Los gamers aman el coleccionismo, pero lo arruinaron

Tal vez tengas lingotes de oro en tu catálogo personal


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Coleccionar cualquier cosa es una actividad que ha estado presente en la humanidad desde tiempos inmemoriales. Se puede coleccionar prácticamente lo que sea y, si se sale de las manos, es probable que un inocente pasatiempo se convierta en una obsesión enfermiza, al grado de que en tu casa ya no haya espacio para desplazarse y, en el peor de los casos, termines sepultado entre periódicos viejos, discos de vinil o cartones de leche. Dejando a un lado el fatalismo y adoptando una perspectiva más alentadora, siempre me han llamado la atención las grandes colecciones de videojuegos. Creo que ya te lo había contado, pero uno de mis grandes sueños en lo que al gaming se refiere es tener una habitación con anaqueles o libreros llenos de juegos, consolas y demás. Como ya te imaginarás, cada vez que veo un video al respecto, me embobo y mi imaginación vuela.

Colección de videojuegos considerada como la más grande por Guinness World Records

Si en los años del Atari 2600, el NES o el SNES hubiera sabido lo importantes que hoy son algunos cartuchos, cajas, manuales y demás parafernalia, estarían conservados en las mejores condiciones posibles. No, no para hacer dinero con ellos, simplemente por el placer de tenerlos. Sólo para que sepas de qué tamaño es mi remordimiento, te cuento que tenía Castlevania III: Dracula’s Curse con caja y manual (hoy no tengo ni siquiera el cartucho). También con caja y manual estuvieron en mis manos Super Castlevania IV, Super Mario World, Super Mario All Stars y muchos otros. Yendo incluso más hacia atrás en el tiempo, hubiera sido maravilloso conservar mi Atari 2600 (modelo clásico) y todos los cartuchos que tenía, que eran por lo menos 20.

Tristemente, en estos días es mucho más complicado tener una colección masiva o moderadamente robusta. La pandemia provocó un avivamiento en los videojugadores coleccionistas, algunos buscando ampliar su colección y otros iniciarla. Tal vez se deba a que, al estar encerrados, nos volvimos más ociosos y buscamos maneras de satisfacer nuestra ansiedad. Yo mismo me hice de algunos cartuchos, como Ironsword: Wizards & Warriors II, Adventures of Lolo, Batman Returns o Ninja Gaiden Trilogy. Según yo, lo que pagué por ellos fue bastante razonable, pero en mi búsqueda he encontrado algunos precios que se salen de proporción y que me han desanimado bastante. Es el típico caso de la oferta y la demanda y cómo éstas afectan el costo de los productos.

La pieza de colección que más me duele haber perdido
La pieza de colección que más me duele haber perdido

Creo que sería bueno entender qué provoca que un videojuego retro alcance un costo tan elevado. En primer lugar, un tiraje limitado lo lleva a tener el estatus de “raro”, con lo que su valor se eleva. Como fan de Lolo, puede decir que su tercera aventura en el NES está en esta categoría. Es el único que me falta para completar la trilogía y espero conseguirlo a cambio de una suma que no sangre mucho mi cartera. El cartucho suelto hoy está entre $1200 y $1500 MXN. Algo me dice que cederé, porque es un título al que le tengo mucho cariño. Otro caso es el de Little Samson, que hoy cuesta un ojo de la cara por existir en stock limitado y, como ya lo hemos mencionado, por el efecto de las famosas subastas. Por otro lado, podemos pensar en popularidad y características del producto físico como tal. Es el caso de los cartuchos dorados de Zelda, el WiiMote dorado también de Zelda o detalles más específicos como el estado de la etiqueta, las condiciones de la caja o el hecho de que ésta nunca haya sido abierta. Con esto último hay que tener cuidado, ya que se han dado varios casos de estafas millonarias. De cualquier manera, resulta lógico pensar que cualquier producto debe venderse mejor si está en su empaque original. Personalmente me interesa mucho más tener el cartucho que las añadiduras, por lo que, al estar eligiendo, pongo especial atención en el estado de la etiqueta. Me he encontrado con algunos a precio muy accesible, pero con la etiqueta tan maltratada que ya ni siquiera es posible saber de qué juego se trata. Creo que, a pesar de todo, un buen coleccionista debe tener un cierto nivel de exigencia.

Finalmente tenemos un nivel de rareza que va mucho más allá. Estoy hablando de cartuchos o discos que se produjeron para ocasiones especiales y que, por lo tanto, nunca estuvieron a la venta al público. Tal es el caso de Nintendo World Championships, que sin duda es el cartucho de NES que cualquier coleccionista que se respete quiere tener, aunque su contenido sea muy poco atractivo. También podemos mencionar ediciones especiales que sólo estuvieron disponibles durante un corto periodo y que hoy se pueden encontrar con precios elevados al doble, triple o más.

Algunos de estos cartuchos se venden como si realmente fueran de oro
Algunos de estos cartuchos se venden como si realmente fueran de oro

El panorama se vuelve aún más desolador si pensamos en los revendedores o scalpers que quieren hacer su agosto a la menor provocación, adquiriendo ciertos productos con alta demanda y pidiendo cantidades absurdas de dinero al venderlos. En muchas ocasiones se trata de personas a las que los videojuegos no les interesan ni saben nada de ellos. Sólo tienen el signo de pesos en la mente y juegan con nuestra necesidad y nuestros corazones que sí valoran profundamente la experiencia gamer, así como la conservación y disponibilidad de los títulos que tanto nos gustan. Lamentablemente vivimos en un mundo en el que mucha gente saca provecho injusta y alevosamente de cualquier situación, por lo que los videojuegos no podían quedar fuera.

Hasta ahora hemos analizado el tema desde el punto de vista del comprador, pero también hay que decir que, si en tu colección tienes algún juego raro o que a la fecha se valúa en grandes cantidades, podrías tener una mina de oro. El único problema es que, para ver ese dinero, debes deshacerte del juego, lo cual no es tan sencillo. A diferencia de los scalpers que ya mencionamos, hay gente que se dedica a la compraventa de videojuegos y que ofrecen precios bastante razonables, considerando que deben tener algún margen de ganancia para que el negocio valga la pena, pero sin caer en abusos. Así que si hoy tienes una buena colección de títulos de moda, la tendencia nos dice que, en algunos años, podrías pagar la universidad de tus hijos con ella. La pregunta es: ¿podrás desprenderte de tu colección?

Cuando se trata de sagas, el precio puede elevarse considerablemente
Cuando se trata de sagas, el precio puede elevarse considerablemente

Al final del día, como amantes de este entretenimiento debemos desarrollar un olfato especial para identificar los precios que más nos convengan y así hacer crecer nuestras colecciones sin invertir tanto. Sin duda habrá casos en los que tengamos que hacer un esfuerzo especial, pero incluso en tales circunstancias podemos encontrar buenas opciones. Veo complicado que los precios inflados se reduzcan en el futuro, incluso pensando en que la pandemia ya no sea un obstáculo, pero aún así estoy seguro de que podemos escarbar en lo más profundo de alguna tienda especializada, tianguis o cosa parecida y descubrir buenas ofertas. Así que, si lo tuyo es coleccionar juegos de antaño, no pierdas la esperanza, evalúa y cuestiona todo antes de hacer una compra y compártenos en los comentarios cuál es tu opinión acerca del tema, así como las piezas más valiosas de tu colección. Nos leemos la próxima semana para otro #ViernesRetro.

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