Hemos sido espectadores de la representación de las distintas facetas de Superman. Las películas y las series de televisión han presentado toda clase de variantes; y la más reciente serie le dio popularidad entre las nuevas generaciones que no estaban familiarizadas con el universo de las historietas. La última vez que lo vimos en el cine fue hace 7 años y ahora, de la mano del director Zack Snyder (Watchmen, 300) y una gran lista de talento actoral, se estrena mundialmente The Man of Steel.

La primicia que nos dieron, desde que se anunció el filme, fue que veríamos un reinicio total a la franquicia. Conoceríamos a un Superman nuevo, veríamos cambios en su origen y hasta la reinvención de ciertos personajes, sin perder elementos importantes que han caracterizado al héroe a lo largo de los años. La producción y el guión son de David S. Goyer y Christopher Nolan, ambos conocidos por llevar a Batman a su punto más alto en el cine con la trilogía de The Dark Knight.

Todos conocemos la historia del origen del Hombre de acero, pero esta vez habrá elementos del planeta Krypton para que podamos entender un poco más del contexto de la vida en ese lugar. Golpes de Estado, tecnología espacial, fauna y una atmósfera en decadencia son factores clave para comprender por qué un bebé es enviado a un planeta lejano, como la última esperanza de una raza. Para los seguidores de Superman esto podría sonar familiar, pues son temas de las historietas Superman: Birthright y All-Star Superman.

Los padres mandan a Kal a la Tierra con la esperanza de que crezca y se convierta en un dios entre los humanos. Martha y Jonathan Kent (Diane Lane y Kevin Costner) una pareja de Kansas, adoptan al pequeño y lo nombran Clark. Lo educan como un niño normal, pero continuamente le recuerdan que debe guardar su secreto sin importar las consecuencias. Esto lo lleva a ser cada vez más retraído y así evitar que alguien conozca su verdadera identidad. En la búsqueda de sus orígenes, hace un viaje que lo lleva a una antigua nave kryptoniana enterrada bajo tierra; y es ahí donde conoce todo acerca sus padres y Krypton.

Henry Cavill hace un buen trabajo usando el traje azul y rojo para representar a Kal-El, este Superman moderno, quien tiene que lidiar con sus propios demonios y al mismo tiempo, mantenerse en el anonimato. Cavill consiguió imprimir la credibilidad y oscuridad necesarias al personaje; y aunque haya fanáticos del superhéroe que no logren conectar totalmente con él, probablemente se deba al estigma que se formó después de sus pobres actuaciones en cintas anteriores.

Es claro que Zack Snyder se esforzó por mostrarnos su versión de Superman, donde explora las particularidades del último sobreviviente de Krypton. La soledad, la oscuridad y sobre todo el miedo, son elementos que sobresalen en la cinta, y se han convertido en el sello del director para crear a sus personajes principales. Gran parte de la cinta presenta un Kal-El deseoso de ayudar pero temeroso de darse a conocer abiertamente al mundo por las reacciones que podría ocasionar, y se pregunta “¿Sabes lo que pasaría si la gente supiera que no estamos solos?”

Zod (Michael Shannon), el villano, resulta espectacular y agresivo. Se trata del líder del ejército kryptoniano, quien llega a la Tierra después de buscar por todo el universo al último sobreviviente de su planeta. Después de lanzar un ultimátum para que los terrícolas entreguen a Kal-El, Zod busca crear una nueva generación del planeta Krypton y destruir a toda raza inferior que se encuentre en su camino. El excelente trabajo de actuación de Shannon y la construcción de este personaje nos sumergen de inmediato en la acción y aunque al principio podría parecer acartonado, logra inyectarle grandes dosis de ira y desesperación que dan credibilidad a las escenas.

Sin embargo, uno de los problemas de Man of Steel es la falta de profundidad en otros personajes. Lois Lane (Amy Adams) y Martha Kent se sienten pobremente escritos, y aunque las actuaciones son sólidas, están mal aprovechadas. Lois comienza como una versión agresiva y fuerte de una reportera que no descansa hasta conseguir la noticia, y que se topa con historias de un hombre con habilidades increíbles; sin más explicación, de pronto se convierte en la clásica damisela en peligro, cuya única preocupación es caer en los brazos del héroe. Por si esto fuera poco, la cinta nunca consigue transmitir la química que debería existir entre Lois y Superman.

Las escenas de acción son espectaculares y alcanzan el nivel de destrucción que el director había prometido. Ciudades destrozadas, edificios que se derrumban y golpes que producen ondas sónicas están a la vuelta de la esquina; imagina las películas que muestran la devastación de una ciudad antes del fin del mundo y sabrás de qué hablo. Las representaciones están trabajadas a la perfección, pues una batalla entre seres con fuerza sobrehumana no se limita a romper un par de ventanas o agrietar el suelo, sino a provocar explosiones catastróficas y destrucción masiva.

Y en este aspecto hay otra falla lamentable: los efectos no son los mejores; algunas veces el CGI (las imágenes creadas por computadora) es muy evidente y no logra mezclarse a la perfección con el entorno o con los actores. Es cierto que no rompe la ilusión de la película, pero para alguien atento a estos detalles puede ser terrible. En una época en la que hemos visto usar el CGI de manera espectacular, esperaríamos que un director como Snyder hubiera sido extra meticuloso con los detalles, sobre todo si logró que la capa luciera espectacular.

The Man of Steel es una película de superhéroes, y aún cuando reinventar un personaje, cuyo origen es de los más conocidos, puede parecer cansado, la intención de presentarlo de manera más realista basta para entretener y atraer a un público nuevo. No esperes ver algo de la escala de lo que Nolan hizo con Batman, pero sí te aseguro que conocerás un lado distinto del Hombre de acero, con escenas llenas de acción y un gran trabajo musical. El destino de esta cinta así como de posibles secuelas dependerá del éxito que tenga en los cines de todo el mundo, y sobre todo, de lo que Warner y DC tengan preparado para dar a conocer su propio grupo de superhéroes.