He estado dos días y medio jugando, con pocas pausas. Me duele la cabeza. Pensé que tendría más aguante, pero no. He llegado a lo que no pensé que existiera: un estado mental en el que no quiero volver a tocar un control de videojuegos.
En lo que se me pasa este anormal sentimiento, quisiera preguntarles, ¿les ha pasado?