Para nadie es secreto que el formato físico en los videojuegos va de salida. La transición hacia lo digital se ha acelerado dramáticamente y algunas compañías están dando el inevitable paso que significará un cambio radical. Las señales están por todas partes y todo indica que pronto viviremos un cambio que marcará a la industria de los videojuegos para siempre, aunque existe una ligera luz en el horizonte para aquellos que se aferran al modelo tradicional y les gusta tener discos o cartuchos. ¿Qué sucederá? Veamos a continuación.
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LA MAYORÍA DE LOS AAA SERÁN DIGITALES EN LOS PRÓXIMOS AÑOS
Una de las grandes sorpresas en esta temporada de anuncios fue la revelación de detalles sobre Alan Wake 2, secuela muy esperada, pero lo que nadie imaginó es que el anuncio desvelaría el cambio que está en marcha. El título de Remedy Entertainment es posible gracias a su relación con Epic Games, uno de los monstruos comerciales del gaming, y a un mutuo acuerdo de que sólo saldrá en formato digital.
"No habrá más discos, no habrá más cartuchos, una tendencia que se acelerará durante los próximos 2 años y para 2028 la mayoría de los juegos de este tipo sólo estarán disponibles en digital"
La noticia corrió como pólvora y, tanto los cuestionamientos como las críticas y los análisis surgieron por montones. De acuerdo con Mat Piscatella, analista de Circa, estamos entrando en la era de los AAA que prescindirán del formato físico. No habrá más discos, no habrá más cartuchos, una tendencia que se acelerará durante los próximos 2 años y para 2028 la mayoría de los juegos de este tipo sólo estarán disponibles en digital.
Sabemos que esto puede suceder más pronto que tarde en franquicias como Call of Duty o FIFA, pero podría extenderse a tus amados God of War, Assassin’s Creed, Halo, Gears, The Last of Us y todas esas grandes producciones que hoy batallan para alcanzar cifras que los mantengan relevantes ante el enorme peso de los juegos como servicio y los multijugadores en línea. Asimismo, Piscatella considera que el cambio será más notorio en PlayStation y Xbox, mientras que en Nintendo tardará un poco más, pues la compañía japonesa sube a una tendencia hasta que encuentra la manera de que se acople a la perfección con su modelo de negocio.
El detalle en cuestión es la decisión de una de las compañías involucradas. Se dice que el enfoque digital en Alan Wake 2 obedece a una mejora en el proceso de desarrollo e incluso para ponerlo en el mercado a un precio menor a $70 USD, pero es claro que Epic Games dio el paso que algunos no se animaban a dar porque, aunque puede absorber un modelo con distribución en disco, simplemente prefirió no hacerlo.
Dicho esto, es inevitable recordar aquel momento de algarabía cuando se presentó el PlayStation 5 y semanas después Take-Two aprovechó la ocasión para anunciar que NBA 2K21 costaría $70 USD. El mensaje fue claro: una gran compañía se animó a subir el precio para marcar un nuevo estándar y pronto le siguieron las demás, pese a las críticas de un sector, así que no es disparatado pensar que lo mismo sucederá con el tema de los formatos en el gaming. Las grandes empresas marcan el camino a seguir, nos guste o no.
LAS SEÑALES DEL FIN DEL FORMATO FÍSICO ESTÁN POR TODOS LADOS
Al caso de Alan Wake 2 hay que sumar algunas controversias relacionadas que dieron de qué hablar en los últimos días. Nos referimos a la disponibilidad en físico de Like A Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name, nueva entrega de Yakuza, limitada a ese formato en mercados asiáticos y de la polémica por el anuncio de que las ediciones de colección de Starfield y Spider-Man 2 no tendrán disco. Se supone que esto se basó en los poseedores de un Xbox Series S o de PC y de PS5 digital en el caso de Sony, pero la realidad es que quien tenga interés en la versión definitiva y copia física de estas ediciones tendrá que gastar en ambos productos por separado. Peor aún, se reveló que la trilogía de Batman: Arkham para Switch sólo tendrá el primer juego en el cartucho, los demás tendrán que ser descargados, una práctica común para algunos juegos de la consola híbrida.
Poco a poco, los editores comienzan a insinuar la posibilidad de decir adiós al formato físico por diversas razones. Tomemos el caso de Final Fantasy XVI con Square Enix reconociendo que el juego estuvo cerca de salir en 2 Blu-ray, pero el equipo de desarrollo logró la compresión necesaria para que todo quedara en un solo disco. De haber sido diferente, los costos de fabricación se hubieran elevado y los tiempos de desarrollo habrían sido otros, pues era necesario tener listo el master con la versión final con mayor anticipación para dar inicio al proceso de impresión y distribución de las copias físicas; todo esto implica un costo más elevado porque, aunque se nos olvide en ocasiones, cada parte de la creación de un videojuego, por mínima que sea, cuesta.
Precisamente la reciente entrega de Final Fantasy XVI se une a otros grandes lanzamientos del año, como Star Wars Jedi: Survivor, que reportan no haber alcanzando los números de venta iniciales de sus antecesores en formato físico en mercados importantes como Reino Unido y Europa. Esto no significa que vendieron menos en general o que fallaron; de hecho, están vendiendo más y tienen mejor desempeño en el mercado, la diferencia es que la mayoría de copias se adquirieron por vía digital, así que las ventas físicas son intrascendentes en comparación con las digitales.
Los videojuegos pueden ser creatividad, pasión, diversión y todo lo que queramos, pero también son un negocio y las cifras siempre afectan el camino a seguir para producirlos. En este caso, basta con ver lo que sucede en las grandes compañías para anticiparnos.
En los últimos 10 años, Electronic Arts ha visto un ascenso impresionante en sus ingresos y ganancias por vía digital, mientras desciende el registro en sus gráficas que da cuenta del formato físico . Durante y después de la pandemia, el porcentaje de copias físicas y digitales muestra una proporción de 20% y 80%, o sea, que de cada 100 copias vendidas, sólo 20 están en un disco o cartucho. Sabemos que esto no tiene relevancia en FIFA, Madden o cualquier entrega deportiva, pero no olvidemos que EA tiene en sus manos Star Wars Jedi, Mass Effect, Dragon Age, Dead Space y otras franquicias de estilo tradicional que en el futuro podrían prescindir de un lanzamiento en físico.
"Capcom y su contundente 90% de ventas de copias digitales versus 10% en disco o cartucho"
Capcom es otro de los ejemplos más notorios para mostrar el impresionante cambio en las tendencias de consumo. La compañía japonesa vive su momento de mayor éxito en la historia y los datos que lo confirman son el contundente 90% de ventas de copias digitales versus 10% en disco o cartucho. Con Capcom no hablamos propiamente de juegos como servicio o entregas deportivas anuales, sino de Resident Evil, Devil May Cry, Street Fighter y Monster Hunter, franquicias que a varios jugadores les gusta tener en sus colecciones, pero que muchos otros optaron por la copia digital.
Mientras eso sucede en casos particulares, hay una tendencia que podría influir en las decisiones de los editores respecto al formato físico o incluso limitarlo para un nicho y cambiar el modelo de negocio. La realidad del gaming es que hoy está dominado por los juegos como servicio y los multijugador en línea, mientras los títulos tradicionales van a la baja.
De acuerdo con un análisis de la firma PricewaterhouseCoopers, durante 2022 los videojuegos casuales y sociales generaron más de 70% de los ingresos y las ganancias en el mercado de gaming en Estados Unidos, mientras que los juegos tradicionales sólo aportaron 26.7%. En este momento, el gaming tradicional, entendido como Zelda, ELDEN RING, Final Fantasy, Halo y demás, se mantiene a flote con ese porcentaje como un negocio rentable; sin embargo, las proyecciones indican que para 2027 la proporción de los juegos como servicio y experiencias en línea aumentará, mientras la otra parte seguirá a la baja.
Menos ingresos, menos ganancias y mayor riesgo como negocio podrían sembrar más dudas en las cada vez más codiciosas compañías de videojuegos para considerar si vale la pena poner un juego en formato físico en el mercado.
¿QUÉ SUCEDERÁ CON LOS DISCOS Y CARTUCHOS?
La expectativa sobre este apocalipsis del formato físico en los videojuegos es que suceda en los próximos 5 años, pero hay una ligera esperanza que tampoco es seguro que agrade a quienes prefieren sus juegos en disco. El proceso de degradación que ha sufrido el formato físico en el gaming es terrible, atrás quedaron aquellos años en que un empaque era parte del concepto de la obra con una portada atractiva, una contraportada que invitaba a meterse de lleno en la propuesta, un manual con instrucciones, arte e historia y una impresión en disco que emocionaba. Durante muchos años, generaciones enteras pasaban horas simplemente admirando cada parte de este paquete hasta que la industria les arrebató ese sueño.
Primero, vino la ausencia de color en los manuales, luego se redujo el número de páginas, después, simplemente desaparecieron. El empaque sufrió cambios por regulaciones en pro del cuidado ambiental, mientras que la impresión en los discos fue cada vez más pobre. Las portadas se mantienen, pero son menos espectaculares y las contraportadas están llenas de información legal. En resumen, las compañías sólo están cumpliendo con una cuota de mercado y nada más, y tal vez estarían más satisfechas si no lo hicieran.
Es aquí donde, extrañamente, surge la única luz que brilla en el final del camino. Pensamos que la opción a futuro es que las empresas de videojuegos, de forma directa o licenciando a través de terceros, lancen ediciones físicas emulando lo que sucedió en la industria musical con los CD y los discos de vinilo. Actualmente, los LP generan más ingresos que el disco compacto y, tanto grupos musicales como solistas, encuentran en ellos una fuente constante e importante de ingresos en plena era digital.
En los videojuegos podría suceder algo parecido con propuestas similares a las de Limited Run Games y compañías que buscan la estafeta para cargar con la responsabilidad de no dejar morir el formato físico, aunque es seguro que esto será a cambio de un precio mayor, pues no esperes que sigan costando $70 USD porque el objetivo será atender a un nicho que será cada vez más pequeño. Esto no sucederá en todos los casos, así que el número de juegos que estarán disponibles en físico será mucho menor al que tenemos hoy.
CONCLUSIÓN
Nos guste o no, el gaming está cambiando y las nuevas tendencias de publicación, venta y consumo, también. El formato digital no es el demonio encarnado, tiene sus pros, como la portabilidad vía cuenta de usuario, las promociones constantes y ser una opción muy atractiva de mercado. Sin embargo, también está sujeto a su realidad como producto: sólo se paga el uso de licencia, con los riesgos que eso implica a futuro.
Hoy, pese a todo, muchas de las ediciones físicas de un videojuego son la versión 1.0 que se puede jugar de inicio a fin sin actualizaciones. Ese disco o cartucho resiste ante la dependencia de las consolas a Internet y alimenta esa sensación de posesión de un producto porque es posible tocarlo y manipularlo; es también aquí donde la nostalgia hace de las suyas y nos hace ver que esa relación palpable jugador–videojuego está terminando. Lamentablemente, los datos y las tendencias muestran que las compañías están por dar el paso más temido hasta llegar al momento en que la mayoría de los videojuegos sean digitales. Es cuestión de tiempo y nada más.
¿Qué opinas sobre esta transición en el mundo del gaming? ¿Qué formato prefieres? ¿Qué pros y contras encuentras en el formato físico y en el digital? ¿Estarías dispuesto a pagar mucho más de $70 por una edición física en el futuro?
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Video: El final del formato físico
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