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La industria de los videojuegos evoluciona de forma constante y actualmente es aún más grande y variada. Los avances tecnológicos han cambiado la forma en que se crean y distribuyen los juegos, pero también el modo en que los consumimos. El entretenimiento se rige ahora por los servicios de suscripción, y los videojuegos no son ajenos a esa tendencia. Aproximadamente desde 2019 se habla de un “Netflix de los videojuegos”, sobre todo en referencia a Xbox Game Pass y Xbox Cloud Gaming. La realidad es que este tipo de servicios nacieron hace varios años, cuando en 2014 empezaron a funcionar EA Access (ahora llamado EA Play) y PlayStation Now.
Desde entonces, la oferta ha crecido a pasos agigantados con plataformas para descargar juegos, disfrutarlos mediante la nube u obtener otro tipo de beneficios: Ubisoft+, Google STADIA, Apple Arcade, Amazon Luna, Nintendo Switch Online, PlayStation Plus, Xbox LIVE Gold, Prime Gaming, Google Play Pass, NVIDIA GeForce NOW, Tencent START, Utomik, Blacknut Cloud Gaming, Playkey y Vortex por mencionar algunos de los servicios disponibles.
A esto hay que sumar las suscripciones que se ofrecen en juegos que, en sí mismos, ya son servicios o plataformas. Como ejemplos tenemos Fortnite Crew, el reciente GTA+ y las mensualidades para jugar populares MMORPG, como World of Warcraft, Final Fantasy XIV y The Elder Scrolls Online. ¿Cuántos de ellos pagas? ¿Cuántos realmente aprovechas en su totalidad?
¿Podemos hablar de una saturación de servicios en la industria? Muchos consumidores enfrentan el dilema de qué servicio contratar, y cuáles renovar o cancelar para tener a la mano el contenido que buscan, tal como pasa con las plataformas de películas y música.
De acuerdo con estudios recientes, dichas industrias sufren una saturación de plataformas de streaming (1). Incluso hay conceptos para analizar el fenómeno, por ejemplo, la fatiga de suscripción, que está vinculada con la paradoja de la elección. Por supuesto, la industria de los videojuegos funciona de forma diferente y a un ritmo distinto, pero es innegable que el modelo de suscripción la permea cada vez más. Esto hace que los jugadores puedan disfrutar sus bondades con comodidad, pero sin salvarse de algunas complicaciones que puede generar la saturación.
¿Qué servicio usar? ¿Qué jugar? Elegir puede ser complicado
Llega el fin de semana y te sientas en tu lugar favorito con la intención de relajarte y disfrutar una buena película o serie. Enciendes tu televisor y te percatas de que tienes un mar de posibilidades ante los ojos. Exploras Netflix, HBO, Paramount+, Amazon Video, Disney+ y más plataformas para darte cuenta de que no sabes qué ver o de que no tienes ni idea de dónde está eso que buscas. En el mejor de los casos, eliges cualquier cosa y pasas un buen rato. En el peor, te frustras, haces otra cosa y al final no usas algo que estás pagando mes con mes.
¿Te ha ocurrido algo similar? Sabemos que no es una exageración, se trata de un escenario más común de lo que muchos creen. La cuestión es que eso ya está ocurriendo con los juegos. Tomas el control, abres cualquier servicio y de repente estás ante cientos de títulos con esa única suscripción.
Desde hace años hay una saturación de juegos en la industria, sobre todo a partir del boom de los estudios independientes. También se puede hablar de un mercado atiborrado de servicios que puede ser confuso para quienes no están familiarizados con esta forma de entretenimiento.
Puedes gastar grandes sumas de dinero al mes en suscripciones para recibir toneladas de títulos, beneficios y más, pero no hay poder humano ni tiempo suficiente que permita disfrutar todas esas experiencias. Por eso, ahora es más importante elegir cuidadosamente cuál contenido quieres consumir y dónde hacerlo.
Los servicios son atractivos porque funcionan como una ventana a una colección ya curada de juegos o recompensas atractivas. Sin embargo, cada vez hay más opciones y esa diversificación puede llevar a la fragmentación en cuanto a la disponibilidad de contenido, que es lo que ocurre en las industrias que han abrazado el modelo de suscripción.
La paradoja de la elección y la fatiga de suscripción
Igual que los amantes del cine y la música, los jugadores que usan servicios de suscripción ahora enfrentan la paradoja de la elección. Es lógico pensar que es mejor que haya más opciones, pero en realidad eso no aplica para todos los casos. El psicólogo Barry Schwartz acuñó el término "paradoja de la elección" para referirse a que estamos insatisfechos o inseguros con nuestras decisiones mientras más alternativas tenemos (2), y aplica para el momento de comprar o consumir productos de cualquier tipo.
¿Descargo un juego de Xbox Game Pass, lo juego mediante la nube en PC, disfruto títulos clásicos en Switch Online, recupero ese juego que me dio PS Plus hace medio año o aprovecho mis ventajas de GTA+? Hay servicios para todos los gustos y necesidades, y eso es una excelente noticia porque habla del buen estado de la industria... pero ¿eso es todo lo que importa?
Hay personas que quieren conocer los videojuegos y que se sentirán abrumadas por todas las ofertas disponibles. Quienes los consumen de forma regular no tendrán muchas dificultades para encontrar y disfrutar su contenido favorito, pero en algún momento enfrentarán diversas barreras. Por un lado, el dilema de cuál servicio contratar y qué jugar en él. Por el otro, la falta de tiempo libre o de dinero para cubrir las cuotas mensuales de uno o varios servicios.
“Igual que el dinero, el tiempo debe ser invertido sabiamente, y cuando tienes acceso a más de 100 juegos (…) la habilidad para administrar el tiempo es una obligación”, advierte un comercial publicado el 7 de abril de 2022 donde Xbox promociona sus servicios.
Pensemos que solamente Xbox Game Pass presume que ofrece más de 300 juegos en su catálogo y que Sony anunció este mes el nuevo PlayStation Plus que tendrá 700 títulos en su nivel de suscripción más alto. Incluso Netflix, quien popularizó el modelo de suscripción, ahora también ofrece videojuegos como parte de su servicio.
Las compañías saben de la paradoja de la elección en sus plataformas, y por eso tienen una alternativa para que sus usuarios no los abandonen. ¿Cómo lo hacen? Netflix ya tiene una opción para reproducir contenido aleatorio y Xbox Game Pass tiene una sección donde se elige al azar un título para instalarlo.
De acuerdo con la consultora Simon-Kucher & Partners, 35% de los jugadores tienen al menos una suscripción de videojuegos. Además, la mayoría está interesado en contratar otro servicio (3). Esto se debe, en gran medida, a que el contenido está cada vez más fragmentado. Así, los jugadores se ven orillados a contratar más de un servicio mensual para disfrutar los títulos, las exclusivas y los extras que las compañías ofrecen bajo este modelo.
Un caso aparte son los servicios para juegos específicos, como Fortnite Crew y GTA+. Si bien están dirigidos a un público concreto, son un gasto adicional que se suma a la cuenta mensual de otras suscripciones, sean o no de videojuegos. Por otro lado, la fatiga de suscripción es un fenómeno que provoca frustración en los consumidores por la gran cantidad de servicios que existen, la desaparición o rotación de contenido por cuestiones de contratos y por la necesidad de buscar cierto producto en múltiples plataformas (4).
Todo esto ya sucede con los videojuegos. Los servicios cambian el contenido cada mes y un juego que ahora está disponible en Xbox Game Pass puede migrar a PlayStation Now la próxima semana o desaparecer del todo de las plataformas por acuerdos.
No en vano existen sitios dedicados a rastrear el contenido de diversos servicios, cientos de videos con recomendaciones de qué jugar y otro tipo de material que trata de orientar a los consumidores para que sepan cuál suscripción puede ser mejor para sus necesidades y dónde pueden encontrar lo que buscan.
Servicios de suscripción, una alternativa en evolución
No me malinterpretes, no estoy en contra de los servicios. Me han servido para conocer títulos que nunca hubiera probado de otra forma. Además, este modelo abrió las puertas para que muchas más personas se adentren y disfruten los videojuegos, así que, en principio, son algo positivo.
El modelo de suscripción sigue buscando su camino mientras convive con la forma tradicional de consumo de videojuegos que difícilmente desaparecerá, pues los juegos son un producto muy distinto a la música y al resto del entretenimiento. Si bien los servicios en general tienen una estructura muy parecida y sus consumidores parecen sufrir los mismos dilemas, hay diferencias fundamentales.
Los servicios de suscripción son una alternativa y no la regla para poder jugar. Siempre queda la opción, preferida por muchos, de adquirir un juego, enfocarse en él y olvidarse de todo lo demás. También destaca que todo el contenido que se ofrece mediante suscripción está a la venta de una forma u otra, cosa que no ocurre necesariamente con películas, series y música.
Cuando llegaron en 2014, los servicios tuvieron poca fuerza y los jugadores los vieron con cierta desconfianza, pero poco a poco se consumen más y su modelo llegó para quedarse. La cuestión es tener la combinación de paciencia y claridad para elegir los más convenientes, según las necesidades de cada momento.
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