Cuando el remake del remake superó al original

Metroid: Zero Mission es lo mejor de Samus en el universo portátil


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En este fin de año ando muy metido en asuntos de Metroid. Ahí la llevo con Metroid Dread y lo estoy disfrutando mucho. La salida de la aventura más reciente de Samus me motivó a echarme un clavado en un par de sus títulos: Metroid Fusion, del cual te hablé hace poco, y Metroid: Zero Mission, remake del juego original de NES que conocía pero no le había dedicado el tiempo debido. Dentro de esta fiebre Metroidera también me di la oportunidad de revisitar el mejor Metroid de la historia conocida y por conocer: Super Metroid. Creo que nunca había estado tan inmerso en el universo de los Chozo, los Metroids, el planeta Zebes y demás locaciones que ha pisado la cazarrecompensas más popular de la industria.

Ya le dediqué un texto un tanto peculiar a la entrega de Super Nintendo, por lo que en este cierre del 2021 me enfocaré en el segundo remake que apareció para Game Boy Advance en 2004. Al decir segundo remake hago alusión a que Super Metroid es un remake disfrazado de su contraparte de NES. Esto no se dijo de forma oficial cuando el título apareció, pero los que hemos seguido la saga desde sus inicios estamos conscientes de ello. Es más, en la secuencia de inicio, la versión de 16 bits se presenta como Metroid 3, decisión que tomó Nintendo para dejar muy claro que se trataba de una nueva propuesta que, aunque espectacular y clásica, recuerda mucho a la primera vez que vimos a Samus bajar de su nave.

Este es uno de los primeros jefes a vencer
Este es uno de los primeros jefes a vencer

Supongo que es porque ya estoy viejito, pero de entrada, algo que me gustó mucho de Metroid: Zero Mission es que es más lineal que sus antecesores. Te lleva de la mano durante casi toda la aventura, aunque por otro lado te permite explorar y equivocarte, sobre todo en las últimas horas del juego. El objetivo es el mismo de siempre: hacerte de una serie de objetos que te permiten acceder a nuevas áreas, en las cuales también hay objetos que te ayudan a abrir otras tantas. Con esta explicación tan simple tal vez la premisa no suene tan atractiva, pero vaya que lo es.

Más allá de la evidente mejora tanto en el aspecto gráfico y auditivo, Metroid: Zero Mission saca provecho no sólo de sus antecesores en otras consolas, sino de su hermano Metroid Fusion. La fluidez del movimiento de Samus y la jugabilidad en general logran que no extrañes para nada la entrega de 8 bits. Por otro lado, haber retomado los temas musicales originales fue una decisión que favoreció en gran medida la experiencia. Me refiero a que, al ir explorando cada área, no puedes evitar pensar en que la experiencia de antaño debió ser como la de este remake. Ciertamente Metroid de NES es un clásico y nadie le quitará ese lugar, pero si quieres estirar la liga y gozar de la versión definitiva de esta primera aventura de Samus, la entrega de Game Boy Advance es la mejor opción.

Esta pantalla se ha vuelto una constante en la saga
Esta pantalla se ha vuelto una constante en la saga

Como suele suceder con este tipo de proyectos de la Gran N, el remake no sólo se ocupa de estilizar el material fuente y presentárselo al usuario como una versión retocada de lo que ya conoce, sino que echa mano de elementos con los que el jugador se siente familiarizado y lo lleva incluso a olvidar por momentos que el juego está basado casi en su totalidad en una propuesta de antaño. Me pareció de lo más acertado que incluyeran el Speed Booster, los Super Missiles y las Power Bombs, ya que no sólo construyen un puente en el tiempo, sino que les dieron excusa a los desarrolladores para incluir mecánicas de juego y algunos problemas que resolver que de ninguna manera se hubieran podido incorporar en el original.

Las novedades no sólo se reducen a los power ups, sino que se hacen presentes en escenarios adicionales y algunos elementos de la historia que se añadieron para darle a Samus un trasfondo más profundo. La narrativa se apoya en secuencias cinemáticas que lucen muy bien en la portátil y en las cuales podemos ver claramente la intención de los desarrolladores de decirnos que, si nos pudieron conquistar con Metroid Fusion, con Zero Mission buscaron dejar más que consolidada la imagen de Samus Aran en consolas para llevar.

Hay un giro de tuerca bastante interesante que amplía la trama y la exploración. Al llegar a Tourian y hacer el tradicional recorrido cuyo destino final es la batalla con Mother Brain, vences al archienemigo de Samus y se inicia una secuencia de autodestrucción. Debes escapar de la misma manera que en títulos anteriores, llegando a tu nave y despegando a gran velocidad. Cuando te dispones a ver los créditos como recompensa y sientes orgullo por tu esfuerzo, la nave de Samus es atacada por los Piratas Espaciales, sufre daño y hace un aterrizaje de emergencia en el planeta Zebes, pero en un área inexplorada hasta ese momento: Chozodia. Tal como sucede con Alucard al principio de Symphony of the Night, en este punto la heroína pierde su traje y todo su equipo, por lo que la situación no pinta nada bien.

La lluvia contribuye al sentimiento de desolación de la protagonista
La lluvia contribuye al sentimiento de desolación de la protagonista

Al explorar Chozodia, Samus encuentra un traje mejor que el que tenía, así como algunos otros aditamentos. Esta tarea no es nada sencilla, ya que los enemigos te siguen incansablemente y te descuentan una buena cantidad de energía. Es un desafío más que bienvenido porque expande la experiencia y, a mi parecer, es un homenaje al famoso modo de juego JUSTIN BAILEY de Metroid de NES. El giro está tan bien hecho que ni siquiera lo sientes como una carga o decepción porque el juego no se haya terminado, sino que lo adoptas como un reto adicional que te permite disfrutar un poco más de la experiencia, la cual en general es corta.

¿En dónde puedo jugarlo actualmente?

  • Game Boy Advance
  • Wii U ($98.99 MXN)

Curiosidades

  • Yoshio Sakamoto, director de Metroid: Zero Mission fue el único miembro del equipo de la versión original que participó en el remake.
  • En Metroid: Zero Mission por primera vez en la franquicia se puede elegir nivel de dificultad.

Aunque con el tiempo apareció otra aventura de Samus en el 3DS, la cual, por cierto, también es un remake, Metroid: Zero Mission es para mí la mejor experiencia para llevar de la cazarrecompensas. Quiso alejarse de la fórmula de Fusion y acercarse más a la original, pero el vínculo con su predecesor no se pudo diluir del todo, lo que no es malo, sino que enriquece el producto y le da identidad.

Si no conoces este fabuloso remake, te recomiendo que lo pruebes. Si puede ser en la consola original, mejor. Recuerda que valoro mucho tus comentarios y leo cada uno de ellos, así que no dudes en dejarlos. Que tengas un excelente 2022 y espero seguir viéndote por aquí para más contenido de #Viernes Retro.

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