PaRappa The Rapper 2: la última rima de una estrella del hip hop

El último capitulo de un ícono de PlayStation que merece salir del olvido


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PaRappa The Rapper me trae muchos recuerdos porque fue gracias a este perro rapero que tuve mi primer acercamiento a PlayStation. Fue justo en la época navideña que mis hermanos trataban de convencerme para pedir una consola de Sony a los Reyes Magos cuando yo estaba bien decidido por tener un Nintendo 64. Tanta convicción se rompió al encontrar un PlayStation de muestra en un centro comercial y decidí probar el juego de ritmo. Fue ahí cuando su apariencia plana, el sistema de juego y el diseño de PaRappa robaron mi atención: era muy distinto a todo lo que había jugado antes.

El final de la historia es que recibí mi PlayStation ese año, y gracias a PaRappa The Rapper comenzó mi gusto los juegos de ritmo. Seguí mi camino con Um Jammer Lammy, un spin off que dejaba de lado al protagonista para contarnos las desventuras de una guitarrista y finalmente llegó PaRappa The Rapper 2, el final de la franquicia y probablemente el juego que dejó al pequeño amante del hip-hop encerrado en una bóveda desde entonces.

Tienes que creer, PaRappa

Esta secuela directa de PaRappa The Rapper corrió a cargo de Nana On-Sha. Dicha desarrolladora japonesa fue fundada por Masaya Matsura, creador de PaRappa y del legendario Vib-Ribbon, un juego musical único en su tipo lanzado en Japón y Europa.

PaRappa The Rapper 2 mantiene la fórmula original sin mayores cambios y sigue siendo tan divertido como de costumbre. Jugarlo es muy sencillo: un personaje marca una secuencia de botones en pantalla y tú deberás seguirla con el mismo ritmo o agregando algunos patrones extra. Con cada nivel la dificultad aumenta pero no hay mucha diferencia hasta el final del juego. Si decides jugarlo una vez más después de terminarlo en más ocasiones verás que el gorro de PaRappa cambia de color. Este nuevo modo es más retador, ya que las secuencias son más complicadas y jugarás canciones en su versión remix.

Los gorros de colores hacían las cosas más complicadas
Los gorros de colores hacían las cosas más complicadas

Sobre la dirección de arte y el apartado técnico hay poco que decir. Es cierto que todo se ve mejor pero mantiene el aspecto aplanado de siempre. Esto es parte de su identidad y es bueno pero saca poco provecho de los 128 bits de poder del PlayStation 2. Un panorama complicado para un juego con apariencia extraña que buscó competir con Grand Theft Auto: Vice City, Spider-Man, Super Mario Sunshine, Kingdom Hearts y otras joyas lanzadas en 2002.

El mayor cambio en PaRappa The Rapper 2 es en la historia y esto es tal vez lo que hace que el juego tenga menos fuerza que sus precuelas. Aunque la frase “I Gotta Believe” es el lema de nuestro protagonista perruno, el argumento de este juego parece más cercano a un capítulo de una caricatura que al de la vida de un adolescente que lucha contra sus inseguridades. Me refiero a que en el primer juego vemos al personaje esforzarse por conquistar a Sunny Funny, la chica de sus sueños. Esto ocurre mientras PaRappa trata de aprender artes marciales y otras habilidades, pero en la en la segunda parte es algo más cómico. Un día mientras comía con sus amigos el joven rapero se fastidia de los fideos y decide salir a comer una hamburguesa. Al llegar al lugar se da cuenta de que toda la comida se convirtió en fideos y tendrá que llegar al fondo del misterio si quiere arreglar la situación.

Más cómico pero con sacrificios

Como te decía, todo es muy chistoso, pero se nota que hubo un cambio en la dirección de la franquicia, que es más notorio si tomamos en cuenta el lanzamiento de la serie animada en 2001. Digamos que pasó de ser un producto enfocado en adolescentes a uno más infantil, probablemente por mera mercadotecnia. Incluso con el lanzamiento de la secuela se creó un tema exclusivo con todo y video musical por parte de los raperos De La Soul, lo que habla del interés por intentar que el juego fuera más comercial. Tal decisión puede haber provocado que el personaje, a pesar de su carisma, dejara de ser una potencial mascota de Sony y se convirtiera en un personaje que se ha permanecido dormido por mucho tiempo.

Un aspecto que debe reconocerse es el apartado sonoro, la música de PaRappa The Rapper 2 tiene mucho flow, y mantiene un ritmo suave que se disfruta. La combinación ritmos con la voz aguda de PaRappa puede sonar extraña al principio, sobre todo después de repetir una y otra vez la misma canción pero funciona muy bien cuando te acostumbras. Eso sí, Funny Love y otras canciones del primer juego como el tema del tercer nivel se mantienen como mis favoritas.

Un pasado injusto y un futuro incierto

Después de dar un repaso por la franquicia, me parece que PaRappa ha sido desaprovechado injustamente. Me deja un mal sabor de boca que un personaje con tanta energía y potencial se haya limitado a ser un invitado en PlayStation All-Stars Battle Royale, tener una remasterización del primer juego para PlayStation 4 y una versión emulada de PaRappa The Rapper 2 para PlayStation 3. Tal vez se adelantó mucho a su época o simplemente el furor por los juegos de ritmo fue muy fugaz fuera de Japón.

El futuro de PaRappa The Rapper es muy incierto pero vale la pena recordarlo y también a otros personajes como Chop Chop Onion Master que nos alegraron el día hace más de 20 años. También es justo reconocerlo porque marcó las bases de muchos juegos de ritmo que llegarían en el futuro. En muchos sentidos, la obra de Masaya Matsura fue revolucionaria a pesar de su sencillez. Un ícono de la era dorada de PlayStation que debería salir del olvido.

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