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Instalado en un mundo de fantasía oscura, con dinámicas sencillas y altamente adictivas, Blizzard Entertainment presenta con suntuosidad, Diablo III, para dar seguimiento a la franquicia que después de un descanso de 12 años nos muestra una nueva forma de vivir el Infierno; es el máximo representante del género RPG acción, mejor conocido por ser un Hack'n Slash que cumple al pie de la letra la filosofía "arrasa con todo lo que se mueva en pantalla y pregunta después". Blizzard se ha encargado de demostrar que a pesar de los años, sus juegos se mantienen vigentes, basta con entrar a su servicio propietario en línea Battle.net para encontrar jugadores que aún disfrutan los títulos de antaño. El tiempo de espera fue largo y estamos viviendo un momento crucial, ahora que el desarrollador quiere hacernos ver que puede innovar y al mismo tiempo mantener la magia y el encanto de sus creaciones anteriores.
La historia de Diablo III inicia 20 años después de los acontecimientos ocurridos en Diablo II: Lord of Destruction, cuando los Males supremos fueron vencidos por un grupo de aventureros. Nos encontramos nuevamente con Deckard Cain en compañía de su sobrina Leah, quienes se hallan en la antigua y emblemática catedral de Tristram estudiando textos antiguos que rezan siniestras profecías, es entonces cuando un objeto extraño impacta la construcción desde el cielo para dar inicio al fin de los tiempos. Cain desaparece frente a Leah en el cráter que ha dejado la misteriosa estrella caída y que sirve como señal para que los nuevos héroes entren en escena y liberen al mundo de la maldad que la acecha.
Dentro del juego podremos seleccionar y desarrollar cinco clases para aventurarnos en Sanctuary: Barbarian, que se alimenta de la furia; Monk, cuyo recurso es el espíritu; Demon Hunter, quien maneja una combinación de disciplina y furia; Witch Doctor, que recurre al poder del maná; y Wizard, con el poder de manejar las fuerzas elementales y arcanas. Cada uno cuenta con habilidades propias que cumplen un propósito específico, que obtienes al subir niveles y pueden personalizarse con runas que se consiguen de la misma forma; además, hay tres habilidades pasivas que estarán activas en todo momento. Esto nos da oportunidad de jugar con el arquetipo del personaje que tenemos en mente y nos abre un nuevo mundo de posibilidades; previo al lanzamiento de Diablo III Blizzard se encargó de revelar la existencia de millones de combinaciones y haciendo las matemáticas correctas, encontramos que son más de 3 billones de formas para construir un personaje. Todas las combinaciones son viables y pueden funcionar, algunas mejor que otras. Si esos datos no te convencen, te diremos que para probar cada composición durante cinco minutos jugando 40 horas a la semana, se necesitarían 10 millones de personas y 13 años y 10 meses, pero lo importante aquí es que tú serás quien elija la forma de jugar.
Diablo III está divido en cuatro actos donde se desenvuelve la trama que revela los secretos detrás de la estrella caída, la profecía y la llegada de los señores demoniacos Belial y Azmodan. Cada episodio tiene un Hub central donde podrás conversar con los diferentes NPC como aldeanos y mercaderes, así como con los protagonistas, lo que te permite conocer el rico trasfondo que Blizzard creó a través de los años para enriquecer el universo de la franquicia. Además de poder vender tus items y contratar mercenarios, aquí es donde inicia la mayoría de las misiones y tendrás que iniciar tu búsqueda explorando las peligrosas zonas que rodean el pueblo, que a diferencia de las que vemos en el título anterior, no son generadas aleatoriamente, pues tras jugar varias veces una parte de la historia o Quest, puedes ubicar tu camino y llegar al objetivo rápidamente. En cambio, para mantener la esencia de su antecesor, los calabozos de Diablo III cuentan con diferentes disposiciones preestablecidas pero que cambian cada vez que decides continuar una partida; esto quiere decir que si no terminaste de explorar uno, en tu siguiente sesión de juego puedes encontrar uno distinto al que recorriste la vez anterior.
El mundo de Sanctuary es hostil y peligroso; es el fin de los tiempos y los campos que antes eran hermosos ahora están plagados de demonios y otras aberraciones provenientes del mismo infierno. Cada zona tiene una fauna específica de monstruos que deberás exterminar, casi todos fácilmente mediante el uso de patrones de ataques cuerpo a cuerpo o a distancia. Una de las particularidades de Diablo III son los encuentros especiales generados aleatoriamente con grupos más poderosos de estos enemigos; generalmente son llamados Champions o Elites y serán un reto de mayor proporción, créeme: te interesará buscarlos y eliminarlos porque son los que más probabilidades tienen de dar las mejores recompensas. Además de estas batallas aleatorias, durante tu aventura presenciarás eventos que son como miniquest y se activan al hablar con un NPC ubicado a lo largo del mapa. Generalmente son del tipo "ayúdame y mata más monstruos". Al finalizarlos serás recompensado con experiencia y oro.
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