¿Por qué mueren los juegos? El caso de Overwatch y Babylon's Fall

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Esta semana, Square Enix y Platinum Games anunciaron que finalmente cerrarán el RPG hack n' slash Babylon's Fall este año. El anuncio sorprenderá a pocos, excepto a quienes pagaron 60 dólares por un juego que fue vapuleado por la crítica. El gran problema de esta noticia es que no sólo los calabozos cooperativos serán cerrados, sino incluso el modo de un jugador: a partir del lunes 27 de febrero de 2023, todos los datos del juego serán borrados de los servidores. Es decir: dinero tirado directamente a la basura, o al menos al vacío informático.

Otro anuncio un poco menos catastrófico es el fin de Overwatch. En efecto, a partir del 2 de octubre de este año, es decir en dos semanas, ya no te será posible jugar el producto que compraste. Pero no te preocupes: Overwatch 2 es free-to-play para todos, hayas o no tenido Overwatch. Se siente extraño, empero, que el producto premium por el que pagaste hace años va a desaparecer como humo, siendo sustituido por un free-to-play que, admitámoslo, estará lleno de microtransacciones para poder costearse. No es que le deseemos mal: Blizzard ha tomado buenos pasos como desaparecer la terrible idea de pagar por ítems determinados al azar, pero insistimos en que se siente tan extraño que un producto de calidad en el que uno quizás invirtió mucho tiempo y dinero de pronto deje de existir completamente.

Por supuesto, los casos de Babylon's Fall y Overwatch no son únicos, y se unen a una tendencia reciente de desaparición de viejos títulos, sobre todo aquellos que surgieron en la primera década del siglo. Para nombrar algunos: Battleborn, Bleeding Edge, GTA Online, diversas iteraciones de Forza, las versiones individuales de diversos títulos de Halo, Little Big Planet, Jump Force, Titanfall, el componente online de Metal Gear Solid V, y el de Super Mario Bros. Wii U, entre otros.

No es que pidamos imposibles: la realidad es que es imposible y hasta contraproducente conservar en línea juegos que en muchos casos estaban muertos o llenos de hackers. Por ejemplo, el conteo de jugadores de Battleborn llegó a ser 0 en sus últimos días: se trata de un juego que efectivamente mereció morir. Pero fuera de lo económico, simplemente se siente extraño que un producto pueda efectivamente desaparecer en el aire, a pesar de que en muchas ocasiones estos títulos no fueron free-to-play. Admítelo: sí, está bien que Overwatch 2 sustituirá al primero, pero, ¿cuánto tiempo existirá? En cuanto deje de ser redituable, será borrado, y con ello todo el universo Overwatch. Aterrador...

VIDEO: TUS VIDEOJUEGOS SERÁN HUMO

En fin, independientemente de los motivos por los que ciertos juegos dejan de existir, económicos en su casi totalidad, desde la perspectiva de la conservación esto constituye un panorama aterrador. Simplemente parece que, en el mundo moderno, no hay manera de garantizar la continuidad de la existencia de muchos juegos. Considera los juegos con soporte físico: cada consumidor puede contribuir a su conservación directa o indirecta. Ahora es imposible: un juego que muere es en efecto un juego desaparecido.

Aunque es una lección que hemos repetido muchas veces, tenemos que hacerlo una vez más: aprovecha los últimos años de los soportes físicos como discos y cartuchos. Las siguientes generaciones, por motivos económicos, van a suprimir estos soportes, apostando completamente por los juegos en la nube. Esto quiere decir que una gran mayoría de los juegos serán efectivamente software efímero. Por supuesto, no te animamos a ser un coleccionista, pero te advertimos que, en el futuro muchísimas memorias que tuviste con los videojuegos serán borradas. Es una triste realidad, pero debes estar consciente de ella. Nos vemos.