Los últimos días han sido de tensión absoluta para los fans de Xbox y para el gaming en general, pues rumores de fuentes confiables y reportes señalan que la marca de Microsoft se volverá multiplataforma. ¿Qué está sucediendo? ¿Hacia dónde se dirige Xbox? ¿Es el fin o un renacimiento? Veamos a continuación.
Video: Las siniestras intenciones de Xbox
LOS VIENTOS SOPLAN HACIA OTRA DIRECCIÓN
Desde finales de 2023, las alarmas se encendieron en la comunidad de Xbox cuando Tim Stuart, director financiero de la marca, declaró que uno de sus objetivos era llevar su oferta de videojuegos a tantas plataformas como fuera posible, incluyendo PlayStation y Nintendo. Posteriormente, y todavía con la idea de que el directivo se había emocionado de más, Satya Nadella, director general de Microsoft, reafirmó que su negocio de videojuegos estaba pensando en PlayStation y Nintendo, algo extraño para un directivo que un día dice que, “si por él fuera, no existirían las exclusivas”, y al otro pide “piso parejo a los reguladores para poder competir en el gaming”.
El inicio de 2024 fue extraño. Aunque el balance indica que el resultado fue positivo para el Developer_Direct de Xbox porque fue un éxito gracias a sus anuncios, hubo fans que resintieron la falta de información sobre si tales o cuales juegos serán exclusivos del ecosistema de gaming. Sin embargo, este fin de semana la bomba estalló cuando periodistas reconocidos en la escena de Microsoft y Xbox, como Jez Corden y Tom Warren, publicaron información proveniente de fuentes que señalaron un golpe de timón a punto ocurrir en Xbox: sus juegos exclusivos serán multiplataforma, lo cual incluye PlayStation 5 y Nintendo Switch.
Con la compañía de Kioto no hay problema, pero la simple idea de que un exclusivo de Xbox se lance en PlayStation levantó ámpula en la comunidad que sigue a la marca de Microsoft. No es para menos, pues sigue presente el fantasma de lo que sucedió con SEGA y Dreamcast en 2001.
Técnicamente no debería haber pánico, pues la presentación de Xbox Game Pass y el anuncio del ecosistema de gaming que pretende alcanzar a cientos de millones de jugadores da a entender que Microsoft y Xbox ya no juegan de una forma tradicional; lo hacen a su manera y eso incluye lanzamientos en otras plataformas. Claro que lo primero que se piensa es que lo harán con las IP de Bethesda o las de Activision Blizzard King porque el mismo Microsoft reveló que ir en contra del modelo de negocio en los casos de mayor éxito, como Call of Duty, sería contraproducente. Sé que el fan quisiera lo contrario porque significa restregarle en la cara a PlayStation que le quitaron la mina de oro al hacerla exclusiva, pero el mundo de los negocios funciona diferente.
El detalle en cuestión fue que los nombres que comenzaron a barajarse no estaban presupuestados: Starfield, Indiana Jones, Halo Infinite, Halo: The Master Chief Collection, el próximo DOOM, Pentiment, Grounded, Microsoft Flight Simulator e incluso Gears of War.
"... los fans de Xbox son tan apasionados, que han librado batallas en defensa de la marca en cualquier espacio virtual"
¿El resultado? La duda, incertidumbre y críticas en redes sociales contra la división de videojuegos de Microsoft exigiendo respuesta inmediata a Phil Spencer y Sarah Bond. A la par, la decepción anticipada, la tristeza y el enojo por lo que se considera una traición a quienes apostaron por la marca, pese a sus fallas en la era de Xbox One y gastaron su dinero en un Xbox Series X|S y una suscripción a Xbox Game Pass; fans tan apasionados, que han librado batallas en defensa de la marca en cualquier espacio virtual.
Fue entonces cuando Phil Spencer, director general de Microsoft Gaming, ya no jefe de Xbox propiamente, publicó un mensaje breve y ambiguo en su cuenta de X | Twitter en el que anticipa un anuncio importante para la próxima semana donde se informará sobre la ”nueva visión en el negocio de Xbox”.
We're listening and we hear you. We've been planning a business update event for next week, where we look forward to sharing more details with you about our vision for the future of Xbox. Stay tuned.
— Phil Spencer (@XboxP3) February 5, 2024
De facto, me gustaría decir que no sucederá el peor de los escenarios. De hecho, no lo espero, pero tampoco puedo decir que sucederá lo contrario porque hay un contexto que debemos tomar en cuenta y que estaría dirigiendo los cambios en el negocio de videojuegos de Microsoft, aún contra el deseo de sus fans.
LA SUERTE ESTÁ ECHADA PARA XBOX SERIES X|S
Xbox Series X|S inició con una propuesta más fuerte que la del fallido Xbox One. De inicio, 2 consolas, una de menor poder y precio accesible que sacó las papas del horno en tiempos de pandemia y problemas en líneas de manufactura y distribución. Una mejor alineación de juegos proveniente de Xbox Game Studios, sumado a ZeniMax | Bethesda y después Activision Blizzard King. Pese a que desde hace años se habla de ese ecosistema, Xbox se sigue relacionando con una consola.
Lamentablemente, Xbox Series X|S parecen estar claudicando a medio camino. En el reciente reporte financiero de Microsoft, Amy Hood, directora operativa de la compañía, informó que las ventas de las consolas no cumplieron con las expectativas de 2023 y se espera que durante 2024 sigan cayendo. Aunque no se comparten datos sobre unidades vendidas, las estimaciones señalan que se han vendido poco más de 29 millones de Xbox Series X|S y apenas está emparejando las ventas de Xbox One.
El panorama es poco alentador, y eso lo demuestran los números. Mientras el negocio de contenido de videojuegos y servicios registra números saludables, en parte importante porque en el reciente trimestre fiscal ya se contabilizó la jugosa aportación de Activision Blizzard King, en el apartado de hardware la historia es pobre y no se ve solución a futuro, al menos no en términos de competencia, aunque tal vez sí en el de satisfacer al nicho que todavía quiere jugar Xbox en una consola.
Exclusivos de buena calidad, una oferta atractiva con Xbox Game Pass, títulos en desarrollo que lucen muy bien, 2 opciones en el mercado… ¿Por qué diablos no están comprando un Xbox Series X|S? La respuesta es sencilla: Microsoft Gaming falló para entrar en el terreno que desde hace años le genera ingresos y ganancias brutales a PlayStation.
No podemos cerrar los ojos ante la realidad. Actualmente, PlayStation 5 es la consola donde se juega Fortnite: Battle Royale, Call of Duty, EA Sports FC, NBA 2K y Madden NFL 24 en mayor medida; esto por mencionar sólo algunos de los monstruos de mercado. Xbox no pudo hacer nada contra eso.
Imaginemos una situación propia de un país desarrollado, donde comprar una consola es una opción de entretenimiento y no un lujo. En esa realidad, los jóvenes de secundaria, preparatoria o universidad platican sobre sus hazañas en los videojuegos más populares, y aquellos que aún no tienen una consola preguntan ¿en dónde juegan? La respuesta: “en PlayStation 5, bro”. ¿Qué pasa? El cliente en potencia le pide a sus padres, ahorra o trabaja medio tiempo para comprar la actual consola de Sony. Esto a escala local, pero entre la gente de la farándula es común ver atletas, actores y músicos divirtiéndose con un PS5. En definitiva, Xbox no pesa en esos territorios y parece no haber razones para comprar uno, a menos que sea una auténtica ganga; lo peor es que en algún momento de su historia, cuando el Xbox 360, Microsoft tuvo todo esto en sus manos.
Peor aún, el reporte financiero y las declaraciones de Amy Hood confirmaron que los grandes descuentos que tuvo Xbox Series X|S en la temporada de fiestas de 2023 no sirvieron para nada; los consumidores pasaron de largo ante la oferta, mientras el PS5 vendió como pan caliente y no precisamente, como hemos señalado, por sus exclusivos.
Entonces, aunque la estrategia gire en torno a un ecosistema de gaming, el hecho de que una de sus partes, la consola, se note débil y sin perspectiva a futuro, hace inevitable el ajuste, pues el objetivo es que cada sector de Microsoft Gaming sea rentable y cumpla con las expectativas, algo en lo que Xbox Series X|S ha quedado a deber.
MICROSOFT Y PHIL SPENCER: ¿SE ROMPIÓ LA ARMONÍA?
En el nivel directivo y corporativo no hay casualidades; nada sucede por azar y cada una de las decisiones tiene mensaje y destinatario. En este sentido, algunos reportes señalan que hay una pugna interna entre Microsoft Gaming, liderado por Phil Spencer, y Satya Nadella en mancuerna con los jefes financieros de la compañía. Hasta ahora no hay manera de comprobarlo más allá de lo que dicen algunas fuentes confiables, pero una serie de eventos dejarían ver que están viviendo una luna de miel.
Como señalamos en el inicio, Tim Stuart, director financiero de Xbox, fue el primero en mencionar abiertamente que había intenciones de llevar la oferta de gaming de la marca a PlayStation y Nintendo. En su momento, se consideró un exabrupto ante inversionistas y Phil Spencer lo contradijo días después, asegurando que eso no era parte de los planes. Sin embargo, Satya Nadella, el máximo jefe de Microsoft, reafirmó lo dicho por Tim Stuart. Que haya 2 versiones de una política tan relevante es algo extraño en una compañía de este tamaño.
Si bien existe una estructura vertical y una jerarquía en el ámbito directivo, una declaración de ese tamaño tenía que darla sí o sí Phil Spencer, sólo porque es el director general de Microsoft Gaming, pero no fue así. Tanto el director financiero de Xbox como el director general de Microsoft pasaron sobre él y causaron buena parte de todo el caos actual. Eso, sólo sucede cuando hay problemas, tensiones o desacuerdos de gran magnitud.
En el mundo de los negocios, el laboral, el deportivo, cualquiera, eres tan bueno como tus últimos resultados. El pasado siempre queda atrás, y si bien Phil Spencer puede presumir que tomó una marca moribunda y la llevó a convertirse en el tercer sector más rentable de Microsoft, por encima de Windows, la ola que amenaza con cambiarlo todo puede pasarle por encima, si en el presente no presenta números saludables.
Recientemente, Microsoft se convirtió en la segunda compañía en la historia en lograr una capitalización trillonaria; la primera fue Apple, algo que ha sido posible gracias al impulso de su negocio de la nube Azure y a la reciente inversión y expectativa alrededor de OpenAI. Justamente aquí podría estar la clave de lo que sucede y lo que pasa por la mente de Satya Nadella y los jefes financieros de la compañía.
Durante décadas, Microsoft ha tratado de ganar presencia en cuanto sector sea posible, así sea de forma rastrera. Alguna vez pretendió que todo equipo de cómputo en la Tierra tuviera Windows, también usó su poder financiero y posición en el mercado para privilegiar Internet Explorer en contubernio con Intel, lo que socavó cualquier intento de la competencia en materia de exploradores para poder conseguir una tajada de ese pastel —este caso se transformó en el famoso juicio Estados Unidos vs Microsoft de 1998—.
"Los videojuegos son el futuro de la manera en que experimentamos a Microsoft en casa y las formas en que interactúan con los consumidores y cómo llegarán a las nuevas generaciones. Windows, PowerPoint, Excel y Word no van a lograr eso” ― Peter Moore
Si bien en la actualidad hay competencia en distintos sectores de la era digital, Microsoft ha encontrado la manera de diversificar su oferta de productos y servicios, pero la posición dominante que acaba de ganar en el negocio de la nube y la inteligencia artificial, en este último superando a Google, es demasiado atractiva como para no desear explotarla. En la entrevista que realizamos a Peter Moore, leyenda de Xbox en la era del Xbox 360, nos dijo que la marca de gaming y su oferta son la clave para una expansión importante de Microsoft: “los videojuegos son el futuro de la manera en que experimentamos a Microsoft en casa y las formas en que interactúan con los consumidores y cómo llegarán a las nuevas generaciones. Windows, PowerPoint, Excel y Word no van a lograr eso”.
¿Los tentáculos de la nube y la IA quieren conectarse con el gaming? Por supuesto, es el principal negocio de Microsoft y la era de Satya Nadella ha demostrado que el objetivo es usar estas 2 tecnologías para cubrir cuanto sea posible en la vida diaria de los miles de millones que habitamos este planeta y usamos algún dispositivo tecnológico conectado a Internet, por eso en el ámbito de gaming sólo le importan los usuarios... nada más. ¿Qué importa el añejo tribalismo de consolas cuando puedes llegar a un mayor número de usuarios y seguir aumentando los indicadores verdes para cada informe financiero? Lo mínimo, incluso si eso significa pasar por alto a Phil Spencer.
Es probable que Microsoft no quiera perder tiempo y tampoco esté dispuesto a esperar años para ver los frutos de sus recientes adquisiciones. No puedes gastar $80 MMDD en 2 editores para ver cuándo dejan ingresos y ganancias. Los números y proyecciones indican que Xbox Series X|S no crecerán en ventas de forma destacable y competitiva; el mismo Phil Spencer reconoció hace años que no pueden competir contra PlayStation y Nintendo. El mundo postpandemia no fue como se pensaba y el gaming de Xbox en Xbox Cloud para dispositivos móviles está pasando desapercibido y enfrenta una dura competencia con el aumento de hardware como Steam Deck, Asus ROG Ally, lo que viene de MSI y lo que haga Nintendo con el Switch 2. Tampoco estamos en un punto en que un jugador diga: “voy a comprarme una Smart TV Samsung para jugar videojuegos usando Game Pass”.
Para bien y para mal, los indicadores muestran que el negocio de videojuegos de Microsoft está creciendo en contenido y servicios, pero se acerca peligrosamente a las limitaciones de su propio modelo. ¿Cuál parece la solución? Llegar a más mercado apelando a la enorme base que tienen PlayStation y Nintendo, dar un golpe sorprendente sobre la mesa que permita a Microsoft seguir adquiriendo compañías, estudios y editores a sus anchas mientras distribuye esos mismos juegos en todas las consolas, PC y canales digitales potenciados por la nube de Azure y con una experiencia personalizada cortesía de OpenAI.
Excited for all that people will achieve with this next generation of AI, as we bring the power of Copilot to anyone, anywhere, on any device. https://t.co/FU9bDmw5gN
— Satya Nadella (@satyanadella) February 7, 2024
CONCLUSIÓN
Hasta ahora, las exclusividades siguen siendo un componente muy valioso en todas las plataforma o los servicios. No hay uno que lo tenga todo ni uno que se desprenda de todo. En el caso de los videojuegos, la moneda corriente son Call of Duty, EA Sports FC, Fortnite y demás; y las exclusividades —hasta ahora— son un plus muy importante.
Pese a que parece que el caos abraza a Xbox, no hay indicios de que suceda lo de SEGA, y es probable que el lanzamiento de juegos de Xbox Game Studios en PlayStation y Nintendo, si sucede, se realice caso por caso, pues sería ingenuo no pensar que esos juegos ya fueron sometidos a proyecciones de ingresos y ganancias como multiplataforma, así que la suerte estaría echada a estas alturas. Asimismo, tampoco hay indicios de que Xbox, como hardware, desparezca y rumores recientes apuntan a una nueva era con una consola poderosa y una portátil. Lo que es cierto es que Xbox va a cambiar a media generación, no es lo esperado, pero sí lo necesario, el riesgo está en que esa decisiones podrían no pasar por aquellos que han reconstruido la marca.
Video: El fracaso de Xbox en los videojuegos
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