La trilogía de Lolo de la que te hablé en el artículo anterior resultó ser sólo la punta del iceberg de una gran saga llamada Eggerland. Me tomé unos días para analizarla y jugarla (hasta donde pude) y descubrí cosas muy interesantes. Ya estaba muy encariñado con la saga de NES, pero con esto mi horizonte se amplió y he pasado más tiempo que nunca con Lolo.
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Conociendo la saga
Las entregas de Eggerland se dividen en 2 tipos: lineales y de laberintos. En el primer grupo están Eggerland Mystery (el primero de la saga), Eggerland: Departure to Creation, Adventures of Lolo (Japón), Adventures of Lolo 2 (Japón) y Adventures of Lolo de Game Boy que, como ya habíamos mencionado, sólo apareció en Europa y en Japón. Los de laberintos incluyen Eggerland 2: Labyrinth Myth, Eggerland: Revival of the Labyrinth, Eggerland Episode 0: Quest of Lala y Revival! Eggerland. Estos 2 últimos son sólo para Windows y tienen un aspecto mucho más moderno. Finalmente, no podemos olvidar las 3 entregas que se lanzaron en América y de las cuales ya platicamos.
Voy a concentrarme en el juego que más me atrajo: Eggerland - Revival of the labyrinth. Las 2 ediciones anteriores de MSX y MSX 2, respectivamente, ya habían presentado el concepto, pero esta versión de Famicom lo perfeccionó. El objetivo de cada cuarto es el mismo: recolectar corazones, tomar el premio y salir hacia el siguiente reto. La diferencia aquí es que la progresión no es lineal, sino que se asemeja a la forma en la que exploras un calabozo en el primer The Legend of Zelda de NES. Incluso tiene un poco de backtracking, que en los tiempos en los que salió el juego (1988) era algo muy poco común. Se siente más como una aventura y no sólo una sucesión de escenas. No me quejo del estilo que ya conocía, pero el cambio se agradece mucho.
"Es una experiencia mucho más profunda y algunos cuartos son realmente difíciles, incluso por encima de los más complicados de la trilogía de NES"
Debes cubrir un mapa representando por una cuadrícula de 8 x 16, justamente como el mapa del overworld del ya mencionado Zelda. No sólo se trata de ir resolviendo los acertijos, sino de recolectar algunos objetos que te ayudarán a avanzar, así como de encontrar a algunos personajes o “dioses” que te darán habilidades especiales. Los 2 artículos más importantes son el mapa y la campana. Al primero no tienes acceso hasta que lo tomas (como en Zelda) y la segunda suena cuando te encuentras en un cuarto que tiene una salida secreta. Es una experiencia mucho más profunda y algunos cuartos son realmente difíciles, incluso por encima de los más complicados de la trilogía de NES. A pesar de que el mapa parece simple, se divide en varias zonas sin delimitación aparente que encierran algunos secretos. Por ejemplo, en la sección de agua debes moverte de un cuarto a otro usando una balsa, pero la cosa no queda ahí, sino que en cada oportunidad debes tomar una nueva y echarla al agua en el sentido correcto. De lo contrario, Lolo naufragará irremediablemente.
El lado críptico de Lolo
Hay algunos casos en los que el juego te da una “pista” que tiene que ver con mover las cajas protectoras para disponerlas de una manera específica o con algún enemigo. Si lo haces bien, descubres el acceso a cuartos especiales. ¿Recuerdas a los gatos que se duermen cuando los tocas? En realidad se llaman Leapers pero, ¿qué más da? Hay un cuarto en el que debes dormirlos en posiciones específicas para avanzar. Es raro porque, al hacerlo, generas una especie de fantasma de Lolo que debe atravesar los obstáculos para materializarse del otro lado y tomar el contenido del cofre. Suena fumadísimo para un juego de Lolo, y lo es.
Existe un cuarto en el que debes alinear las cajas de cierto modo para que todos los enemigos se conviertan en huevo y así los puedas mover para tomar lo que te haga falta. ¿Cómo lo supe? Googleando, por supuesto. Simplemente no había manera de adivinar de qué se trataba, ya que el juego no te da ningún indicio de lo que debes hacer. Lo bueno fue que después me acostumbré a estas pruebas y las fui pasando con más facilidad. Sí, consulté una guía, pero lo hice por ti, para darte la información completa.
Algunos cuartos son viejos conocidos, porque las 2 primeras versiones de NES son recopilaciones de los juegos anteriores del universo de Eggerland. Como puedes ver en la imagen, la calidad mejoró mucho en la versión de NES, aunque el reto es prácticamente el mismo. En todos los títulos de Eggerland que pude jugar, encontré siempre cuartos que ya conocía de otra versión. Hay mucho reciclaje, pero también hay un reto importante y la forma laberíntica de avanzar les da un toque muy especial que, aunque me cueste trabajo reconocerlo, no existía en la trilogía que conocía.
De lo que nos hemos perdido
No pude evitar pensar que el caso de Eggerland se asemeja al de algunos otros títulos que, en el peor de los casos, nunca llegaron a nuestro continente por cuestiones de dificultad. Aunque ahora la perspectiva ha cambiado, en la década de los 80 y parte de los 90 algunos tenían la idea de que los gamers occidentales éramos unos zopencos. Nintendo of America no quiso lanzar en nuestro territorio la segunda parte de Super Mario Bros. (me refiero a la japonesa) argumentando que la alta dificultad provocaría que la gente no lo comprara. Se temía que los jugadores no sintieran la satisfacción de terminarlo, sino que se frustraran y destruyeran sus controles y consolas. Esa hipótesis se vino abajo cuando finalmente tuvimos acceso a The Lost Levels y demostramos que sí podíamos con el reto. Me parece triste y absurdo que Lolo venga de una serie tan grande de títulos y que a nosotros sólo nos haya tocado una pequeña rebanada del pastel. Este fenómeno incluso se puede ver en las versiones niponas de Adventures of Lolo. Algunos cuartos son mucho más complejos que sus contrapartes occidentales, lo cual resulta insultante desde mi punto de vista. Me siento ninguneado e indignado.
Me reconforta que esas ideas erróneas hayan quedado atrás. Se ha demostrado que de este lado del mundo también hace aire en competencias internacionales, como el campeonato mundial de Super Smash Bros., en el que Leonardo “MkLeo” Pérez se llevó la más alta presea. Por otro lado, aunque no ganó el torneo, el mexicano Rolando Neri (Violent Kain) derrotó al mejor jugador de King of Fighters del mundo: el chino Zeng "Xiao Hai" Zhuojun.
Eggerland es sólo un ejemplo de muchos títulos que no llegaron a nuestras manos en su momento pero que están esperando ser descubiertos. Ahora es mucho más sencillo conseguir verdaderas joyas, como los Final Fantasy que en su momento no tuvimos. Me quedo con la inquietud de saber cuántas experiencias nos hemos perdido a causa de las decisiones de ciertos ejecutivos o de los mismos desarrolladores de no lanzar sus productos en tal o cual región. Es un tema interesante, sobre todo si pensamos que el título que hoy jugamos en América puede tener una contraparte diferente en Europa o en otros lares. El medio gamer ha crecido exponencialmente y, con la globalización y la Internet, podemos conocerlo mucho más a fondo.
¿Ya conocías Eggerland? Si no, ¿te animarías a probar uno de sus exponentes? ¿Crees que no traer ciertos juegos de otras regiones a la nuestra debe afectarnos? Cuéntame en los comentarios.
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