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Después de años de espera y un par de retrasos, por fin llega Project CARS, un nuevo simulador de autos creado con ayuda de la comunidad y yo no podría estar más contento. A lo largo de los años de desarrollo nunca tuve oportunidad de jugarlo en eventos como E3; fue hace pocos meses cuando el hype me pegó por completo y después tuve que sufrir ―2 veces― el retraso del lanzamiento. Primero que nada, debo confesar que amo los autos; me encantan, igual que todos los juegos relacionados con ellos. No me considero ni el mejor piloto ni el más clavado en todos los settings, pero disfruto la velocidad y la dificultad que puede haber al manejar súper autos sin asistencias. La primera vez que probé Project CARS lo sentí muy difícil, era complicado controlar el auto en la pista; me comentaron que era un simulador hardcore y me quedé con esa idea. Ahora que jugué durante horas la versión final, bajó un poco mi sensación de que se trata de un simulador de hardcore, pero te puedo asegurar que es difícil.
Project CARS utiliza un engine llamado Madness, que es el mismo que se usó para Need for Speed: Shift y Shift 2; claro, modificado completamente para esta nueva generación. En principio, el juego iba a estar disponible para Xbox 360 y PlayStation 3, pero esas versiones fueron canceladas, así que la única consola de la vieja generación donde estará disponible será en Wii U, aunque todavía no tiene fecha de salida. La primera vez que vimos a Madness, fue en Shift: era impresionante el resultado visual y la forma en que se sentían los autos; ahora, con los cambios y las modificaciones, el juego sorprende a cualquiera que lo vea de lejos, incluso puede pensar que es un video grabado de una carrera real.
El juego sorprende a cualquiera que lo vea
En Project CARS hay varios modos de juego. El principal es el de carrera, donde puedes elegir entre 3 opciones: Zero To Hero, Defending Champ y Triple Crown. En el primero debes ganar el campeonato mundial LMP1 en menos de 10 temporadas; Defending Champ te pone en los zapatos de una leyenda, así que debes defender un campeonato durante 3 años consecutivos; por último, en Triple Champion debes ganar 3 campeonatos en 3 disciplinas diferentes. Lo mejor que tiene este modo es que puedes empezar en la categoría que gustes, no tiene lo típico de empezar desde abajo en go-karts y autos lentos, puedes iniciar directo en la GT3 y de ahí escalar en los diferentes campeonatos y modalidades. Este modo también cuenta con un calendario de fechas, que indica cuáles días compites, cuáles prácticas, etcétera. Conforme avanzas en los campeonatos adquieres fama, la cual se ve reflejada en eventos especiales a los que te invitan, y una vez que aceptas la invitación, cada año puedes participar en ellos. Lo mejor de todo es que casi siempre son en autos clásicos, así que dedicas mucho tiempo al modo de carrera, podrás manejar casi toda la variedad de autos que tiene disponibles.
Otra de las modalidades incluye eventos con los jugadores del mundo en los que cada vez que hay nuevos retos; puedes participar e intentar quedar en lo más alto de la tabla de posiciones. También hay carreras de práctica y pequeños eventos que puedes crear para correr contra la computadora; en ellos, los ajustes de la carrera como hora del día, clima, etc., son personalizables. El modo online funciona muy bien y la mayoría de las carreras cuentan con un modo de práctica para que conozcas la pista antes de competir contra los demás jugadores.
El modo online funciona muy bien
La variedad de autos en Project CARS es amplia y aunque la lista no es tan grande como la de otros simuladores, cada uno está diseñado a la perfección: en la mayoría puedes ver el motor funcionando… claro, siempre y cuando haya perdido el cofre o las partes que lo cubren. Los carros van desde go-karts hasta prototipos de calle, de touring, gran turismo y los open wheel. El McLaren P1, el Ariel Atom 500 V8, Audi R8 LMS Ultra, el Gumpert Apollo S, el Pagani Zonda R, y hasta el exclusivo Lykan HyperSport son sólo algunos de los que podrás manejar. Dominar cada uno tiene su chiste y los sentirás completamente diferentes a los demás, así que no es sólo tomar un auto y manejarlo a tu gusto; necesitarás un par de vueltas para conocerlo por completo.
Las pistas son otra gran adición, ya que están recreadas a la perfección, con sus detalles, manchas, rayones e incluso los lugares donde está el público observando, todo está ahí. Encontrarás pistas como el Circuito de Catalunya, el Circuito de Spa-Francorchamps, el Autódromo de Dubai, Imola, el Nürburgring, Laguna Seca, Monza, Silverstone, entre muchas otras. También hay circuitos ficticios, igual que un par de carreteras, por ejemplo la autopista 1 de California, donde manejas a alta velocidad a un costado del Océano Pacífico.
Ahora hablemos de lo más importante en este tipo de juegos: la simulación. Para mí, la simulación va desde la forma en que se comporta el auto hasta los pequeños detalles que hacen una experiencia completa. Para comenzar, en Project CARS el manejo de los autos es excepcional, no importa cuántas asistencias tengas encendidas, si no tienes cuidado puedes perder el control en cuestión de segundos. Acelerar a fondo ―como en los demás juegos― no te llevará a ningún lado, sólo comenzarás a patinar. Primero debes conocer el auto y el poder que puede generar para saber bien cómo tomar las curvas y aumentar la velocidad. Los autos son completamente personalizables ―dentro de lo que cabe, ya que no es posible agregar spoilers u otras modificaciones―, así que puedes jugar con los ajustes de frenos, el tipo de neumáticos y más. Durante la carrera puedes cambiar el HUD sólo con el mapa, información de la carrera y un velocímetro o ir a la parte más técnica del juego, la Telemetría. Esta modalidad te permite observar en tiempo real toda la información del auto: desde cuántos caballos de fuerza está generando el motor, pasando por la tracción de los neumáticos hasta la temperatura de los frenos. Cada una de estas pequeñas características será un agasajo para los fans hardcore de los autos, debido a que los datos de la Telemetría permiten modificar las opciones justo como lo necesita el jugador.
El juego cuenta con diferentes cámaras, vista por fuera, desde el cofre, el toldo, la parrilla y obviamente, la del interior, donde cuentas con 3 opciones; a mi parecer, la mejor es la vista del piloto. En este caso, tu vista se reduce a lo que verías con el casco puesto, y es donde la simulación en verdad cobra vida, pues el movimiento del piloto te ayuda a sentir más cada curva de la pista porque la cámara se mueve un poco y no sólo será la cabeza, sino que sentirás que todo el cuerpo se inclina para tomar la curva. Con esta cámara y sin HUD, la experiencia es increíble.
Dejando a un lado el manejo, los pequeños detalles que hacen brillar al juego son los elementos extra. La iluminación es espectacular; disfrutarás desde los reflejos en los autos hasta la forma en la que te deslumbra el Sol y te impide ver la pista, por lo que deberás tomar la curva completamente a ciegas. La lluvia y la neblina también son factores importantes porque cambian por completo la conducción, así que perder el control del auto se vuelve muy fácil y tal vez te tome por sorpresa cuánto cambia el juego en una tormenta. El detalle del sonido de las gotas de lluvia golpeando el auto y el limpiaparabrisas moviéndose a toda velocidad para que puedas ver, es increíble. Ver cómo vuela el pasto, las piedras que golpean tu parabrisas o el polvo que se levanta cuando alguien sale del asfalto hacen de la experiencia algo completamente inmersivo. Éstas son las características que hacen brillar a un simulador y Project CARS lo hace muy, pero muy bien. También está el daño, que puede ser sólo visual o afectar el funcionamiento del auto; las fallas mecánicas como quedarte sin frenos o simplemente hacer volar el motor por manejar mal y hacer los cambios fuera de tiempo, son detalles increíbles que los fans de este tipo de juegos van a amar.
Project CARS es un verdadero simulador de siguiente generación, con gráficos increíbles, buena variedad de autos y pistas que son copias fieles de las reales. Lo único que puedo decir de este juego es que sí, es difícil y tal vez no sea apto para quienes prueban un simulador por primera vez, pero si estás buscando un verdadero reto y horas infinitas de simulación, Project CARS es para ti.
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