misiones son de cartografía y exploración. Completar las misiones del Path otorga a cada uno una serie de beneficios personales que ayudarán más adelante a sus compañeros; por ejemplo, en el caso de Scientist, se puede llegar a convocar a todo un grupo.

WildStar contiene una gran variedad de contenido instanciado, comenzando por algunas misiones que te llevarán a la órbita de Nexus. Aquí, la dificultad aumentará según el número del tamaño del grupo, pero si te encuentras solo no hay problema, porque es posible concluir este contenido sin ayuda.

Otro más es Adventure, que consta de pequeñas escaramuzas. El objetivo es resolver junto con un grupo una serie de dilemas al elegir el camino y la ruta por seguir, lo que deja lugar a cierto grado de rejugabilidad. Se considera como el contenido grupal más sencillo, dirigido a quienes prefieran disfrutar una experiencia más tradicional y tranquila.

No pueden faltar los Dungeons, parte del contenido más demandante del juego. Aquí podrás medir tu nivel de habilidad y enfrentar a los enemigos más temibles. Las peleas están diseñadas para la cantidad máxima de jugadores en un grupo, generalmente compuesta por la santa trinidad de los MMO: Tank, Healer y DPS. Algunos enfrentamientos previos al jefe requerirán coordinación de grupo, ya que hay enemigos con habilidades devastadoras que eliminan a los participantes en un segundo. Estas peleas emplean la mecánica llamada Interrupt Armor, que es la cantidad de interrupciones que un enemigo soporta antes de ser aturdido. De esta forma, deberán acoplar sus habilidades y usarlas en sucesión para superar la armadura y aturdir al enemigo con el fin de detener la ejecución de algún hechizo en particular.

Por otro lado, las peleas contra los jefes son lo mejor de este apartado, pues presentan mecánicas muy diferentes que te harán recordar días más felices en Azeroth. Ruins of Kel Voreth es el ejemplo con más variedad. Al inicio, se encuentra un gran oponente donde el grupo deberá cuidar su posicionamiento, pues hace daño en área y empuja hacia trampas a los descuidados. El siguiente cuenta con tantas fases que es increíble que sea de los primeros dungeons, ya que en el punto más crítico existe el riesgo de que un jugador distraído aniquile a sus aliados. Al final, se encuentra uno de los mejor diseñados y que pone a prueba todo lo que has aprendido. Durante esta pelea deberás esquivar bolas de fuego provenientes de un cráter, a la vez que capturas orbes que, si llegan al centro, reforzarán al enemigo. En el clímax de la pelea será necesario que ejecutes todo lo anterior mientras eludes más ataques en una especie de Frogger. Es una pelea bastante intensa como pocas veces se han visto.

El apartado PvP viene en diferentes presentaciones dentro del mundo abierto y en condiciones más controladas con las Arenas y Battlegrounds. En el mundo abierto sucederá en los servidores marcados como PvP y me dio gusto encontrar que el desarrollador introduce está mecánica en tan temprana etapa, ya que una de las zonas intermedias te llevará a conocer una facción neutral, por lo que Exiles y Dominion convivirán en el mismo pueblo. La pequeña ciudad es un santuario, así que nadie podrá hacerse daño, pero una vez que dejes los límites de ésta, se convierte en territorio de nadie. En más de una ocasión fui acosado por la otra facción e inmediatamente me vi envuelto en verdaderos enfrentamientos entre los bandos que se disputan Nexus. Al inicio, fue divertido saber que aún existe este nivel de competencia, pero la diversión terminó cuando una patrulla de nivel alto vigilaba la zona donde debería subir el nivel e interrumpió mi sesión de juego; eso no es malo, es parte de la experiencia PvP, aunque no es atractiva para todos.

En cuanto a Battleground, contamos con sólo 2 mapas en los que se desarrollan enfrentamientos más controlados en los cuales 10 jugadores se encararán a otros 10. El primer mapa es una especie de “captura la bandera”, en el que ambos equipos deberán disputar una máscara neutral y llevarla hasta su base. Los bandos deberán ser organizados, pues es posible infiltrarse en la base enemiga y robar una máscara que éstos ya habían capturado. En tanto, el otro modo alternará ambos equipos con el fin de atacar y defender 3 puntos de captura por secciones, esto quiere decir que si el equipo defensor pierde los primeros 3, deberá retroceder para cubrir otra sección.

Ahora, el problema del PvP viene de mano con el sistema de combate, debido a que todo se trata de efectos de área, las peleas son bastante caóticas, sin pies ni cabeza y, en apariencia, gana la facción con mejor combinación de clases y mayor cantidad de armas. Los únicos combates que se disfrutan son las pequeñas escaramuzas de rezagados que enfrentan a no más de 3 debido a que es posible ver el impacto de tus habilidades en el enemigo.

Retomemos el modo tradicional. WildStar es un mundo dinámico que te mantendrá en movimiento. Al ingresar a una zona o eliminar a una criatura, escucharás una voz que grita "Inicia el reto" e inmediatamente dejarás todo por completar la nueva actividad. Así fue como muchas veces llegamos a conocer otros lugares o bien, sólo admiramos una vista porque uno nos llevó a la cima de una montaña, lugar que no habíamos contemplado.

Completar los retos en cualquiera de sus 3 categorías (oro, plata y bronce) es adictivo debido a la variedad de recompensas: armamentos para el personaje, reactivos para crafting o elementos para decoración. Tienes la posibilidad de seleccionar una de las categorías y, a manera de ruleta, se te otorgará el premio, por lo que no está garantizado que recibas lo que eliges. Esta recompensa tuvo un efecto en mí, ya que normalmente escojo cualquier mejora para mi personaje, pero esta vez fue diferente una vez que obtuve mi casa.

A partir del nivel 15, todos los jugadores son invitados a comprar una propiedad en las nubes y funcionará como tu nuevo hogar porque es algo que refleja tu personalidad y que podrás configurar de mil maneras distintas: puedes cambiar el cielo, la iluminación, el tapizado de las paredes, el color de los detalles, etc., aunque debes tener en cuenta que es necesario poseer la cantidad de oro requerida. También es posible adornar el interior de tu hogar con objetos que ganaste en los retos y ordenarlos como quieras, el único límite es que no sean más de 200. Entonces, los puedes rotar, aumentar o reducir su tamaño, cambiar su orientación, apilarlos. Existen muchas maneras ingeniosas para acomodar todas las recompensas que obtienes como loot o que compras a cambio de puntos de renombre. Además, algunos te darán bonificaciones en experiencia cuando te sales del juego en tu casa, lo que se le conoce coloquialmente como rested XP.

Por último, Carbine introdujo un sistema que recuerda a EVE Online debido a que es posible pagar tiempo de juego con moneda virtual dentro de éste. La teoría detrás de esto es que hay personas que no cuentan con el tiempo suficiente y están dispuestos a pagar a otro jugador a cambio de obtener un beneficio. Esto quiere decir que quien compra CREDD, obtendrá una fuerte cantidad de oro que será reunida por alguien con mucho tiempo libre.

Lamentablemente, nuestra travesía por Nexus no ocurrió sin contratiempos; en repetidas ocasiones, los defectos técnicos nos hicieron pensar más de una vez que aún se encuentra en estado Beta. Por ejemplo, encontramos misiones imposibles de terminar porque el monstruo que deberías eliminar nunca aparece. A veces sucede que durante el combate, los enemigos mágicamente pierden de vista al objetivo, lo que termina el combate y ocasiona que regresen a su punto de origen; incluso es posible ver problemas de path finding en los NPC que ocasiona que tomen rutas extrañas para atacarte y después regresar a su lugar original.

También tuvimos problemas de distribución que nos obligaron a instalar una red privada virtual para descargar la versión más reciente de WildStar, pues, de lo contrario, por alguna razón el actualizador obtiene una versión diferente a la que se usa, lo que vuelve imposible ingresar al mundo. Descubrimos esta solución después de revisar a fondo los foros de soporte y agotar todas las herramientas de nuestra parte, como volver a descargar y reparar la instalación. Resolvimos el embrollo gracias a que un miembro de la comunidad recomendó emplear la red privada, misma que aún utilizamos.

WildStar no innova de ninguna manera dentro de los MMO; no obstante, esto no significa que se trate de un producto mediocre o malo, más bien es una propuesta que intenta llenar un hueco muy específico que otros títulos no han ocupado. Es una entrega para el entusiasta que solía reunirse con sus colegas a media noche con el fin de intentar superar un Dungeon. Aunque fracasaba, era feliz, porque lo hacía con sus amigos. Jugar WildStar solamente evoca un sentimiento, que es lo mucho que extrañamos de World of Warcraft.