Me sorprendió mucho ver cómo casi nadie estuvo de acuerdo la otra vez que puse un foro donde simplemente afirmé lo obvio, una verdad absoluta que deberíamos de saber todos, y me refiero claro a que la cinta de animación de 2004 dirigida por Brad Bird es la mejor cinta de superhéroes jamás hecha por el hombre. No esperaba en realidad que todo el mundo estuviera de acuerdo, porque eso jamás pasa, pero no esperaba ese el tono de incredulidad de los comentarios de algunos, como si fuera una idea ridícula que una película animada para niños pudiera ser mejor que su amada Avengers o The Dark Knight. Aunque en realidad no pretendo convencer a nadie, quisiera si me lo permiten explayarme un poco en las razones por las que creo que ninguna otra película de héroes enmascarados que salva el día le llega siquiera a los talones a las aventuras del ex-Godínez Mr. Increíble. Ahí va pues.
1.- El OST de Michael Giaccino consta de soberbias composiciones que lo mismo son cargadas de nostalgia (con esos ecos a películas de espías del siglo XX) que de adrenalina pura, resultando también en inmediatamente reconocible para cualquier espectador. ¿Se han fijado en que todas las películas de superhéroes de la actualidad, con algunas excepciones, tienen una música increíblemente olvidable y tan parecida las unas a las otras que podrían ser intercambiables? Giaccino estaba en su mejor momento en aquel entonces, y sin duda este es uno de sus mejores trabajos.
2.- Aunque el CGi es una técnica de animación que no es muy bien tratada por el paso del tiempo (un película CGi de hace 20 años se ve como basura ahora, y comparen eso con películas animadas tradicionalmente, como Fantasía, de hace más de medio siglo que sigue viéndose genial) Los Increíbles demuestra una vez más que una buena dirección de arte vence cualquier rendereo o tecnología avanzada de animación. Los personajes al día de hoy siguen viéndose atractivos porque son diseños 2D convertidos a animación 3D con la mayor fidelidad posible, todos ellos con un look disntintivo que habla sobre quienes son y su personalidad. También hay que reconocer que en su tiempo fue un parteaguas para Pixar crear una película protagonizada por humanos, y la animación en sí era sorprendente para su tiempo, al poder ver detalles tan nimios como pecas o el rango amplio de expresiones faciales, la iluminación y las físicas del cabello y demás. Al día de hoy sigue viéndose bastante aceptable. Todos se ven como humanos sin caer en ese estado de culerez llamado el uncanny valley.
3.- La escena de apertura es importante para cualquier película: debe ser capaz de establecer el tono y presentar a nuestros personajes principales y la premisa básica de la trama. Sobra decir que las secuencias iniciales de Los Increíbles cumple con creces estos requisitos, con astucia, creatividad y fluidez. Empezando con esas entrevistas en donde los héroes hablan sobre la dificultad de ser dos personas al mismo tiempo y la incomodidad de tener que aparentar ser normales, estableciendo un tono dramático para que empieces a ver a estos héroes como personas reales; continúa con exhilarantes escenas de acción y comedia en donde se nos presenta a nuestro personaje principal, a quien luego se convertiría en el villano y sus orígenes como fanboy que envidia y ambiciona los poderes de su ídolo, el contexto de la trama familiar en donde los héroes deciden ir un paso más allá y convertirse en padres de familia, y, desde luego, la implicación de que la película es de hecho sobre gente normal vs gente superdotada. Así, esta secuencia de apertura te involucra e interesa de lleno en la obra que estás a punto de presenciar.Otras películas más chafonas se hubieran decantado por el muy socorrido y aburrido recurso de la voz en off; sin embardo, el guión se las apaña para trasmitirte toda esa información sin detener la película, y divertirte mientras lo hace.
4.- La familia Parr está impresionantemente bien hecha en el sentido de que se sienten como una familia de verdad que lidia tanto con asuntos cotidianos y domésticos como con situaciones extraordinarias; combinando ambas crea una realidad alterna donde todo es real y al mismo tiempo fantástico (los niños peleando en la mesa como todos los niños, pero con sus superpoderes, por mencionar solo un ejemplo). Hubiera sido muy fácil llenar esta madre con cursilerías cada cinco minutos estilo "I'm proud of you" o "I love you son" o cosas así. Por ejemplo, la película Meteoro, de las Wachowski, parece ser incapaz de trasmitir esos sentimientos a la audiencia sin abusar de estos diálogos genéricos. Los Increíbles es lo contrario: la empatía y cariño que los Parr sienten entre sí fluye y se siente de manera natural; es inevitable no identificarse con sus interacciones, peleas, dinámicas y demás, pues recuerda demasiado a tus propias experiencias en familia (a menos que como Jaime te haya criado una manada de changos y no hayas tenido contacto humano en la niñez). Por cierto, los poderes de la familia son una extensión de algún aspecto de su personalidad o de su función en la familia. Bob es superfuerte porque es el proveedor de la familia, además de que esa es la visión que un niño tiene de su padre. Helen, Elastigirl, es un ama de casa y madre de tres que debe estar en todas partes al mismo tiempo para atender y cuidar a su familia, por lo tanto, es elástica. El morro es un chamaco hiperactivo, asi que desde luego, tiene hípervelocidad. La morra tiene baja autoestima e inseguridad y es tímida, por lo que desea volverse invisible para pasar desapercibida. Y el bebé es, como todos los bebés, potencial en su estado más puro; puede, por mismo, el potencial para asumir muchas formas y naturalezas (además de que, como todos los bebés, es un caos). Son ese tipo de detalles de los que está lleno esta cinta y lo que la hace tan especial.