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El gaming en móviles se transformó con el paso de los años en un auténtico océano donde pocos títulos logran destacar y sobrevivir a su propio éxito. Es ahí donde aplica la idea del "one hit wonder" para llamar lo que es fenómeno un día y parte del pasado en el otro. Sin embargo, hay videojuegos capaces de mantenerse en ese mundo tan competitivo y de dar un paso hacia las consolas gracias a sus propuestas bien diseñadas, ejecutadas y presentadas. La temporada de verano ha visto, precisamente, la llegada de uno de ellos: Train Valley: Console Edition.

Video: Train Valley: Console Edition - trailer de lanzamiento

El puzzle de trenes que no sabías que necesitabas

Train Valley: Console Edition, valga la redundancia, es la versión de consola de la franquicia desarrollada por Flazm que posteriormente tuvo el apoyo de Blitworks y debutó en 2015 con una propuesta de puzzle inspirado en la industria ferrocarrilera. Después de 7 años de destacar en móviles y recibir elogios de la crítica y los usuarios, la entrega llega a PlayStation, Xbox y Switch. Es precisamente la versión de la híbrida de Nintendo el objeto de esta reseña.

De manera simple, Train Valley: Console Edition es un juego de estrategia y acertijos cuyo objetivo es construir, desarrollar y gestionar una red ferroviaria en un espacio determinado. Como juego de estrategia, nos vemos sometidos al paso del tiempo, el pago de impuestos y la gestión de un presupuesto, pues hay que invertir para construir vías y sus respectivas conexiones, y la única forma de recuperar la inversión y obtener ganancias es procurando la óptima operación de nuestra red, ya que la llegada de cada tren asegura la entrada de dinero. Como puzzle, nos encontramos ante una serie de dificultades, iniciando por el tipo de territorio sobre el que hay que construir, decisiones inteligentes respecto a las líneas y el adecuado manejo de los tiempos y cambios para evitar accidentes y retrasos.

Un recorrido por distintas eras en la industria ferrocarrilera

Partiendo como propuesta de móviles adaptada a consolas, Train Valley: Console Edition muestra un diseño sencillo, pero con identidad. Aunque no lo creas, su modo principal es el de historia, que nos pone frente a una serie de acertijos que ocurren en distintas épocas y dan cuenta de la historia de esta industria. Nuestras líneas y éxito o fracaso como estrategas ferroviarios tendrá lugar en la Europa de 1830 a 1980, Estados Unidos de 1840 a 1960, Rusia y su periodo soviético de 1880 a 1980, Japón de 1900 a 2020 y Alemania de 1830 a 2020. Los países y sus periodos se reflejan a veces con detalles, a veces con expresiones abstractas, según sea el caso, y apelando a hechos históricos importantes.

"El modo principal es el de historia y nos pone frente a una serie de acertijos que tienen lugar en distintas épocas que dan cuenta de la historia de esta industria"

Aunque en su lanzamiento Train Valley: Console Edition se inclinó hacia el uso de un mando —algo cuestionable porque este tipo de juegos pueden convertirse en una pesadilla al llegar a consolas—, el equipo de desarrollo tuvo la acertada idea de aprovechar la tecnología touch del Nintendo Switch. Pienso que en esta plataforma se obtiene la experiencia que deseaba el estudio.

Es preciso mencionar que hacen falta ajustes, pues en el momento de escribir esta reseña, un mismo movimiento puede generar resultados diferentes en cuanto a la construcción de vías, y justo cuando piensas que ya está una conexión, resulta que el sistema tomó el movimiento de tu dedo como una orden para colocar una curva, no una recta. Asimismo, la vista top down y el tamaño de los dedos son una mala combinación, pues en pantalla se muestran formas y datos que necesitas consultar de inmediato, pero quedan debajo de lo que estás tocando.

Las mecánicas y los comandos son básicos, nada complejo ni con menús interminables o tutoriales extensos. Claro que todo tiene un costo, sin importar las opciones que prefieras para construir líneas, destruir para corregir o demoler partes del escenario para tener mejores construir caminos. También puedes seleccionar la estación de la que saldrá cada tren, sumar trenes una vez que tengas el camino construido e incluso detenerlos o asignarlos a la dirección contraria por estrategia o emergencia.

Cada periodo histórico tiene capítulos, la curva de dificultad avanza a lo largo de cada uno y está definida por una serie de objetivos. Es aquí donde Train Valley: Console Edition, desde el primer momento, deja su lado curioso como "juego de trenecitos" para convertirse en una experiencia retadora y adictiva. No importa lo enojado o frustrado que estés, siempre regresarás por más, y los acertijos, si eres fan de este tipo de propuestas, se mantendrán en tu mente donde idearás el tipo de líneas y cruces más conveniente.

Al inicio todo resulta sencillo: un par de líneas conectadas, mismo número de trenes, todo fluye sin problemas. Sin embargo, el paso del tiempo trae desarrollo y las nuevas estaciones requieren que cumplamos con las nuevas exigencias en materia de transporte.

Con más líneas y más trenes comienza el reto, pues se vuelve necesario contemplar el futuro de inmediato, pensando y ejecutando las mejores decisiones que garanticen que cada tren llegue a la estación indicada en el menor tiempo posible y, especialmente, sin accidentarse. La locura se hace presente porque hay que estar atentos a los cambios de vías que creamos, las velocidades y los itinerarios. Peor aún, el sistema suele jugarnos malas pasadas porque los trenes que dejamos en espera no están así por siempre, pues llega un momento en que arrancan por cuenta propia y toman rumbo mientras pensamos en nuevas conexiones o reparamos la estela de desastre que dejó nuestra pésima gestión.

"Con más líneas y más trenes comienza el reto, pues hay que contemplar el futuro de inmediato, pensando y ejecutando las mejores decisiones que garanticen que cada tren llegue a la estación indicada en el menor tiempo posible y sin estrellarse"

La dificultad está balanceada y aunque en momentos todo se vuelve complicado, el sistema recompensa o castiga en la misma medida, de manera que no se siente como algo injusto y el colapso de tu magna obra suele suceder por falta de atención y no porque un tren haya arrancado de la nada en mal momento.

Train Valley: Console Edition tiene 2 modos, el que expusimos antes y sandbox sin límites de presupuesto ni misiones. Si bien es poco atractivo y hay poca justificación para perderse en él, vale la pena oportunidad para conocer las mecánicas y el tipo de líneas ferroviarias que resulten más eficientes en todo sentido. Esto es importante, pues aunque los escenarios son los mismos, las vías y estaciones iniciales son diferentes en cada sesión; no olvides que es un puzzle.

Al final, Train Valley: Console Edition cumple con de forma correcta su cometido de trasladar una experiencia de móviles a consola, en especial en Nintendo Switch. Su propuesta es adictiva y resulta fácil regresar una y otra vez, pues está pensado para sesiones cortas. Sin duda, y pese a sus limitaciones y algunos detalles, se trata de una propuesta divertida que gustará a los fans de los puzzles y a los románticos de la industria ferrocarrilera.