"Los dioses han muerto", así inicia esta historia de fantasía con tonos épicos inspirada en el folclor nórdico. Seguiremos lo que ocurre a los humanos y los varl, quienes comparten un enemigo en común: los dredge, una imponente raza de piedra cuyo único propósito es traer desgracia a ambos grupos. The Banner Saga es un viaje oscuro que reta al jugador a pensar cada movimiento, dentro y fuera del combate.

La trama habla de guerras que sucedieron en el pasado: los humanos y los gigantes pelearon durante mucho tiempo hasta que apareció otra entidad para balancear las cosas. Esto los obligó a aprender a coexistir para confinar la amenaza de los dredge a las montañas del Norte. En el tiempo actual dentro de la historia, los dredge continúan en la mente de los personajes como un vago recuerdo y en forma de cicatrices para los que vivieron esa época. The Banner Saga comienza con la aparición de los dredge, quienes convierten en muerte todo lo que está a su alcance y con la presencia de una nueva incógnita que genera inquietud entre la población: el Sol se ha detenido.

La trama se cuenta desde la perspectiva de los 2 bandos que intentan huir de los dredge, mientras lidian con profecías y coexisten, aún cuando eran enemigos entre sí. La progresión será mediante diálogos ilustrados y aquí es donde tendrá lugar la interacción con los personajes y tomarán lugar los elementos RPG. En estas secciones veremos arte hecho a mano, con una fría selección de colores que será un deleite visual. La magnífica dirección de arte puede prescindir de gráficas despampanantes para transmitir la soledad de un crudo invierno, pues los elementos 2D conjugados en varias capas se encargan de dejarte con la boca abierta.

A pesar de que todo está ilustrado con paisajes y dibujos de los personajes, por un momento tuve la impresión de estar jugando un RPG elaborado con papel y pluma, ya que durante los diálogos se describe el contexto de la situación o las acciones de los protagonistas. Es cierto que una imagen vale más que 1000 palabras, pero los textos despiertan la imaginación para ilustrar las situaciones, un gran logro de este título.

En cuanto a mecánicas de juego, una parte será seguir la trayectoria de una caravana que avanza lentamente por el horizonte adornado con arte en 2D. Aquí fungirás como líder del grupo mediante el cumplimiento de tareas mundanas como elegir el castigo de un miembro de la comunidad, resolver problemas pequeños como el nacimiento de un nuevo miembro de la caravana o tomar decisiones importantes como elegir el destino de un grupo de sobrevivientes. La cantidad de decisiones a tomar y sus desenlaces hacen de The Banner Saga un título con enorme rejugabilidad.

Continuamente el juego te recordará que son tiempos difíciles, principalmente mediante la relevancia de un recurso como las provisiones que día a día se agotan y cuando careces de ellas, tu grupo se reduce. Un texto te avisará que tu gente está muriendo y eso te obligará a tomar decisiones para cuidarla. A partir de elementos sencillos, el juego te transmite un sentimiento de urgencia y angustia, resultado de un excelente trabajo de ambientación por parte de los desarrolladores.

La segunda mecánica es un implacable combate por turnos dentro de una cuadrícula que fungirá como tablero. Como en el ajedrez, tendrás que pensar cada jugada, ya que el singular sistema de combate así lo demandará. Cada unidad cuenta con 2 barras: una roja y una azul; la roja representa fuerza y salud, por lo que dictará cuánto daño puede hacer y cuánto resistir, así que si una unidad tiene 10 puntos en la barra roja, tiene el potencial de hacer 10 puntos de daño. La barra azul, que representa la armadura, se encargará de absorber el daño, de modo que si una unidad de 10 puntos golpea a una con 8 puntos en armadura, el daño resultante sería de 2. Matemáticas simples.

Este singular sistema de combate, que reta a las clásicas convenciones de los RPG, te pondrá a trazar estrategias para bajar los puntos de armadura de los enemigos a fin de que las unidades con más fuerza acaben con ellos. Otro recurso es la fuerza de voluntad: cada punto adicional suma daño a la acción que elijas y permite a las unidades utilizar las habilidades especiales que definen los roles, como clases. Es necesario conducir el combate con mucho cuidado, ya que una unidad que tiene el potencial de hacer mucho daño puede quedar inservible cuando su vida y fortaleza caen rápidamente, pues recuerda que la vida está relacionada con el daño que hace, así que es indispensable cuidarlas.

Cada vez que una unidad cae en combate tendrá que descansar un par de días para regresar a su desempeño óptimo, lo que resulta una decepción si consideras lo implacable de este elemento. Me habría gustado ver elementos de muerte permanente para retar aún más al jugador.

En cuanto a los enemigos, la mayor parte del tiempo pelearás contra los dredge, que son unidades con grandes cantidades de armadura, pero también habrá esporádicos encuentros entre humanos y varl. La variedad no es grande, sin mencionar que los tableros de juego siempre son iguales: cuadrículas sin variaciones en el terreno.

Desde el inicio, The Banner Saga pide mucho del jugador, ya que existe una gran cantidad de personajes y sucesos a los cuales debes seguir el rastro. Las secuencias de viaje son largas y el único adorno es el sonido del aire y el arte en 2D con breves diálogos hablados. Aquí es importante decir que si no estás comprometido con la historia desde el principio, corres el riesgo de perder interés rápidamente. Sin embargo, después de superar estos obstáculos, The Banner Saga resulta un sólido título con una ambientación y narrativa con los que otros juegos sólo sueñan.

The Banner Saga fue una campaña en Kickstarter propuesta por 3 exintegrantes de BioWare, desarrolladora de clásicos de culto en los RPG occidentales, de ahí que nos pareciera imperativo jugarlo. El jugador veterano encontrará similitudes con otros títulos del género como Mass Effect y ajenos a éste, como XCOM. La combinación es ganadora, pero después de su éxito en Kickstarter, podemos decir que los verdaderos ganadores somos nosotros, por tener oportunidad de probar propuestas tan interesantes como ésta.