Los clásicos nunca mueren y uno de los ejemplos más destacados es Super Punch-Out!!, un legendario juego de la era de los 16 bits que brilló por tener una fórmula sencilla pero muy divertida.

El legado de este pilar de la era del SNES es tan grande que, varias décadas después, continúa siendo el material que inspira nuevas obras. Tal es el caso de la más reciente entrega de Purple Tree, estudio argentino que se inspira para modernizar un clásico con Thunder Ray. ¿Qué tal está? Les contamos nuestra experiencia.

Enfoca la mira

Lo que hace destacar a Thunder Ray y lo diferencia del resto de juegos de boxeo es su dirección artística. Cada personaje, fondo y animación brilla tanto por sus luces neones y colores contrastantes como por su calidad; es un deleite a la vista. La estética es completamente en 2D y alta definición, así que los golpes, movimientos y las expresiones son claras y llamativas.

A esto se añade que el diseño de los personajes es llamativo: todos los peleadores son muy variados y memorables. Comenzamos contra un boxeador que, aunque parece un hombre común, tiene rasgos faciales y animaciones muy despampanantes. Después aparecen más villanos: desde brujas, monstruos, marcianos y hasta una especie de sombra asesina. Cada uno es mejor que el anterior, y admirarlos es fascinante.

Como es de esperarse, los juegos de boxeo son muy dinámicos y necesitamos reflejos muy bien pulidos, y en Thunder Ray ayuda mucho que cada animación es extremadamente suave. Tanto nosotros como nuestros oponentes nos vemos veloces, ágiles y poderosos, por lo que es fácil seguir lo que pasa en cada combate.

Ajusta tus guantes

La jugabilidad es como la que esperaríamos de este género: debemos golpear con ambos brazos y esquivar los puñetazos que nos lanzan. La diferencia en Thunder Ray es que hay más comandos que en los Punch Out!! y más títulos de boxeo; por ejemplo, además de poder movernos de lado, también está la posibilidad de hacernos para atrás o cubrirnos.

Esto es importante porque debemos usar cada uno de estos bloqueos para ataques específicos. Por ejemplo, a veces el golpe del rival es completamente horizontal, así que recibiremos daño sin importar que nos movamos de lado. Esto significa que hay mayor profundidad en la parte defensiva del combate, porque además de reaccionar velozmente, tenemos que hacerlo de manera correcta.

Hay 3 dificultades, y que los contrincantes tengan varios ataques hace que hasta la más sencilla cueste trabajo, porque debemos tener en mente que hay 4 movimientos posibles y pocos segundos para reaccionar. Lo que juega a nuestro favor es que, si activamos la defensa correctamente, podemos atacar y descargar nuestra fuerza en ellos. Es el ejemplo perfecto de que el mejor ataque es la defensa.

Para la ofensiva también hay más variantes que sólo golpear con la derecha o la izquierda. Podemos atacar directo a la cara o con ganchos al hígado, así que hay que fijarnos si el rival se cubre arriba o abajo para saber hacia dónde apuntar. También podemos apretar L o R para recargar nuestro puñetazo y así golpear lento pero con más poder.

Por último, están los poderes especiales, que podemos activar cuando nuestra energía se carga por completo. Al inicio tenemos sólo una de estas barras, pero conforme avanzamos en el torneo, conseguimos otras 2. Aquí la paciencia juega un papel importante, porque mientras más espacios de poder llenemos, mucho más fuerte será nuestro finisher, y la diferencia entre cada grado es muy notable. Ojo, los rivales pueden bloquear estos golpes, así que hay que saber cuándo activarlos, porque además de útiles, es muy satisfactorio conectarlos.

Ya que hablamos de los contrincantes, estos son un poco difíciles de leer. Antes de realizar un golpe, hacen un movimiento que delata qué tipo de ataque será, pero a veces estas señales son muy similares entre ellas, y al tener poco tiempo para reaccionar, es fácil confundirse. En estos caso, simplemente hay que respirar, tener paciencia y estar atentos a cualquier movimiento.

Por más difícil que parezca un combate, ninguno nos pareció imposible. Es un poco frustrante que en la dificultad máxima los enemigos causan mucho daño con un simple golpe, mientras que nosotros tenemos que atacar muchísimas veces para bajarles aunque sea un cuarto de vida, pero a veces estábamos tan atentos a sus siguientes movimientos, que sin darnos cuenta por fin ganábamos.

Despiértate, pelea y duérmete (repetir)

Los juegos de boxeo normalmente son cortos, porque la idea es rejugarlos en todas las dificultades y obtener el mayor puntaje posible en cada partida. Con Thunder Ray pasa igual; terminamos la campaña principal en aproximadamente 2 horas. Esto nos sorprendió mucho, porque esperábamos aunque sea un poco más de tiempo, pero nuestra primera partida fue en el modo fácil.

Después le subimos al modo Contendiente y vaya que nos tardamos en volver a ver la pantalla de créditos. La complejidad sube considerablemente, así que hubo peleas que repetimos varias veces porque perdíamos o porque se alargaban debido a que jugábamos defensivamente. Ni hablar de la máxima dificultad, que fue todo un reto muy emocionante de completar.

Al final nuestro tiempo de juego fue mucho mayor (8 horas aproximadamente), así que el valor de compra también aumentó. El problema es que sólo podemos jugar la campaña principal, así que es un poco repetitivo volver a pelear contra enemigos que hemos visto varias veces, aunque cada vez sean más brutales y complicados. Creemos que hubiera sido ideal tener otro modo de juego o que la historia tuviera más enemigos y batallas, porque de hecho, acaba cuando mejor se pone.

Nuestra segunda y última queja es que el audio está muy poco pulido. Nos llevamos varios sustos porque el sonido repentinamente sube de intensidad sin previo aviso o necesidad. Y otro detalle es que nuestro entrenador tiene un filtro en su voz que lo hace sonar como un título de los 80, pero los diálogos de los otros personajes o la música no suenan así, entonces escuchar a nuestro coach es un poco molesto.

Último round

Thunder Ray logra tomar lo que funcionó de los títulos clásicos de boxeo y agregarle su propio toque moderno para que destaque, pero tampoco le alcanza para reinventar la fórmula o ser un antes y un después del género. Tampoco es como que apunte a serlo, pero al ver que metieron un par de ideas interesantes, creemos que el potencial para haber ido un poco más lejos se desaprovechó.

Aún así, es un juego que, sin duda, nos regaló varias horas de combates acelerados, llenos de violencia y brutalidad, además de personajes memorables y un arte que nos dejó boquiabiertos. Quienes han jugado durante décadas este tipo de entregas se sentirán como en casa, y los que jamás se hayan interesado por ellas descubrirán un mundo extremadamente divertido y que exige toda su atención.

Nos hubiera encantado recibir más modos de juego o una cantidad mayor de combates y enemigos, pero esperemos que le vaya muy bien a Thunder Ray para que el estudio argentino Purple Tree desarrolle una secuela o una actualización que amplíe este fascinante universo.

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