#ViernesRetro: R. C. Pro-Am

Las mejores carreras isométricas


Te saludo una vez más con el gusto de siempre. Como ya lo he dicho antes, la relación que tuvieron Rare y Nintendo durante parte de los 80 y los 90 fue muy fructífera. Los británicos se atrevieron a desarrollar proyectos muy interesantes que siguen teniendo eco en propuestas actuales. Tal vez lo primero que venga a tu mente sea GoldenEye 007, Conker’s Bad Fur Day o la maravillosa trilogía de Donkey Kong Country en el Super Nintendo, pero el estudio fundado por los hermanos Stamper daba de qué hablar desde mucho antes.

R. C. Pro-Am apareció en nuestro continente en febrero de 1988, por lo que en este mes está cumpliendo 33 años (uff). Lo primero que quiero poner sobre la mesa es el nombre del juego, ya que siempre me ha intrigado. Gracias a una investigación exhaustiva de aproximadamente 3 minutos, por fin supe lo que significa. R. C.: se refiere a “radio controlled”; es decir, los vehículos se mueven por medio de ondas de radio, como los de control remoto. Curiosamente, gracias a esta información, hasta ahora noté que los carritos tienen un receptor en el toldo. No cabe duda de que uno nunca deja de aprender. Ahora, lo de Pro-Am se refiere a “Professionals and Amateurs”, eventos deportivos en los que pueden participar competidores de ambas categorías. Habiendo satisfecho mi curiosidad y, tal vez la tuya, continuemos.

En la generación de los 8 bits se hicieron algunos intentos por recrear ambientes tridimensionales, surgiendo así la llamada “vista isométrica”. Son pocos los títulos que lograron obtener resultados favorables empleando esta técnica; por ejemplo, Solstice o Snake Rattle ‘n’ Roll (este último también de Rare). R. C. Pro-Am también forma parte de este grupo, pero su valor va más allá de cómo se ve y más bien recae en cómo se juega y la manera en la que se va desarrollando.

El objetivo principal, como en todo juego de carreras, es cruzar la meta en primer lugar, pero en cada pista puedes obtener aditamentos para mejorar tu vehículo. En el camino hay algunos obstáculos, como charcos de agua o de aceite. También puedes encontrar algunas letras con las que debes formar la palabra NINTENDO y así obtener un nuevo y más potente bólido. Como dato curioso y por obvias razones, la palabra que debes formar en la versión de Rare Replay es CHAMPION, con el mismo número de letras.

Algo que me gusta mucho es que las carreras son cortas y la progresión es relativamente rápida. En la caja dice que son 32 pistas, pero en realidad son 24. La 25 es una repetición de la 1 y así sucesivamente hasta que ya se vuelve imposible llegar en los primeros lugares porque los oponentes se convierten en fieras al volante que es muy difícil detener. En contraste, algo que me decepciona un poco es que R. C. Pro-Am no tiene final, sino que se trata de una prueba de resistencia virtualmente infinita, como sucede en algunos puzzles como Tetris o Dr. Mario. Podemos decir que si consigues todos los trofeos de oro, tienes derecho a considerarte un experto, dejar el control e irte en paz como todo un campeón.

Ya desde entonces existía la publicidad engañosa
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Uno de los aspectos que más disfruto de revisitar juegos viejos es descubrir cosas que en su momento eran imperceptibles, pero que con el paso del tiempo han tomado forma. Me refiero a que, al estar jugando R. C. Pro-Am de nueva cuenta para este texto, noté varios aspectos que influenciaron el desarrollo de juegos de carreras tipo arcade posteriores.

El primer punto es la manera de competir, ya que el éxito no radica sólo en saber mover bien el auto y tener memorizadas las pistas. No, salir triunfante de la carrera depende en gran medida de lo bien que se utilicen los elementos que el juego te proporciona en cada pista. Los misiles, las bombas y ese objeto que te da invencibilidad que no alcanzo a distinguir qué es, están ahí para decirte que no debes ignorarlos, que tarde o temprano los vas a necesitar si es que quieres salir con la victoria. Es de llamar la atención cómo estas habilidades han sido replicadas en otros títulos de carreras y lo bien que funciona la mecánica de manejar y pelear a la vez. Algo que me parece un poco injusto es que los misiles y las bombas no están disponibles para los coches controlados por la computadora, aunque sí pueden hacerse de la “estrella de invencibilidad” y hacerte morder el polvo. También pueden tomar ventaja de los puntos de boost (así decidí bautizarlos) para adelantarse. Estos puntos son de vital importancia, ya que si no los tocas tendrás pocas probabilidades de ganar.

¡Aguas!
¡Aguas!

Por otro lado, tenemos la duración de cada carrera. Aunque normalmente son varias vueltas, el tiempo de reacción es corto y la velocidad muy alta. Debes estar atento de principio a fin y minimizar los errores, porque cualquier distracción puede privarte del ansiado primer lugar. Me parece muy curioso que la sensación que te deja R. C. Pro-Am en el clímax de cada carrera es muy similar a la que años más tarde nos regalaron propuestas como Mario Kart, por ejemplo. Con toda proporción guardada, veo una gran influencia de esta joya de Rare en la exitosa franquicia de karts de Nintendo.

Finalmente, algo que aporta mucho a la experiencia y que da un sentido de progresión son los coleccionables con los que vas mejorando el coche. Lo que a mí me sucede con eso es que muchas veces los tomo por inercia; es decir, me preocupa más ir siguiendo la pista y conservando mi posición, pero de pasada voy haciéndome de estas mejoras que definitivamente hacen que aumenten tus ganas de continuar en la competencia, ganando más trofeos dorados y desbloqueando nuevos vehículos. Las carreras en ocasiones son tan breves que la idea tan común de “en la siguiente vuelta lo agarro” no siempre se puede aplicar.

¿Tienes lo que se necesita para obtener todos los trofeos dorados?
¿Tienes lo que se necesita para obtener todos los trofeos dorados?

¿Dónde puedo jugarlo actualmente?

  • NES
  • SEGA Genesis (excelente remake)
  • Rare Replay

R. C. Pro-Am es prueba de que los juegos de carreras no tienen que ser tan elaborados cuando son divertidos. Si tienes oportunidad de checarlo, no lo dudes. Salió una secuela para NES que la verdad no es tan buena porque no tiene el mismo dinamismo. En Game Boy existe Super R. C. Pro-Am y en SEGA Genesis puedes encontrar la que en mi opinión es la versión definitiva. Sin embargo, la versión original de NES tiene un encanto que no se puede encontrar en ninguna otra.

Recuerda que espero tus comentarios y nos leemos nuevamente en el próximo #ViernesRetro.

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