En 2019, Doinksoft nos deleitó con Gato Roboto, un tierno y fascinante metroidvania que fue alabado por la crítica y los fans. En esta ocasión, nos presentan Gunbrella, un título de acción y plataformeo que sirve para testificar que estos desarrolladores son cosa seria.

Así como Gato Roboto, Gunbrella toma prestadas ideas y conceptos que hemos visto desde hace décadas, pero sólo las usa como base, ya que las expande al agregarles su propio toque. Después, las arroja en un platón para hacer una ensalada con muchísimos ingredientes que fueron seleccionados cuidadosamente y que funcionan a la perfección. A continuación, te contamos nuestra experiencia:

Parece que va a llover, el cielo se está nublando

Gunbrella es un plataformero, un juego de acción con un combate muy divertido, una novela, una crítica a las injusticias sociales y más. Es casi imposible encasillarlo en un solo género, porque es un cocktail con varios sabores que deleitan a nuestro paladar. Esto sirve para que sea una experiencia familiar, pero que al mismo tiempo sorprende con ideas frescas y maravillosas.

Lo que conecta a la mayoría de estos elementos es la gunbrella, nuestra arma principal. Es una combinación de una escopeta y un paraguas, y sirve para eliminar a nuestros enemigos, protegernos y también para que tengamos un repertorio de movimientos muy completo. Por ejemplo, con ella podemos impulsarnos hacia arriba para dar saltos enormes y luego planear, pero también está la posibilidad de hacer un dash y disparar un gancho.

En la parte de la ofensiva, puede disparar tanto cartuchos de escopeta, como de rifle y más armas, pero también al abrirse es un escudo que nos protege y que, al activarlo en el momento preciso, refleja las municiones de los enemigos. También podemos comprarle mejoras para que se recargue más rápido y para que sea más poderosa.

Nosotros nos enamoramos de la gunbrella, porque es el pegamento que une tanto al combate como al plataformeo. Es muy sencilla de dominar, y eso hace que se pueda usar de muchísimas maneras ingeniosas y combatir como Clint Eastwood en su mejor momento. Gracias a todas sus funciones, el juego es extremadamente divertido y constantemente tiene cambios de ritmo para nunca aburrirnos.

El bueno, el malo y el feo

Otro de los atractivos principales de Gunbrella es su historia. Desde el principio se nota que la narrativa es uno de los pilares de esta entrega, porque todo se cuenta de manera muy dramática y misteriosa. En esta aventura, somos Murray, un hombre que vive muy feliz con su esposa y su pequeña niña en una cabaña muy cálida. Un día, un hombre entra en la casa mientras nuestro protagonista está fuera y mata a la mujer y secuestra a la bebé.

El asesino dejó en la escena del crimen su arma, la gunbrella, y con ella nos abrimos paso para descubrir su identidad y cobrar venganza. Para hacerlo, debemos recorrer varios pueblos y hablar con todos sus habitantes, quienes nos dan pistas de su identidad y paradero. Cada NPC tiene una personalidad muy marcada, así que hablar con cada uno es interesante porque la mayoría nos dice algo relevante o al menos fascinante.

La escritura tanto de los diálogos como de la historia está muy bien lograda, porque tiene un muy buen balance entre tragedia, comedia y drama. Así como algunos NPC dicen algo muy chistoso, otros nos sorprenden con relatos muy grises y desgarradores. Algunos son tan carismáticos y nos ayudan tanto en nuestra búsqueda, que es fácil agarrarles cariño y preocuparse genuinamente por ellos.

La historia mantiene un buen ritmo porque constantemente arroja giros y descubrimientos que hacen que jamás perdamos el interés. Al principio creemos que el juego solamente trata de la sed de venganza de Murray, pero conforme avanzamos, vemos que hay más en el fondo. También se tocan temas como injusticias sociales, discriminación y segregación, y es sorprendente ver cómo todo esto se desenvuelve y mezcla a partir del asesinato de nuestra esposa.

La cereza del pastel es que también hay misiones secundarias en las que debemos ayudar a algunos NPC, y éstas sirven para aprender más sobre ellos. La mayoría son tan interesantes, que hacen que nos desviemos sin pensarlo de la historia principal, y al final la recompensa es muy valiosa, así que el premio es doble.

Un silbido cruza el pueblo

En Gunbrella hay varias zonas que visitamos en búsqueda del hombre que asesinó a nuestra esposa. Son pocas, pero cada una es muy diferente y algunas son muy amplias, así que podríamos decir que tienen submundos. El diseño de cada uno está muy bien logrado, porque todas reflejan su contexto a la perfección. Por ejemplo, nuestro pueblo es pequeño y calmado, y esa paz y soledad es muy palpable.

A las afueras de cada pueblo principal hay zonas naturales como selvas y montañas llenas de nieve que hacen que también haya una variedad muy amplia entre los paisajes y además en los personajes y enemigos. Las personas que se la viven en la cantina de la ciudad son muy diferentes a las que dedican su vida al alpinismo, y escuchar las diferencias entre las historias y metas de cada una es muy interesante.

La diversidad de monstruos también es notable, porque así como hay soldados y gente que está en un culto, también hay abejas asesinas, leones feroces y hasta demonios y espíritus. Los jefes tienen un diseño espectacular, porque son mucho más grandes y violentos que los enemigos comunes, así que desde que aparecen en pantalla nos hicieron decir “Oh, mierda”. Lamentablemente, son algo sencillos de vencer, así que aparentan más peligro de lo que en realidad representan.

Lo mejor de estas zonas rurales es el plataformeo, por mucho. Como son lugares en donde no hay tantos edificios y gente con la que tenemos que hablar, se presta a que sean el patio de recreo perfecto para relucir nuestra gunbrella. Para llegar de un punto a otro o superar varios obstáculos es necesario hacer uso de todas las funciones de esta arma, y es impresionante todo lo que se puede lograr con ella. Hay partes en donde nos sentimos tan ágiles que nos hicieron pensar: “¿Mario Bros., quién te conoce?”

El arte de los pueblos, personajes y enemigos es muy bello, a pesar de ser el típico estilo 8 bit de la era del NES. La diferencia con los juegos de esa época es que Gunbrella está lleno de detalles curiosos; desde marcas en los rostros de los NPC hasta los ambientes que están de fondo. Es un título muy agradable a la vista.

Todas las armas se oxidan

Gunbrella nos parece un juego muy sólido y fácil de recomendar, pero tiene sus problemas. El primero es que, a pesar de que amamos nuestra arma y sus usos, creemos que sus mejoras son muy básicas. Sólo podemos aumentar su fuerza y la velocidad de recarga, pero en nuestra opinión, se pudo haber explotado mucho más esta área. Pensamos que updates al estilo Mega Man X o Super Metroid hubiera sido increíble.

Otro detalle que nos hubiera encantado es que hicieran más zonas. En total son 5 pueblos principales que, a pesar de que son amplios, recorrerlos es poco tardado, y creemos que al agregar 1 o 2 pueblos más hubiera arreglado otro detalle: hacemos mucho backtracking.

Algunas de las misiones principales y secundarias nos piden que vayamos a visitar a algún NPC o recoger un objeto, así que tenemos que volver a un pueblo que ya conocemos. Esto hace que la tercera o cuarta vez que regresamos a una de estas zonas sea menos atractiva que las primeras. Con lo bien que se logró el diseño de las zonas y de los personajes, pensamos que hubiera sido fácil para Doinksoft añadir más lugares.

El mayor defecto que notamos es el campo técnico. En varias de las ciudades principales, la tasa de cuadros por segundo cae drásticamente porque hay muchos personajes presentes y varias cosas pasando al mismo tiempo. También pasa en algunos niveles con varios enemigos en pantalla.

Hay una parte en donde debemos escapar en un carrito de minería, y poco a poco notamos cómo nos movíamos más lento mientras avanzábamos. Llegó un punto en donde la pantalla casi se congeló por completo de lo lento que íbamos, así que de plano tuvimos que reiniciar el juego.

Otros problemas técnicos que tuvimos se presentaron durante peleas contra jefes. El primero ocurrió cuando uno de ellos se salió de la pantalla y jamás regresó. Esperamos unos minutos hasta que decidimos mejor reiniciar el juego. El segundo fue contra el último; lo derrotamos 4 veces y en todas estas ocasiones el monstruo se quedó congelado mientras explotaba, lo que obviamente nos generó frustración.

En cada intento que hicimos utilizamos diferentes municiones y estrategias porque pensamos que tal vez había algo en específico de nuestra gunbrella que rompía el juego, pero en ninguna ocasión pasamos de la animación que aparece cuando explota. Es una pena, porque esto significa que nunca vimos el desenlace de esta historia que tanto nos gustó. Esperamos que se resuelva para el lanzamiento del juego.

Veredicto

Gunbrella es un juego que desde el comienzo atrapó nuestra atención y conforme avanza se vuelve mejor y más adictivo. Es impresionante ver cómo gracias a una arma que es mitad escopeta y mitad sombrilla el combate y plataformeo se combinan de manera tan atractiva. A esto se le añade una historia adornada con personajes memorables que lo hacen el paquete completo.

Sus defectos como la poca cantidad de zonas y los problemas técnicos son aspectos que no podemos dejar pasar por alto, por más que queramos, porque son manchas que arruinan una experiencia que es casi redonda de inicio a fin. Aún así, Gunbrella es un juego muy recomendable para los amantes de los plataformeros, los títulos de acción, las historias bien escritas y las visuales ochenteras. Es un paso formidable para Doinksoft.

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