Quédate en casa: Xenogears, el inicio del largo y duro camino de Tetsuya Takahashi

El RPG que encendió la chispa que hoy hace brillar a Xenoblade Chronicles


El periodo de cuarentena nos brinda un poco más de tiempo para disfrutar videojuegos y aunque estamos abrumados por tantos títulos, ofertas y contenido gratuito, estos días también se prestan para hacer un viaje al pasado, sobre todo para conocer algunas joyas ocultas que terminaron por convertirse en juegos de culto. Después de todo, siempre es importante volver a las bases y hoy quiero escribir sobre un RPG que guarda un fuerte vínculo con una franquicia tan poderosa como Xenoblade Chronicles.

Hace unos días se confirmó la fecha de lanzamiento de Xenoblade Chronicles: Definitive Edition para Nintendo Switch y previo a ese anuncio se reveló que Monolith Soft, estudio liderado por Tetsuya Takahashi y responsable de esta franquicia, cuenta con la mayor plantilla laboral en su historia. Luego de conocer ambas noticias, fue inevitable que pensara en Xenogears, RPG dirigido por el mismo Takahashi que debutó en 1998, sobre todo por el vínculo que une a ambas entregas y que da cuenta de la historia del creativo y su equipo, forjada en momentos difíciles y que hoy parece mostrar que, por fin, llegaron los buenos tiempos.

Xenogears debutó en una época en que Squaresoft apostaba por distintas propuestas gracias a que contaba con los recursos necesarios para hacerlo, obtenidos por el éxito de Final Fantasy. Fue entonces que, precedido por el cisma provocado por Final Fantasy VII el año anterior, el equipo liderado por Tetsuya Takahashi se enfocó en una propuesta que buscaba plantarse de frente a la obra de Tetsuya Nomura que causó revuelo en PlayStation.

Pensado originalmente como un proyecto de secuela para el legendario Chrono Trigger, Xenogears tomó un camino diferente y encontró su esencia en un mundo que coqueteaba con el Sci-fi a través del uso de mechas, pero que también se inspiró en los presupuestos de la filosofía de Nietzsche y el psicoanálisis de Sigmund Freud, Carl Jung y Jacques Lacan, los cuales llevarían a los personajes, e incluso al jugador, a cuestionar la realidad misma. Esta extraña mezcla se adecuó de gran forma con los elementos tradicionales de los RPG y dio vitalidad a las batallas con un sistema activo de batalla, aunque también mantuvo los combates por turnos en ciertos encuentros. Asimismo, Xenogears apostó por entornos en 3D, alejándose de los fondos prerenderizados de Final Fantasy VII.

Xenogears, un juego que se plantó frente a Final Fantasy VII
Xenogears, un juego que se plantó frente a Final Fantasy VII

El avance del proyecto y el apoyo que Squaresoft dio, hizo pensar a Tetsuya Takahashi en un universo inmenso que permitiera lanzar muchos títulos gracias a la cantidad impresionante de contenido que se estaba creando para dotar de vida y coherencia a algo para lo que Xenogears no sería más que el chispazo inicial. Lamentablemente, por causas diversas, Squaresoft decidió recortar de forma importante el presupuesto del proyecto y éste se tuvo que terminar con los recursos disponibles. De ahí que exista una diferencia notable entre el primer y segundo disco.

Fue entonces que, de un solo movimiento, este gran universo dejaba de existir, pero no así la idea de Tetsuya Takahashi, quien contó con el apoyo de muchos de los creativos que trabajaron con él, y fue entonces que nació Monolith Soft. Posteriormente, con el apoyo de Namco, el recién formado estudio trabajó en un sucesor espiritual, Xenosaga, que generó opiniones divididas, pero que fue reconocido por la dualidad de cada entrega, o sea que sus buenos momentos eran realmente buenos, pero los malos aparecían en igual proporción.

El camino de Takahashi y Monolith Soft se cruzó con el de Nintendo y habiendo dejado atrás a Xenosaga, el equipo tuvo otra oportunidad para devolverle la vida a este universo inmenso lleno de misticismo y mechas. Fue entonces cuando surgió Xenoblade, quizá la franquicia con el vínculo más directo con Xenogears.

¿Por qué te recomiendo Xenogears? No solo por ser un buen RPG, con una narrativa impresionante y una joya oculta que jamás gozó del reconocimiento que, quizá, se merecía. También porque es una entrega que da cuenta del esfuerzo de un equipo que ha pasado por momentos difíciles y que hoy, 22 años después, parece haber encontrado la estabilidad siempre deseada.

Para bien, Xenogears está a unos botonazos de distancia, pues está disponible en formato digital para PS3 a través de PS Store. Para mal, es un hecho que una vez que Sony diga adiós al soporte para su tienda digital en dicha consola, Xenogears desaparecerá, pues la IP pertenece a Square Enix, compañía que ha mostrado poco interés en el título. Asimismo, tampoco es tan fácil conseguir copias de Xenogears en PlayStation y sabemos que conforme pasen los años, más subirán de precio, con el riesgo de que el paso del tiempo haya hecho de las suyas y haya estropeado la información impresa en el CD.

Así pues, si estás pensando en darle una oportunidad a Xenoblade Chronicles: Definitive Edition, no está de más que antes conozcas Xenogears como testimonio de su pasado.

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