Editorial: Gaming / Facebook / Twitter / YouTube / Instagram / Noticias / Discord / Foros
/ Telegram / WhatsApp

Hay 2 tendencias muy marcadas en los últimos años en cuanto a títulos indies: el pixel art y el gore. Juegos como Eastward y Unsighted tienen un arte ejemplar, mientras que Blasphemous y Moonscar son una brutalidad que llega a lo bellamente estético. No Place For Bravery reúne estos elementos casi a la perfección, pero descuida algunos detalles en el camino.

El juego fue desarrollado por Glitch Factory, una empresa independiente originaria de Brasil, cuyo nombre tiene algo de sentido, pues No Place For Bravery presenta varios problemas de programación que son un golpe duro para una experiencia que apunta hacia el Sol. Ya llegaremos a eso.

Una historia que el protagonista carga en sus espaldas

Empecemos con lo bueno. Esta entrega es un RPG de acción en 2D con una vista desde arriba y que tiene muy marcada la esencia de los souls. De hecho, los desarrolladores dicen que su mayor inspiración es Sekiro, y se nota, porque el combate es una salpicadura de sangre y vísceras.

En esta aventura, tomaremos el rol de Thorn, un hombre que vive en un pequeño pueblo al que un día invaden unos hechiceros oscuros, y uno de ellos secuestra a su hija. Después de perseguirlo para rescatarla, los villanos escapan y en el camino dejan a un chico llamado Phid, quien tiene ambas piernas rotas por razones desconocidas.

Thorn siente lástima por el chico, así que decide adoptarlo como su hijo y rápidamente se encariña con él. A pesar de que no comparten sangre, sus interacciones son tiernas y sirven para que también sintamos afecto por Phid, quien nos acompaña en casi todo el juego.

Fuera de Thorn y Phil, la mayoría de los personajes son grises y olvidables, principalmente porque tienen poco tiempo en pantalla y diálogos muy cortos. Hasta el Warlock, que es el villano principal, aparece por breves momentos, en su mayoría cuando nuestro protagonista habla sobre él. Aún así, el argumento central, que es la búsqueda de Leaf, es interesante.

Hay momentos con poco diálogo, que además es irrelevante, pero también hay giros y momentos que realmente sorprenden porque no los ves venir. Ese es un gran punto a favor de No Place For Bravery, pues al ser un souls con una dificultad complicada, saber qué pasará más adelante motiva a seguir adelante.

La práctica hace al maestro

Ya que hablamos de la dificultad, este título no es tan frustrante como Sekiro o los Dark Souls, pero su reto es considerable, sobre todo al principio. Comenzamos nuestra aventura sólo con una espada, por lo que los primeros enfrentamientos normalmente acaban en derrota debido a que nos atacan por todos lados.

No hay preocuparse demasiado por esto. En primer lugar, porque moriremos seguido y porque, conforme descubrimos secretos y caminos en el mapa, encontraremos armas, objetos y habilidades con varios usos. Por ejemplo, el martillo que recibimos a la mitad del camino sirve para eliminar enemigos y también para romper bloques y abrirnos camino en algunas zonas del mapa.

Debido a que eventualmente nos volvemos poderosos y obtenemos un arsenal completo, la curva de dificultad es justa y está bien implementada. En las primeras 2 a 3 horas de juego batallaremos mucho para derrotar a nuestros enemigos y recibir la menor cantidad de daño posible, sobre todo contra los jefes, pero después se nivelan las cosas y somos mucho más competentes, lo que se siente como una progresión orgánica.

Claro que esto depende del jugador: si está acostumbrado a este tipo de juegos, probablemente estará de acuerdo conmigo y eventualmente todo le parecerá más sencillo; si es un novato en el género, también tenemos buenas noticias, como explicaré en seguida.

Un buen primer paso para quien quiera entrarle al género

No Place For Bravery tiene varias modificaciones de accesibilidad. Además de permitirnos elegir una dificultad, se puede aumentar la salud, reducir la de los enemigos y otros detalles para que nadie se quede con ganas de terminar el juego a pesar de tener dos manos derechas.

Por lo mismo que las peleas pueden ser brutales, el juego obliga a que usemos varios movimientos, lo que agrega variedad al combate. En la ofensiva, no sólo espamearemos el botón de ataque, también está el de cambio de arma y los que ayudan a lanzar proyectiles. Para defensa, el escudo es de muchísima ayuda, ya que sirve para hacer parries que dejan indefensos a los rivales, además de rodar y usar pócimas.

El único problema de esto es que a veces es incómodo hacer la combinación de botones necesaria para lanzar cuchillos o tomar una poción. En Switch, hay que apretar ZR y luego A, B, X o Y, dependiendo cuál ítem queramos. En un momento de calma no hay problema, pero en medio de una pelea contra varios enemigos puede ser confuso; yo, un par de veces seleccioné el ítem equivocado.

La música es otro punto a favor de No Place For Bravery; hay temas hermosos, como el del menú principal. Es una combinación de cantos gregorianos, música ambiental y arreglos orquestales sutiles que adornan muy bien la aventura. Tampoco es soberbio todo el tiempo, y hay suficientes canciones para que sea memorable.

Antes de pasar a lo negativo, tengo que destacar su soberbio y magnífico arte. Como mencioné, hay muchos indies con un excelente pixel art en los últimos años, pero No Place For Bravery supera a la mayoría porque sus paisajes son un deleite visual. Descubrir y explorar cada zona es un placer.

No todo lo que brilla es oro

Ahora pasemos a lo negativo, que, lamentablemente, es muy evidente. Varios usuarios se quejaron desde el día del estreno del juego porque los errores técnicos son muy molestos y hasta les arruinó la experiencia. Lo mismo decían de Sonic Origins y a mí no me apareció malo, pero en esta ocasión me llevé una gran decepción porque los bugs y el mal funcionamiento estuvieron muy presentes.

A pesar de que el apartado visual es alucinante, detalles como una baja drástica en la tasa de cuadros por segundo y un movimiento de cámara turbulento son como una uña enterrada: puedes vivir con ella, pero hay momentos en que no te deja pensar. Uno de los mayores atractivos del juego son las ejecuciones violentas, sádicas y explosivas, pero que sean tan lentas y toscas arruina un poco la experiencia.

Tal vez es una decisión creativa y no una baja en los fps, porque pasa muy seguido. En caso de que sea así, Glitch Factory tomó una muy mala decisión, ya que una mayor suavidad en el movimiento causaría un mejor impacto visual, sobre todo porque los ataques normales se ven bien con la fluidez que tienen.

Al ser un juego 2D con vista desde arriba, es común el movimiento de cámara al pasar de un cuarto a otro y lo ideal es que fuera suave, pero es todo lo contrario. Se siente turbulento y con topes, como si manejáramos por un camino rocoso, y termina por ser molesto después de un largo tiempo de juego.

Veredicto

Muchas veces, al pasar de una habitación a otra el paneo es inmediato y sin cortes, pero cuando entramos en un nuevo templo o mazmorra tenemos que esperar a que cargue el juego. Esto no importaría si los tiempos de carga fueran breves, pero en ocasiones son muy largos y constantes, así que terminan por desesperar.

Estos errores manchan un poco la experiencia, pero podrían pasar por alto debido a que la jugabilidad es muy divertida y a que la historia fascinante a ratos. En mi caso, encontré 2 bugs que me hicieron reiniciar el juego. En el primero, estaba enfrentando a un jefe que no aparecía en pantalla, pero sí me atacaba. El otro fue un simple crasheo que cerró la aplicación.

Si el juego tuviera un guardado automático constante no me hubiera importado, pero la partida se guarda cada vez que rezas en una fogata, y a veces esos puntos están muy separados entre sí, así que tuve que volver a recorrer un largo camino debido a este cierre inesperado.

En conclusión, No Place For Bravery es un juego que se va a los extremos: brilla en algunos aspectos y comete errores garrafales. Por un lado, disfruté mucho su combate, dificultad, exploración, historia, progreso, arte y música, pero por el otro, sus errores técnicos me estresaron constantemente.

Si eres fan de los souls, juegos de acción y, en general, de los indies, te recomiendo que pruebes No Place For Bravery, pero después de que reciba un par de parches o hasta una rebaja, pues Glitch Factory debió pulir más detalles antes de su lanzamiento.