Nunca olvidaré la primera vez que mi padre me llevó a una reunión de un grupo de cristianos fundamentalistas. Y no por que él fuera parte de ese grupo o me quisiera adoctrinar, si no precisamente para mostrarme como funcionaban estas asociaciones y explicarme como engatusaban a las personas para obtener de ellas lealtad y dinero.
Evidentemente usaban tácticas como el miedo (el fin del mundo está cerca y sólo los cristianos de este grupo se salvarán), sesgo social (el mundo es malo y busca destruirnos), propaganda (folletos, películas, grabaciones de audio, etc) y bombardeo amoroso (te reciben con los "brazos abiertos" ).
Y a pesar de que me quedó muy marcada esa experiencia y los consejos de mi padre, al llegarme la adolescencia, me sentía deprimido, confuso y sin sentido de dirección en la vida. Entonces aparecieron; bastaron unos segundos de charla para terminar involucrado con los llamados "Testigos de Jehová".
Como tal vez algunos sepan, presumen de tener todas las respuestas (¿porqué la gente sufre?, ¿qué hay después de la muerte?, ¿cuál será el futuro de la humanidad?, etc), todo ello basado en los escritos sagrados judeo-cristianos (o sea, la Biblia). Cómo adolescente, aquello parecía la respuesta... la verdad. El libro de estudio básico es un compendio de sus doctrinas elementales, y básicamente no tienes que pensar, pues el propio libro plantea tanto las preguntas como las respuestas (en un estudio con los Testigos no hay mucho campo para la reflexión personal). Y poco a poco me involucré más y más en la secta.
Mi padre intentó advertirme, me mostró con argumentos que muchas de sus doctrinas no tenían sentido, ni siquiera asumiendo a la Biblia como cierta (enseñanzas como evitar las transfusiones de sangre, el aislamiento de miembros "indignos" o "rebeldes", no celebrar fiestas, no estudiar carreras profesionales, etc.). Y aunque me daba cuenta de que él tenia la razón, mi involucramiento emocional con los TJ's era ya muy grande.
Para no hacer el cuento largo, pasé un año aplicado en cuerpo y alma a la secta; a pesar de que, leyendo sus libros y revistas, mi propia mente encontraba cosas sin sentido. Fueron necesarios meses de maltrato emocional (por nunca poder ser ni hacer lo suficiente para agradar a "Dios", forzarme psicológicamente a tocar a la puerta para hacer nuevos súbditos, constantes imposiciones sobre lo que podía vestir, escuchar o ver, etc.) hasta que no pude tolerarlo más. Al cabo de dos años comencé un largo proceso de extirpar de mi mente todas las enseñanzas y poderosos condicionamientos mentales que ese grupo logró instalar fuertemente en mi cerebro... Fue un proceso que requirió varios años.
Hoy día soy un ateo feliz. Disfruto de la vida a mi manera, con una moral fundada en el sentido común y no en los dogmas, investigando cualquier cosa antes de aplicarme a ella. Y aunque fue un periodo oscuro de mi vida, me ayudó a ser una persona más fuerte y que ya no cede a manipulaciones. Soy miembro activo de varias comunidades anti-sectas que ayudan a informar a las personas acerca de lo peligrosos que son este tipo de grupos.
Y ustedes, ¿han tenido experiencias con sectas?