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El exitoso ciclo del PlayStation 4 cerró con una noticia inesperada: Shawn Layden dejaba su puesto y el mandamás de Sony Interactive Entertainment sería Jim Ryan. El cambio se dio entre una ola de rumores sobre disputas respecto al rumbo que debía seguir PlayStation y su negocio en una industria cada vez más dinámica. El nuevo jefe de la marca tomó las riendas antes del lanzamiento de PS5 y los cambios se hicieron sentir desde el primer momento: inició un proceso de unificación que implicó reestructurar divisiones con más impacto en Japón tras el cierre de Japan Studio; una estrategia unificada con PlayStation como marca global y toma de decisiones y acciones que siguen generando polémica. Se sabe que la industria del entretenimiento es sensible al cambio en las tendencias, así como a la relación con los consumidores, y algo que ha destacado en años recientes es que PlayStation parece haber perdido la brújula en cuanto a lo segundo, un riesgo importante cuando sus competidores optan por endulzar el oído y la vista de los jugadores. En este sentido, PlayStation está tomando un rumbo contracorriente y esa factura puede salir muy cara.
Nota: el contenido de este artículo es temático y no cronológico, de manera que en cada apartado se abordarán distintos hechos sin llevar un orden por año.
Aumento de precio en videojuegos de nueva generación
Junio de 2020 vio la presentación oficial de PlayStation, y después de toda la emoción que generó el sucesor del exitoso PS4, bastaron unas semanas para que surgiera la primera polémica: el aumento de precio en los videojuegos pasando del estándar de $59.99 USD a $69.99 USD. Si bien este pequeño pero resonante escándalo llegó de forma indirecta a PlayStation, pues Take-Two y Activision Blizzard fueron los encargados de dar la “sorpresa” de los precios de nueva generación para sus franquicias más exitosas, NBA 2K y Call of Duty, la compañía dio carpetazo al asunto con una justificación muy clara y hasta prometedora.
"Mientras la comunidad se quejaba amargamente, Jim Ryan justificó el aumento"
La comunidad se quejó amargamente y varios miembros de la industria defendieron la decisión, apoyados en los años que habían pasado sin una actualización de precio. Lo que hizo Jim Ryan fue señalar que $69.99 USD, en el caso del entorno de Sony, tenía toda la razón del mundo porque aseguraban exclusivas con los más altos estándares de producción y PS5 ofrecería una gran experiencia de nueva generación.
Lamentablemente para PlayStation, mientras sus intereses se inclinaban hacia el lado de compañías que perciben a los jugadores igual que el Sr. Burns de Los Simpson o Don Cangrejo de Bob Esponja, su competidor directo, Xbox, optó por no involucrarse en la polémica, y señalando que el precio de la nueva generación se definiría según el equilibrio entre el modelo de negocio y el interés de los jugadores. Desde la perspectiva general, la nueva era de PlayStation había quedado mal parada ante el público, porque aprobó sin cuestionamiento el nuevo estándar de $69.99 USD. Xbox manejó excelentemente bien la situación y, bueno, PC observaba desde lo lejos debido a que es un auténtico paraíso en cuanto a ofertas.
Por supuesto, Sony es una compañía pequeña en comparación con el monstruo Microsoft y sus limitantes se relacionan con el impacto de su negocio en el mundo de los videojuegos. Sin embargo, después del éxito abrumador a nivel consola que fue el PS4, se esperaba que la compañía tuviera más capacidad para manejar un tema inevitablemente polémico como el aumento en el precio de los videojuegos. La era de PS5 y Jim Ryan arrancó sobre los hombros de años exitosos del PS4, pero pecó de arrogante, quizás esperando los mismos o mejores resultados pero ignorando lo que venía en camino y la siguiente controversia.
La polémica actualización de PS4 a PS5
La emoción por una nueva generación de consolas estaba en todo lo alto, pero el panorama era poco o nada alentador debido a la pandemia por COVID-19. En el caso de Sony, esto se convirtió de inmediato en una dificultad, primero, por los problemas en las cadenas de fabricación y distribución que impedirían alcanzar un nivel de ventas aceptable para aprovechar el buen momento en que PS4 entregaba la estafeta a PS5; segundo, porque la nueva administración (con Jim Ryan a la cabeza, poco interesada en el pasado) se vio obligada a prolongar la vida de la consola de anterior generación y asegurar lanzamientos importantes en ella.
Ingenuamente, pensaron que los fans dejarían pasar todo y anunciaron que los juegos exclusivos que recibieran una versión mejorada para PS5 o tuvieran una edición compartida con PS4 podrían actualizarse a nueva generación a cambio de módicos $10 USD. El golpe no era nuevo, pues otras compañías habían compartido sus planes terribles y enredados respecto a los lanzamientos intergeneracionales, pero cuando Sony lo dijo, la comunidad encendió las antorchas. Juegos como Horizon Forbidden West, Gran Turismo 7 y God of War Ragnarök no se actualizarían gratis a la versión de PS5, como sucedía con la nueva generación de Xbox gracias a su sistema Smart Delivery. La comunidad enfurecida hizo reaccionar a Jim Ryan y a PlayStation, quienes dieron su brazo a torcer en algunos casos, pero también dejaron claro que no habría más juegos con update gratuito, haciendo gala de berrinche y amenaza.
Curiosamente, las decisiones de PlayStation y su pésimo manejo de comunicación en esta polémica provocaron otra. Veamos el caso de Horizon Forbidden West, cuya versión de PS4 que costaba $59.99 USD, se actualizaría gratis a la de PS5, lo que hacía absurda la compra de la versión de nueva generación en $69.99 USD. ¿Qué hizo PlayStation? Escondió, en la medida de lo posible, la versión de PS4 en su plataforma digital y bombardeó al usuario para que adquiriera la de PS5 apelando a que los incautos cayeran en la trampa . Esta acción fue muy cuestionada porque estaba a la vista de todos.
El escándalo con PS3 y la desaparición de algunos juegos base a favor de la venta de versiones Premium
Marzo de 2021 trajo una noticia temida, pero que hasta entonces no nos había quitado el sueño: el cierre de la PlayStation Store en PS3, PSP y PS Vita. Sí, sabemos que esto aplica a toda la industria, sabemos que las plataformas digitales y sus licencias tienen fecha de caducidad, pero ¿quién demonios pensaba en ello hace más de 10 años? El impacto de la realidad nos hizo ver lo rápido que pasó el tiempo y que todos esos videojuegos desaparecerían, en muchos casos, para siempre. Peor aún, el anuncio dio visibilidad a la problemática del “CBOMB”, relación entre la batería del CMOS de un PS3 y la primera validación en línea que requiere la consola para iniciar operaciones, algo imposible de hacer otra vez si es necesario cambiar la pieza y ya no existe la PS Store. Aunque esto se solucionó en el PS4, sigue siendo una realidad y un terrible destino para el PS3, y Sony sigue sin pronunciarse al respecto.
De nueva cuenta, la comunidad explotó contra PlayStation y la ola de quejas logró que se revirtiera la decisión y garantizara la vida artificial de la PS Store en las consolas mencionadas. Otra vez, a regañadientes en lo privado y alzando la bandera de escuchar al usuario en lo público, PlayStation modificó sobre la marcha, pero lanzó una que otra crítica mordaz, como la de Jim Ryan refiriéndose despectivamente a los juegos de anterior generación, aunque después tuvo que aclarar que no está en contra de los juegos “viejos”.
Video: ESPECIALES - ¿Qué pasará con el cierre de la PlayStation Store en PlayStation 3, Vita y PSP?
"Sustituir versiones, eliminando ediciones base a favor de las premium, manteniendo un costo menos susceptible a bajar en el corto y mediano plazo"
El tema cobró relevancia hace unas semanas, cuando usuarios de PS3 no tuvieron acceso a entregas digitales de clásicos como Chrono Trigger, Chrono Cross y Final Fantasy luego de que el sistema indicó el vencimiento de las licencias justo después del lanzamiento de Chrono Cross:The Radical Dreamers Edition. El fantasma de las licencias digitales reapareció en forma de bug (pues eso era lo que estaba ocurriendo), pero recordó los alcances de los juegos digitales y que su vigencia y accesibilidad penden de un hilo, que básicamente es el capricho o la necesidad de la compañía en turno. Todos pensamos lo mismo: “maldito Square Enix, impide el acceso a versiones antiguas para obligar al usuario a comprar las recientes”.
Fue entonces cuando me pregunté: ¿alguien notó que las versiones base de juegos como Ghost of Tsushima y Death Stranding ya no existen en la PS Store? Así es, hoy, en su versión digital, ambos juegos existen y se ofrecen en la plataforma de Sony en versiones Director’s Cut, Deluxe o con cualquier añadido que las justifique como ediciones especiales y, por ende, eso les permite mantener un costo menos susceptible a bajar en el corto y mediano plazo. Claro que, desde la perspectiva de PlayStation, esto tiene justificación porque es su negocio y lo manejan como quieren, además de que se trata de sacar el mayor provecho económico de los juegos que desarrollan o distribuyen para maximizar sus ingresos, más aún en un momento en que se ha acelerado el consumo de videojuegos en formato digital.
Esta decisión me conflictúa porque en otras plataformas digitales hay ediciones del mismo juego, y opciones más adecuadas a mis necesidades y bolsillo. Más allá de toda pasión desmedida, es una realidad que los jugadores tomamos decisiones financieras a conveniencia, sin que eso nos haga “más o menos gamers”. ¿Cuál es la perspectiva a futuro? Probablemente el final de la línea PlayStation Hits, el adiós a las grandes ofertas de las ediciones base (que permitieron a muchos jugadores conseguir aquel exclusivo que tanto anhelaban) que deja pocas opciones para la adquisición, algo contrario a la idea de que el mercado es precisamente eso: muchas opciones para el consumidor.
Pésimas decisiones con Gran Turismo 7 y el desangelado cambio de PlayStation Plus
Justo cuando pensamos que PlayStation había aprendido la lección y entendido que provocar a su público equivale a dispararse en el pie, tomaron otra decisión escandalosa: plagar con microtransacciones Gran Turismo 7. Los fans de la legendaria franquicia de Polyphony Digital esperaron años para tener en sus manos la séptima entrega luego de dejar pasar de largo Gran Turismo Sport. Sin embargo, lo que se perfilaba como el gran regreso del simulador de automovilismo se vio opacado por una serie de decisiones que, de nueva cuenta, enfurecieron a los jugadores.
Gran Turismo 7 se presentó como un juego dependiente de una conexión a Internet, con un aumento exagerado en el costo de los vehículos según su valuación en créditos y una disminución notable de las recompensas, incluso en carreras demandantes, desgastantes y que requieren un nivel de juego alto. Esta decisión no fue sólo de Polyphony, pues al ser un proyecto exclusivo, PlayStation también intervino, y el resultado fue un acercamiento peligroso a esa delgada línea entre el servicio y el producto. PlayStation quería las mieles de ambos mundos, un grave error que implicaba subestimar a la comunidad que se mantiene fiel a la franquicia. Vamos, ¿alguien pensó que una entrega de Gran Turismo atraería al nicho de jugadores que suelen gastar cientos de dólares en juegos como servicio, que por cierto son free-to-play? Para nada, Gran Turismo 7 tiene una comunidad fiel desde hace décadas, y que está conformada por apasionados del automovilismo, una nueva generación y uno que otro despistado.
Esta vez tocó el turno a Kazunori Yamauchi, jefe de Polyphony, de dar la cara. Yamauchi argumentó que ciertas decisiones obedecieron a una extraña representación del valor real de los automóviles en el juego, algo que llevó a pensar que, de no haber alzado la voz, Gran Turismo 7 hubiera terminado con gasolineras porque esa es la realidad más aplastante en el automovilismo, ¿cierto?
"La triste y desangelada revelación del nuevo PlayStation Plus"
Finalmente, este recorrido nos lleva a la triste y desangelada revelación del nuevo PlayStation Plus, la cual parece haber tomado muy literal aquel comentario irónico de los medios respecto a los eventos de presentación que pudieron ser un PDF. De nuevo, más por presión que por gusto y ante la incapacidad de hacer todo bajo sus reglas (algo imposible si no te llamas Nintendo), Sony cedió ante el ascendente interés por los servicios en línea y la apuesta de las compañías para ofrecer la mayor cantidad de contenido posible a cambio de una suscripción.
La expectativa era que Sony se le plantara a Xbox Game Pass, algo deseado por aquellos ávidos de ver arder al mundo. Sin embargo, una mañana aparecieron en el blog oficial de PlayStation la lista y descripción de los cambios en PlayStation Plus, la unificación con PlayStation Now y los costos del servicio. Esta vez, Sony no vaciló y de plano expuso, de toda forma posible, que lo mejor era adquirir el plan anual y no el mensual porque es mucho más caro, algo esperado en todo servicio, pero que es poco común verlo tan explícito.
A la par, se revelaron los añadidos de los niveles por los que hay que pagar más y que incluyen acceso a una colección de títulos que debutaron en PS4 y algunos exclusivos contemporáneos, pero no entregas nuevas y mucho menos en día 1. También se confirmó que el catálogo de PS, PS2 y PSP estaría disponible con streaming o descarga en países con servicio de PlayStation en la nube y sólo descarga para los demás mercados. En el caso de PS3, únicamente habrá streaming desde la nube. No está de más decir que los días de la PS Store en PS3 están contados ante el inicio de operaciones del nuevo PS Plus y tal vez en junio de este año nos llevemos una sorpresa desagradable. Hasta ahora, sólo hay un rumor que indica una posible iniciativa para emular PS3 y ofrecer una opción adicional al streaming desde la nube, como resultado de las críticas, pero nada oficial por el momento.
Por si no fuera demasiado, reportes señalan que PlayStation envió un comunicado a desarrolladores y distribuidores en el que informa sobre el carácter "obligatorio" de preparar un demo de 2 horas para que forme parte de este apartado en PlayStation Plus. Extrañamente, resulta que una de sus nuevas características es ofrecer demos de 2 horas y hasta el momento la comunidad sigue buscando el atractivo de eso, sobre todo porque habría que pagar para probar un título.
La decisión ya generó las suficientes críticas como para que (otra vez,) PlayStation esté en la mira por sus prácticas contrarias al consumidor y ahora tratando de hacer lo mismo con desarrolladores y editores. Mat Piscatella de NPD Group espera una respuesta inmediata de los involucrados, en especial por aquello de que es algo "obligatorio".
De la misma forma, esta reciente decisión ha resultado en uno de los tweets que mejor describen lo que está pasando con PlayStation y la postura que está tomando en años recientes:
I wish Microsoft charged me $10 more to play on Xbox Series X, put 2 hour demos exclusively behind a paywall, and made the 360 library streaming only. That would be amazing and super pro-consumer.
— Destin (@DestinLegarie) April 27, 2022
Video: ¿Qué rayos es... el nuevo PlayStation Plus? || ¿Es el Game Pass de PlayStation?
Al final, el nuevo PlayStation Plus no fue ni pequeña sombra para Xbox Game Pass y la perspectiva es que nada más busca mantener la base de millones de usuarios que ya cuentan con el servicio, no hacerla crecer. Esto llama la atención porque estamos entrando en una etapa de servicios en el gaming marcada por grandes esfuerzos para ganar posicionamiento en el mercado, lo que sólo se logra conquistando a los usuarios con contenido. Aparentemente, PlayStation parece no estar interesado, al menos hasta que quede definido el rumbo de los cambios que experimenta la industria en este momento.
¿Qué te está pasando, PlayStation?
La primera parte del ciclo de PS5 no ha sido lo esperado por distintos factores: la pandemia (que es una situación externa) y las decisiones y acciones de la compañía. PlayStation tiene toda la libertad y el derecho de manejar su negocio como le venga en gana, pero esto sólo representa 50% de su posibilidad de éxito; la otra parte depende de la reacción de los consumidores y no está de más decir que la luna de miel de la era del PS4 ahora está en una etapa de tensión entre ambas partes.
Lamentablemente, la actuación de PlayStation bajo la dirección de Jim Ryan parece un estira y afloja tanto en el interior como en el exterior. Lo peor es que es cada vez es más notorio que la marca está provocando a su público, midiendo la reacción en busca de definir lo que sigue, y eso resulta muy arriesgado porque actualmente, y tal vez más que nunca, el usuario está en el centro de diversas estrategias de los competidores de Sony. Cada vez nos acostumbramos más a que nos consientan y estamos menos dispuestos a que nos pongan a prueba con decisiones polémicas que nos resultan molestas y que nos llevan a preguntar ¿quién les dijo que ir contra los usuarios es una buena idea?
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