Hace poco, LEVEL UP te mostró que es muy sencillo ponerte al día con Final Fantasy. La primera generación de la serie está disponible en móviles, las exclusivas que fueron sólo para PlayStation ahora están en PC y del 10 en adelante puedes encontrar tanto remasters como opciones muy económicas en Steam. Si de plano no tienes idea de cuál juego es el bueno para comenzar la aventura, te sugiero que pruebes el 9 porque es el último de la serie que tenía todos los elementos que nacieron con el concepto que Hironobu Sakaguchi creó hace más de 25 años. Ahora, la mejor opción, si no cuentas con una consola de PlayStation, es jugarlo en PC. ¿Por qué? Puedo empezar con que esta entrega no es un simple port y seguir con que tiene muchos extras que van a hacer que quien lo juegue se enamore desde el primer momento de él, a pesar de lo viejo que se ve.

No es un simple port

Lo que más me gustó de jugar de nuevo Final Fantasy IX es que es el mejor título para dar un ejemplo de cómo eran los RPG hace 16 años. El icónico sistema de turnos en tiempo real, la música, la fantasía, el desarrollo de los personajes, los escenarios... todos los elementos de Final Fantasy IX lo convirtieron en un título que marcó un antes y después para muchos jugadores y, vivirlo una vez más en una plataforma distinta, da una sensación de incontrolable nostalgia que los más románticos van a disfrutar. Tal vez no sea un remake o un remaster, pero Final Fantasy IX en PC es sólido y quienes no conocen la saga deben probarlo.

Final Fantasy IX comienza cuando Zidane y sus compañeros ladrones intentan raptar a la princesa Garnet, durante su cumpleaños número 16 en la ciudad de Alexandria. El plan cambia cuando Zidane alcanza a la princesa y se entera de que quiere huir debido a que, últimamente, su madre, la reina Brahne, tiene un extraño comportamiento. Al grupo se une Vivi, un mago negro que quiere saber la razón de su existencia y Adelbert Steiner, el capitán de los guardias de Pluto y fiel sirviente de Alexandria.

Después de huir y sortear enemigos que buscan a la princesa Garnet —que cambia su nombre a Dagger para evitar que la descubran— el grupo termina en Lindblum, donde piden ayuda. Lo interesante de la narrativa es que parte la historia en 2 y la cuenta desde escenarios distintos, pero que están conectados. Los que no jugaron esta entrega se darán cuenta de que Final Fantasy era muy distinto. Antes, esta serie de Square Enix se prestaba a la aventura, al desarrollo de personajes y la narrativa parecía sacada de un cuento de caballeros y dragones; ahora, la base que creó Hironobu Sakaguchi está muy lejos de los nuevos títulos de la serie.

Independiente de que la calidad de la historia está comprobada, surge la siguiente pregunta: ¿vale la pena un port para PC de un juego que salió en el año 2000 para el primer PlayStation? La lógica indica que no, más porque ni siquiera aprovechó la tecnología disponible en aquel entonces: Final Fantasy IX salió cuando el PSone estaba en las últimas y el PS2 estaba a la vuelta de la esquina. Sin embargo, esta entrega es más que una simple traslación optimizada para una plataforma, tiene varios elementos que la hacen una compra con mucho valor.

Diseñado para aprovechar un mando y no el uso de teclado y mouse

Una de las adiciones más destacadas de Final Fantasy IX es que no es necesario un punto de guardado para continuar la aventura. Antes, había que recurrir a un moggle para salvar, detener un rato la partida y continuar la historia después. Ahora, puedes salir del juego y continuar como si nada gracias a la opción de autoguardado, que te deja en el último cuarto donde te quedaste. Este detalle, de haber estado disponible hace 16 años, hubiera hecho que las más de 50 horas de duración de la aventura pasaran de un modo más ameno. Me da gusto que hayan implementado esta característica, sobre todo porque nunca hay que descartar que se vaya la luz o que la PC sufra una caída que provoque la pérdida de tu avance.

En este mismo tema, encontrarás espacio suficiente para salvar tus archivos. Es como si tuvieras más de 10 tarjetas de memoria a la mano con 15 espacios cada una. Lo gracioso es que no me imagino a alguien llenando todo… imposible. A eso debo añadir que, si juegas en distintas máquinas, puedes subir y bajar de la nube los archivos de tus partidas. Tal vez esto no suene especial, pero se agradece que esté la opción.

Aparte de los tradicionales logros de Steam, Final Fantasy IX en PC incluye algunos ajustes que aparecen cuando pausas tu partida o estás en el menú Configuración. Puedes correr el título mucho más rápido, lo cual no es recomendable y también tienes una opción de autoataque que funciona perfectamente para aquellos a los que les gusta subir de nivel a sus personajes. También está la opción de evitar los encuentros al azar para poder pasar por enormes lugares con más facilidad, así como trucos para obtener más monedas después de los combates. Como te darás cuenta, son varios los ingredientes que se añaden a la receta para que Final Fantasy IX tenga más sabor y no se sienta como un port del montón.

El lado técnico también es importante. Un equipo humilde, no especializado para el gaming, que no tiene un procesador de menos de 2 Ghz —que es el recomendado—, pero al menos con 4 GB en RAM, puede correr sin problemas el juego en las configuraciones mínimas. Si lo tuyo es aprovechar la experiencia a todo lo queda y tienes el equipo, también puedes hacerlo: la más alta resolución que soporta Final Fantasy IX es 1920 × 1200. A este respecto, la verdad es que Final Fantasy IX se veía bien en la pantalla de un televisor convencional y ver esta entrega en un monitor plano no representa un cambio trascendental. Lo único que brilla son las cinemáticas, ya que corren con una fluidez que deja muy atrás lo que podía hacer el PlayStation hace 16 años; incluso se nota cómo retocaron a los personajes para que luzcan mejor. Por desgracia, los escenarios y demás elementos no pudieron ser mejorados porque son pre-renders de imágenes en una muy baja resolución y ante eso no se puede hacer gran cosa.

Por otro lado, el manejo del juego se siente raro desde la PC; a final de cuentas, fue diseñado para aprovechar un mando y no el uso de teclado y mouse. A favor, está el hecho de que puedes acostumbrarte rápido a la configuración básica del teclado, incluso intercalar entre éste y el ratón durante los combates, el problema se da cuando el juego se congela y no te permite elegir alguna acción. En este caso, extrañarás el mando del primer PlayStation. Por otra parte, a veces notarás que sucede lo mismo al conectar un control de Xbox One o 360, entonces llegamos a la conclusión de que tal vez el problema sea el juego.

Final Fantasy IX fue el último título que se apegó a las raíces que hicieron famosa a esta franquicia. Su narración, música, aventura y magia te llevaban a un mundo que merece ser visitado una vez más, al menos en una plataforma como PC.

Square Enix pudo haberse lavado las manos y hacer un port sencillo de Final Fantasy IX en el que sólo adaptaran el control y el sistema de guardado, sin embargo, hicieron lo posible por mejorar la presentación en general. El resultado no es perfecto, pero al menos no te lo venden a precio exagerado de nuevo lanzamiento.

Los personajes te enamorarán, la música te hipnotizará y la aventura te llevará a un lugar que ahora se ve muy lejos, pero que al visitar una vez más, te provocará una nostalgia muy especial que, como jugador, te hará valorar la época que pavimentó el camino de lo que hoy son los videojuegos.