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Halo es uno de los pilares de Xbox y uno de los mayores referentes de videojuegos en todo el mundo, pero está en declive. La más reciente polémica es la cancelación del modo cooperativo en pantalla dividida en Halo Infinite, luego de prometernos que la opción llegaría este año. El engaño de inmediato puso en alerta a los fieles seguidores de Halo y dañó la confianza de quienes seguían apoyando a Halo Infinite, a pesar de todo. Así comenzó la formación de una bola de nieve que va arrastrando a 343 Industries en un ciclo de malas decisiones. Halo Infinite era la oportunidad ideal para que el estudio se redimiera de sus tropiezos, pero simplemente confirmamos que Halo le quedó grande a 343 Industries.
Halo Infinite era el juego que cumpliría el sueño de revivir al héroe que motivó a muchos a comprar un Xbox por primera vez y que estaba destinado a convertirse en el buque insignia de una nueva generación y definiría a la franquicia en los siguientes 10 años. Además, tenía la responsabilidad de dar el gran paso después de Halo 5: Guardians, una de las entregas más criticadas. Entonces, ¿por qué parece que la franquicia se le va de las manos a 343 industries? Repasamos algunos momentos clave para entender qué sucede con el estudio y con Halo Infinite.
Ascenso y caída
El lanzamiento de Halo 4 fue clave para 343 Industries porque funcionó como su carta de presentación. Tomar la franquicia de las manos de Bungie no era poca cosa, pues los fans estaban llenos de expectativas y querían que el nuevo estudio demostrara su pedigrí con una aventura digna de la serie.
Los fans tenían la impresión de que Bungie había dejado la vara muy alta y las comparaciones fueron inevitables. A pesar de eso, Halo 4 fue un representante digno de la serie y muchos jugadores le dieron su visto bueno, pero otros pensaron que, por el simple hecho de estar en manos diferentes a las de Bungie, faltaría esa “magia” que caracterizaba al estudio y a la saga.
Tras el lanzamiento de otros proyectos como Halo: Combat Evolved Anniversary y Halo: Spartan Assault, llegó uno de los primeros tropiezos del estudio: el debut de Halo: The Master Chief Collection. Esta colección prometía cumplir los sueños de los amantes de la saga, pero el lanzamiento original fue un desastre. Los juegos llegaron plagados de problemas y con un sistema de emparejamiento que arruinó la experiencia multijugador por un buen rato. Con Halo: The Master Chief Collection comenzó la costumbre de 343 Industries de hacer promesas que no cumplía. Eso fue tan grave, que Phil Spencer saló a dar la cara y prometer que arreglarían todos los errores.
"Los fans sintieron un miedo real por el futuro de Halo, pues veían cómo se alejaba poco a poco de su época de gloria"
A esas alturas, los fans sintieron un miedo real por el futuro de la serie, pues veían cómo se alejaba poco a poco de su época de gloria; ese Halo era prácticamente otro juego. Los temores se materializaron cuando llegó Halo 5: Guardians. Con su lanzamiento, quedó claro que la brújula de 343 Industries empezaba a fallar hasta hacerlos perder el rumbo, pues la franquicia multimillonaria de Microsoft era demasiado para el estudio. Halo 5: Guardians tuvo una recepción tan mala, que ni el tiempo ha hecho que la comunidad le dé una segunda oportunidad. Con todo en su contra, Halo 5: Guardians logró dar señales de vida por su componente multijugador, que incluso hoy sigue muy activo. En este punto, parecía que Halo comenzaba a agonizar y el interés por la franquicia vislumbraba su último brillo. La única opción para volver a encender la llama era regresar la serie a su época dorada con un as bajo la manga: Halo Infinite.
Una esperanza que parece extinguirse
El estudio hizo borrón y cuenta nueva para olvidar el trago amargo de Halo 5: Guardians, pero en realidad nunca salió de la crisis que venía arrastrando y que involucraba problemas de organización y gestión interna. Esto complicó el desarrollo Halo Infinite, concebido como un reboot espiritual que regresaría la esencia original a la franquicia.
Cuando llegó el anuncio de Halo Infinite nos dejó un recuerdo difícil de borrar. Fue un momento marcado por la decepción con la inolvidable figura de Craig. Lo que vimos parecía una mala broma y daba la impresión de que 343 Industries no había hecho la tarea durante la etapa de desarrollo. Se suponía que sería el buque insignia que Xbox Series X|S necesitaba, pero el resultado estaba lejos de cumplir con la calidad que los jugadores merecían.
No hubo más remedio que dar marcha atrás y retrasar el juego a un alto costo: las consolas de nueva generación se quedaron sin el gran título que estaban esperando. Era evidente que había problemas, y 343 Industries decidió no ocultarlos… en realidad, no había forma de hacerlo. Bonnie Ross, jefa del estudio, se disculpó y explicó que la planeación de Halo Infinite había sido demasiado ambiciosa y que se dedicaron a perfeccionar su motor de desarrollo. A eso se sumó la pandemia, que redujo drásticamente el ritmo de trabajo.
De pronto, 343 Industries decidió dar un paso arriesgado: lanzaron el modo multijugador, lo que nos dio un panorama más optimista y nos hizo creer que todo iba mejor. De cualquier manera, las dudas de la comunidad seguían presentes porque no había noticias de la campaña, pero todo estaba por cambiar.
Para sorpresa de todos. Halo Infinite debutó con un éxito arrasador: recibió a más de 20 millones de jugadores en su lanzamiento. Era todo un éxito y logró posicionarse como el mayor lanzamiento de Halo en la historia, movimiento que redimió a Craig y nos hizo pensar que 343 Industries al fin había regresado al buen camino. Tristemente, toda esta ilusión se derrumbó más tarde.
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Toda la magia de la Temporada 1 se esfumó por muchas razones, pues había problemas por todos lados, especialmente en el sistema de progresión y los precios de los paquetes de contenido. La desarrolladora respondió con cambios que fueron bien recibidos, pero que tardaron mucho en llegar. Y éste es un punto clave en el accidentado paso de Halo Infinite: 343 Industries se toma mucho tiempo para agregar nuevo contenido.
El mal sabor de boca continuó con la Temporada 2: Lone Wolves que, además de introducir muy poco contenido, acarreó problemas que afectaron la experiencia de juego multijugador, como errores de colisión y desincronización. Lo preocupante es que 343 Industries estuvo al tanto de todo y dejó claro que los errores serán corregidos a largo plazo porque los desarrolladores encargados de este trabajo están ocupados en otras actividades. Este ritmo pausado se debe, entre otras cosas, a que la compañía empezó a apostar por mantener jornadas de trabajo saludables que no comprometan la estabilidad de sus trabajadores.
Con toda la responsabilidad sobre sus hombros, 343 Industries se mantiene firme en sus convicciones y promete que llegará más contenido a partir de noviembre y durante los primeros meses de 2023. La mala noticia es que el modo de campaña cooperativa en pantalla dividida fue cancelado oficialmente con la excusa de que destinaron esos recursos para reforzar otras características del juego como servicio y otras opciones de calidad de vida. La noticia cayó como un balde de agua fría para los jugadores, quienes incluso descubrieron una manera de jugar en este modo a través de un glitch, y dejaron un antecedente de lo que nunca podrá ser.
Todo este proceso ha generado que la confianza en el desarrollo que está por venir esté por los suelos, y que muchos jugadores reflejen su descontento con un bombardeo de negativos para Halo Infinite en Steam. Esta lucha de poderes parece que no tendrá fin, por lo menos hasta que 343 Industries logre estabilizarse y entregue un producto mejor pulido.
Para colmo de males, Bonnie Ross, jefa y fundadora de 343 Industries, se va del estudio por motivos personales. Este movimiento inesperado puede tener consecuencias en el desarrollo del nuevo contenido e incluso, poner en duda el futuro de 343 Industries y Halo como franquicia.
— Bonnie Ross (@PlutonForEver) September 12, 2022
Un barco a la deriva que intenta retomar su curso
Nos queda claro que 343 Industries también ha tenido aciertos, y ha hecho un gran esfuerzo por escuchar a sus jugadores. El estudio tiene la fortaleza para cargar con la franquicia sobre sus hombros, ha sobrellevado las dificultades de cada proyecto y ha dialogado con su enfurecida base de seguidores para solucionar las cosas.
La cuestión es que parece estar atrapado en un círculo vicioso de lanzamientos problemáticos, críticas de la comunidad, soluciones que demoran en llegar y promesas que tal vez nunca se cumplan. Si bien 343 ha reconocido sus errores, los fans no dejan de preguntarse cómo sería la saga si estuviera en las manos de Bungie; hasta se preguntan si Halo estaría mejor con otro estudio de Microsoft, sobre todo ahora que tienen a expertos en el género tras la compra de Bethesda y, próximamente, de Activision.
A pesar de sus errores y tropiezos, Halo Infinite es propositivo y hace un intento por llevar la saga un poco más allá, pero 343 Industries no ha encontrado la forma correcta de aprovechar el potencial del juego y su legado. La paciencia de los jugadores se agota poco a poco, pues cada buena noticia sobre el juego siempre termina acompañada de algún detalle que eclipsa lo positivo. ¿Algún día cambiará esta dinámica? Es difícil saberlo.
Video: La debacle de Halo Infinite: ¿qué pasa con 343 Industries?
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