Microsoft no ha escatimado al momento de comprar estudios. Gracias a esto, Xbox es una maquinaria con más de 20 equipos talentosos que tienen proyectos fabulosos entre las manos. Eso quiere decir que Xbox Game Studios tiene el potencial para ofrecernos algunos de los mejores títulos de la industria; sin embargo, durante años ha sufrido un serio problema que lo ha impedido: la mala gestión de sus juegos.
El resultado es que algunos títulos demoran mucho más de lo esperado en llegar y que ciertos proyectos simplemente no cumplan con las expectativas. Recientemente, se reveló que el desarrollo de Perfect Dark es un caos y que ha pasado por múltiples reinicios desde su presentación en 2020.
Desafortunadamente, no se trata de un caso aislado; otros proyectos han sido víctimas de una encrucijada. Xbox promete libertad creativa a sus estudios, pero en ocasiones eso se transforma en una falta de supervisión que genera desastres.
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La falta de supervisión limita el potencial de Xbox Game Studios
Microsoft y Xbox han prometido libertad creativa a todos los estudios que han comprado. De esta forma, equipos con mucho talento han seguido operando de forma habitual, pero potenciados por el músculo tecnológico y económico de las compañías.
Esta independencia nace de la confianza que Xbox tienen en sus nuevos equipos, pues saben de lo que son capaces. Después de todo, Microsoft vio algo especial en ellos y decidió invertir millones de dólares para adquirirlos.
Es un hecho que dirigir algo tan enorme como Xbox Game Studios y crear videojuegos es complejo, pero durante años hemos visto que Xbox cojea del mismo pie: la gestión de sus estudios y proyectos. Esa libertad creativa que promete muchas veces se ha convertido en una política de no intervención, que resulta fatal cuando un juego pasa por problemas o está directamente en un infierno de desarrollo.
El ejemplo más reciente es Redfall, que ya era un desastre incluso antes de que Microsoft comprara Bethesda. Sabemos que los desarrolladores esperaban que el proyecto se cancelara o se reiniciara cuando Xbox viera su estado. Sin embargo, la compañía sólo intervino para cancelar la versión de PS5 y dejaron que el proyecto continuara a su suerte.
Por supuesto, confiaban en el pedigrí de Arkane Studios, pero ¿acaso Xbox no vio el desastre que ya era el juego y todos los problemas que ahora le correspondía resolver? Phil Spencer, jefe de Xbox, y Matt Booty, encargado de Xbox Game Studios, reconocieron que no hicieron el mejor trabajo al acercarse a Arkane Studios, así que aceptaron que deben mejorar la gestión de sus juegos, sobre todo de los que llegan a sus manos cuando ya están en desarrollo.
Este problema de gestión también ha impactado en otros juegos que, sin duda, pudieron ser mejores o debutar sin retrasos excesivos. Microsoft compró Ninja Theory en 2018 y, desde entonces, sólo han lanzado Bleeding Edge, un total desastre que prácticamente desapareció en cuestión de meses. Sabemos que Hellblade II: Senua's Saga llegará en 2024 y que el estudio también trabaja en Project: Mara. Pese a esto, no deja de ser decepcionante que Ninja Theory sólo haya entregado Bleeding Edge hasta ahora.
Por otro lado, tenemos Crackdown 3, juego anunciado en 2014 que sufrió múltiples retrasos para, al final, no cumplir las expectativas. El título prometía ser revolucionario gracias al poder de la nube; no obstante, ese campo de experimentación se convirtió en un desastre donde varios estudios sufrieron las consecuencias de la mala gestión.
La crisis de 343 Industries es uno de los mayores descuidos de Xbox. Hablamos de Halo, la franquicia más icónica de la marca, así que todos esperamos que la compañía preste especial atención al estudio y a sus proyectos. Quedó claro que no es así tras el tropiezo de Halo Infinite y su retraso, que dejó a Xbox Series X|S sin exclusivo de lanzamiento.
Posteriormente, exdesarrolladores de 343 Industries destaparon una falta de liderazgo y una mala organización que implicó fuga de talento y la salida de directivos importantes, entre ellos, Bonnie Ross. La realidad del estudio es más que preocupante, pues ha tenido una administración deficiente durante años, que le ha salido cara a una de las franquicias más icónicas de toda la industria.
En este sentido, resulta inevitable recordar las palabras que Phil Spencer dijo en 2011: “Si perdemos nuestro camino con Halo, perdemos nuestro camino con Xbox”.
Por su lado, Rare anunció Everwild desde 2019 y no hay señales de la nueva IP, así que es normal que los jugadores estén preocupados, sobre todo porque el título fue uno de los grandes ausentes del Xbox Games Showcase 2023. Reportes aseguran que Everwild ha pasado por un ciclo de reinicios y que su lanzamiento aún está lejos.
El caso de Perfect Dark es otra bandera roja. El proyecto está en manos de The Initiative, estudio que Microsoft fundó en 2018 con una misión: hacer realidad su primer juego AAAA. Aquí la situación es muy diferente a la de Redfall, pues el regreso de Joanna Dark depende de un equipo que Xbox ha formado durante los últimos años. La compañía debería tener el control del título, pero sabemos que su desarrollo también es un lío.
The Initiative trabajó con Certain Affinity en las etapas iniciales del juego. Cuando el estudio de apoyo dejó el proyecto, llegó Crystal Dinamics para retomar lo que ya se había hecho. No obstante, encontró desorden y un trabajo sin cimientos, así que tuvo que reiniciar el desarrollo en 2022.
"La libertad creativa no dará buenos resultados si Xbox no ajusta, redirecciona o incluso cancela proyectos"
La cuestión es que exempleados de The Initiative culpan a Xbox por lo ocurrido, pues afirman que la compañía se ha mantenido al margen de los problemas internos, todo en pro de la libertad creativa y su política de independencia. Incluso un desarrollador afirmó que Xbox sólo les da dinero para poder continuar, aunque la situación sea un caos y un contexto ideal para el desastre.
Así pues, queda claro que la no intervención de la compañía ha dañado más que ayudado a ciertos proyectos. La libertad creativa es, sin duda, muy buena para los estudios, pero no dará buenos resultados si Xbox no es capaz de ajustar, redireccionar o incluso cancelar proyectos cuando las cosas no van bien.
En este sentido, se entiende que cierta parte de la comunidad tema que Microsoft siga comprando estudios a diestra y siniestra, porque sus nuevos equipos pueden entrar en este ciclo de poca supervisión. Después de todo, para hacer un gran juego se necesita más que dinero.
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Xbox ya trabaja para mejorar la gestión de sus estudios
Por supuesto, no todo está mal en Xbox Game Studios. Pese a las dificultades y los casos anteriores, Xbox ha entregado juegos sobresalientes durante los últimos años. Algunos de sus estudios, como Playground Games, Obsidian Entertainment y Double Fine han brillado gracias a sus geniales lanzamientos. De cualquier manera, es innegable que la maquinaria de Xbox Game Studios requiere una buena aceitada.
Spencer lo sabe, así que recientemente se comprometió a brindar más apoyo a todos sus estudios. A partir de esto, Xbox se enfocará en los juegos pendientes y, sobre todo, prestará especial atención a los proyectos en curso de los estudios que compre. La idea es que esto ayude a que títulos en desarrollo activo o en una etapa temprana de creación vayan por el buen camino.
Esto es sumamente importante porque la percepción de un juego cambia cuando pasa de ser un third-party a first-party. Así, Xbox tiene la responsabilidad de que las cosas se desarrollen de forma aceptable, pues de eso depende gran parte de su reputación y la satisfacción de sus jugadores. Basta con recordar lo que sucedió con Redfall para entender la relevancia de este punto.
Está claro que Starfield será la próxima prueba de fuego para la compañía. Bethesda asegura que el soporte de Xbox para el desarrollo del juego ha sido muy bueno, por lo que el título espacial puede ser un parteaguas y poner fin a los problemas de gestión que han perseguido a Xbox Game Studios.
Por otro lado, no se trata de que Xbox cumpla y entregue juegos sin importar su estado y calidad, sino de que brinde títulos memorables que ayuden a potenciar sus servicios y plataformas. Actualmente, la compañía busca personal para el Xbox Games Technology Group, que se enfoca, entre otras cosas, en brindar infraestructura, herramientas, flujos de trabajo y más a sus equipos internos y externos.
Todo parece indicar que Xbox ya está dando pasos para optimizar su gestión y evitar futuros desastres. ¿Lo logrará? Claramente no será con simples billetazos, menos cuando está cerca de completar la compra de Activision Blizzard. La compañía debe encontrar un mejor balance, involucrarse de lleno en sus proyectos y convencerse de que puede entregar grandes juegos.
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