Activision-Blizzard está en venta. Y no, no es ningún rumor, ni una idea loca que se me haya ocurrido. La macroempresa que es dueña de este gigante de los videojuegos, Vivendi, tiene un agujero en sus cuentas que se acerca a los 14.000 millones de dólares y necesita sanear sus números rojos. Para ello, ha recurrido a uno de sus activos más solidos y rentables, Activision-Blizzard, y le ha puesto precio: 8.000 millones de dólares.
Cualquier compañía que disponga de este capital puede comprar Call of Duty, Diablo y World of Wacraft. Es sin duda una inversión monumental, pero en buenas manos puede resultar en un negocio lucrativo... y en un golpe de efecto para la industria. Han sonado muchas compañías que estarían interesadas en Activision-Blizzard y Sony y Microsoft han destacado en mayúsculas y negrita.
Sin embargo, nadie se ha parado a pensar que puede existir una posibilidad: ¿Y si Nintendo compra Activision-Blizzard?
Las arcas más llenas de la industria
Sony y Microsoft son multinacionales que no se dedican únicamente a los videojuegos. Sony tiene divisiones de televisiones, música y de cine y Microsoft sigue siendo dueña del sistema operativo más usado de todo el mundo. Pero precisamente por eso Nintendo se antoja como una opción más clara.
Si Microsoft y Sony se hicieran con la exclusividad de los servicios de Activision-Blizzard tendrían una ventaja competitiva incuestionable. Pero, ¿y si lo hace Nintendo? ¿Y si se quedara en exclusiva Call of Duty, la vaca sagrada de esta generación? ¿Y si, además de en PC, saliera el Proyecto Titán de Blizzard en Wii U? ¿Podría ser Skylanders un segundo Pokémon? Hablamos de una empresa que sólo se dedica a los videojuegos, de su única fuente de ingresos. Añadir a sus propias exclusividades las de Activision-Blizzard sería demoledor. Eso la hace un rival mucho más peligroso de lo que se podría esperar en un primer momento.
¿Pero puede Nintendo permitirse un desembolso de 8 mil millones de dólares? La respuesta es un rotundo sí.