Qué bien que hiciste clic en este enlace. Eso quiere decir que eres cliente frecuente de la nostalgia en los videojuegos. Si es así, estás en el lugar correcto. La semana pasada anduvimos en modo pistolero, pero ahora nos pondremos más bien en un ánimo deportivo con un par de clásicos del NES que dejaron una huella muy profunda en mi infancia (sobre todo, el segundo).
No sé si ya te lo había contado, pero mis primeras experiencias con el NES las viví con unos primos que tenían varios juegos. Jugaban, sí, pero nunca fueron tan apasionados como yo. Entre los muchos títulos que conocí en aquel entonces sentado frente a un pequeño televisor hasta altas horas de la madrugada, está uno que hace alusión a los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 (eso lo supe después, por supuesto), llamado Track & Field II. La famosa frase “segundas partes nunca fueron buenas” en este caso no aplica en lo absoluto. Bueno, pero me estoy adelantando, ya que antes de esta joya salió un port de la versión original de arcade llamado Track & Field.
Proveniente de una combinación de 2 títulos previos para Famicom, el port de NES de Track & Field cuenta con 8 eventos (100 metros planos, salto de longitud, 110 metros con vallas, lanzamiento de jabalina, tiro al plato, triple salto, tiro con arco y salto de altura). El estilo es muy arcade y los personajes parecen Marios sin sombrero. Las pruebas son relativamente fáciles de jugar, ya que sólo debes presionar repetidamente el botón A y calcular el ángulo en el que saltas o lanzas la jabalina, por ejemplo. Debo confesar que durante la ardua labor de investigación que llevé a cabo para la elaboración de este texto, la única prueba en la que de plano no di una fue el salto de altura. De las incontables veces que lo intenté, nada más logré hacer un salto válido. De ahí en fuera, si las medallas de oro existieran en el juego, me las hubiera llevado todas.
Es interesante saber que Konami desarrolló 2 ports de Track & Field para Famicom, con los nombres Hyper Olympic y Hyper Sports, pero la creciente popularidad del NES los llevó a decidir colocar el contenido de ambos cartuchos en uno solo para el mercado americano. Otra curiosidad es que, en 1992, Kemco lanzó una “nueva” versión del juego con el subtítulo Barcelona 92. Es de llamar la atención que un título que sirvió para promocionar los Juegos Olímpicos de 1984 en su versión original, haya tenido cuerda para 2 competencias olímpicas posteriores.
Como mencioné, en 1988 se llevaron a cabo los JJ. OO. en Seúl, aunque eso únicamente se vio reflejado en la versión japonesa de Track & Field II, que en realidad se llama Konami Sports in Seoul (también puedes encontrarlo como Konamic). La alusión a la justa olímpica coreana se quedó sólo en el título porque, más allá del idioma, no hay mayor diferencia entre esta entrega y su contraparte occidental. En este caso el estilo arcade se quedó atrás para dar paso a sprites más grandes y un aspecto un poco más realista. Es una experiencia que, por lo menos en aquel entonces, te hacía sentir como si realmente estuvieras compitiendo. Cuenta con 12 eventos principales y 3 bonus: ala delta, vencidas y disparo de pistola (este último sólo disponible en la versión americana).
Las pruebas se desarrollan a lo largo de 5 días de competencia y la dificultad para alcanzar las marcas clasificatorias aumenta de un día para otro, literalmente. Cada disciplina requiere de distintas habilidades, pero una de las mecánicas que distinguió a Track & Field II fue el botonazo llevado al extremo. Son 4 las instancias en las que debes presionar al menos un botón repetidamente para llenar lo más posible la barra de energía y ejecutar una acción, como el triple salto o el nado estilo libre. En el caso del nado la cosa se pone un poco más complicada porque debes presionar los botones A y B alternadamente para que tu nadador gane velocidad. Supongo que lo quisieron hacer así para emular los brazos del atleta, mas no podría asegurarlo.
Recuerdo que mis primos y yo usábamos una cuchara; es decir, la frotábamos contra los botones para lograr el efecto deseado y vaya que sí funcionaba. No sé si alguna vez lo hiciste, pero de que da resultado, da resultado. La integridad del control puede verse un poco comprometida, pero todo sea en nombre de la competencia y el honor. También leí por ahí que había quien hacía un movimiento tipo rasgueo de guitarra sobre el botón A para lograr mayor velocidad, pero ese método nunca lo he probado.
Un aspecto que no me gusta de Track & Field II es que llega un momento en el que es casi imposible superar las pruebas. Puedes dejar toda la fuerza de tu brazo sobre los botones presionándolos con la mayor rapidez y aún así quedarte en la raya. En este sentido creo que sí se les pasó un poco la mano a los de Konami. Ahora que tuve la oportunidad de volver a jugar el triple salto, por ejemplo, me reencontré con la frustración de tener la barra de energía casi llena y ejecutar los saltos en ángulos casi perfectos sin lograr nada. Es más, ni con un control turbo se puede. Esta mecánica de presionar botones rápidamente llegó para quedarse, ya que se aplicó en muchos otros juegos deportivos subsecuentes, como los de Mario y Sonic, por ejemplo.
Por otro lado, un detalle que siempre me ha parecido muy curioso es que los resultados de cada día de competencia se muestran a través de una máquina de escribir eléctrica. Más allá de eso, en mi labor de investigación seria y profunda, encontré que en la versión japonesa aparecen un cenicero y un cigarro encendido junto a la máquina de escribir, los cuales fueron omitidos en la versión de este lado del mundo. Es de entenderse que un juego de NES evite mostrar un cigarro encendido, sobre todo tratándose de un juego deportivo. En fin, queda para la anécdota.
Hay 2 pruebas que la verdad se me hacen un poco equis: esgrima y taekwondo. En ambos casos se trata de enfrentamientos uno contra uno en los que con puro button mashing puedes salir victorioso sin problema. En estos casos sí funciona el control turbo, para que veas. En contraste, el tiro con arco, el canotaje y el tiro al plato son mucho más entretenidos. Por ejemplo, en el caso del tiro al plato sólo va aumentando la cantidad de puntos necesarios para calificar, pero la dificultad se mantiene igual. Finalmente, existen 2 disciplinas en las que no queda de otra más que darle rienda suelta al D-Pad y a los botones y esperar lo mejor: clavados y la barra horizontal. He jugado cientos de veces ambas pruebas y todavía no sé bien cómo deben ejecutarse. Lo que sí descubrí es que, en clavados, mientras más piruetas hagas en el aire, tienes más probabilidad de obtener una calificación alta.
Espera, hay una prueba que mencioné arriba de la que debo hablarte más a profundidad: el tiro con pistola. Así como lo lees, se trata de una especie de Hogan’s Alley en el que aparece un callejón y un grupo de matones a los que debes eliminar. Es otro momento en el que uno piensa: ¿por? No es algo muy olímpico que digamos, así que entiendo perfectamente por qué la edición nipona no tiene esta escena. Simplemente es algo totalmente fuera de lugar. Si decidieron incluirlo como broma, es una muy mala.
¿Dónde puedo jugarlos actualmente?
- Cartuchos de NES
- Nintendo Switch (versión arcade, primera parte - $150.99 MXN)
Aunque desde los tiempos del Atari los videojuegos de deportes ya habían estado ganando terreno, las generaciones posteriores fueron mejorando la experiencia en todos sentidos hasta llegar a auténticos simuladores como los que podemos ver actualmente. Aunque es grato echarse un clavado en estas entregas hiperrealistas y disfrutar de sus beneficios, también resulta muy divertido darse una vuelta por el pasado y revisitar propuestas como Track & Field. Puede no sentirse tan real como ahora, pero el espíritu de competencia y la sed por alcanzar un mejor récord cada vez se puede experimentar a pesar de lo austero que el título pueda ser.
Si no has jugado ningún Track & Field, te recomiendo que empieces con la segunda parte en el NES. También es muy recomendable International Track & Field 2000 para PlayStation, en donde la integridad del Dual Shock también puede correr peligro. Te agradezco que hayas llegado hasta este punto del texto y espero tus comentarios. Nos leemos en el próximo #ViernesRetro.
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