Si buscas listas de los títulos más difíciles, lo más seguro es que te encuentres cosas con las que no estés de acuerdo. Es normal, porque se trata de cómo le va en la feria a cada quien. Precisamente ese es el meollo del tema que trataremos hoy.
En esas famosas listas, que son muy abundantes, podemos encontrar algunas similitudes como Battletoads, Ninja Gaiden, Dark Souls o Contra. Entre ellos, quizás el más sonado sea la propuesta de Rare con estos sapos con forma humana que, para algunos, son más cool que las tortugas comepizza. Levanta la mano si has pasado el nivel 3 (Turbo Tunnel) en este juegazo de NES. No voy a negarlo, es un nivel complicado, pero creo que el nivel 7 (Volkmire’s Inferno) es mucho más demandante e incluso después de varios intentos sigue costando trabajo. Los niveles finales, sobre todo el 11 (Clinger Winger), son una prueba de paciencia y constancia.
"En Battletoads puedes pasar un nivel de reflejos sin problema, pero morir en el primer salto del siguiente"
¿Has terminado el juego? ¿Crees que sea uno de los más difíciles de la historia? Si es así, ¿en qué te basas? Estamos hablando de una obra en la que el balance es perfecto, ya que tiene un poco de beat ‘em up, estrategia, pruebas de reflejos y platforming. Como pasa en la escuela: puedes ser muy bueno en matemáticas pero ser un ladrillo para biología. En Battletoads puedes pasar un nivel de reflejos sin problema, pero morir en el primer salto del siguiente. Nuestro panorama puede cambiar cuando, en YouTube, nos encontramos con gente que lo ha terminado con una sola vida y sin cometer un solo error. ¿Para ellos sigue siendo difícil o ya se convirtió en algo mecánico? No podemos generalizar y decir que tal o cual juego es difícil en sí mismo. En la vida pasa igual: lo muy complejo para unos tal vez sea una baba de perico para otros. Digamos que la dificultad nos puede poner a prueba, pero no es una constante, sobre todo porque aprendemos de esas pruebas, entrenamos y perfeccionamos nuestras técnicas.
¿Qué define a un juego difícil?
Terminar Contra de NES sin el famoso truco de las 30 vidas no es algo sencillo. Sin embargo, caemos en lo mismo: muchos lo han terminado sin perder. La dificultad de un juego está determinada no por el juego mismo, sino por quien lo juega. Con la llegada de Super Mario Maker y de su secuela, podemos ver que a muchos les llama la atención hacer niveles muy desafiantes, con saltos muy precisos, puzzles sofisticados u hordas de enemigos. Se tiene un sistema de clasificación para que, quien quiera encontrar esas bestiales creaciones, pueda lograrlo fácilmente.
"¿El tiempo será un factor para determinar la dificultad?"
Me llama especialmente la atención la portada de Ninja Gaiden II en el NES, ya que en ella se lee: Hard to beat!! (¡¡Difícil de superar!!). Digamos que sí, cuando recién conoces la segunda aventura en 8 bits de Ryu Hayabusa, te das cuenta de que no es una caminata por el parque. Después lo dominas y se acabó. En estos 2 ejemplos, la destreza con el control es indispensable.
Por otro lado, ¿el tiempo será un factor para determinar la dificultad? Si así fuera, entonces los RPG serían los títulos más difíciles. De acuerdo con HowLongToBeat, Dragon Age: Inquisition puede llevarte hasta 127 horas (como a James Franco) si eres de los que les gusta completar todo. Esto puede variar de jugador a jugador, pero si lo usáramos como criterio, seguramente tendríamos a esta propuesta de BioWare en los primeros lugares de lo más complicado. Con el paso del tiempo, los títulos que jugamos exigen más de nuestro tiempo, pero eso no se debe necesariamente a que sean difíciles, sino a que la oferta ha cambiado. Antes teníamos títulos muy cortos, como el mismo Contra, cuya dificultad se basaba en un número limitado de vidas o de continues. Hoy la práctica es distinta y encontramos experiencias que nos entretienen durante semanas y en las que es posible guardar nuestro avance.
¿La dificultad es necesaria para divertirse?
Ya mencionamos a los trolls de Super Mario Maker. Esos niveles son un reto interesante, pero también los fáciles o intermedios aportan mucho. El diseño de un nivel va mucho más allá de llenarlo de trampas, acertijos o enemigos que requieren de una gran cantidad de golpes para caer. Se trata de innovar, de ponerse en los zapatos de los jugadores e imaginar lo que esperan. Es muy gratificante ver títulos en los que el balance entre la dificultad y el gusto por jugar es perfecto o se acerca a serlo. Cuphead podría ser un ejemplo de esto, ya que, aunque los enemigos pueden llevarte horas, se trata de batallas justas en las que tienes todo lo que necesitas para ganar, pero debes saber usarlo. Eso es diversión, eso es reto, eso es un videojuego.
"Eso es diversión, eso es reto, eso es un videojuego"
Sin duda es importante que, en cada propuesta, el gamer se sienta atraído y decida jugar una y otra vez, pero no en todos los casos es la dificultad lo que lo hace volver. Pensemos en Tetris: una mecánica simple con dificultad creciente dada por la velocidad a la que caen los tetriminos. ¿Es un juego difícil? Una vez más, depende de cada jugador y de las metas que el mismo se ponga en cuanto a puntuación o número de líneas. Tal vez debamos preguntarle a Joseph Saelee, quien el año pasado venció al 7 veces campeón Jonas Neubauer. ¿Serán humanos?
Más allá del sudor y las lágrimas
Terminar un juego casi siempre es muy satisfactorio, pero no necesariamente por el trabajo que nos haya costado, sino por la experiencia que fue en general. Un buen título no es sólo aquel que te hace lanzar el control, sino el que te deja algo, que te lleva a reflexionar y a mejorar como jugador y, tal vez, como persona. Una buena historia, un chiste, un nivel muy bien diseñado, personajes entrañables; esas son las cosas que uno agradece y por las que siempre vuelve a encender la consola, computadora o cualquier dispositivo de gaming.
¿Piensas que la dificultad en un juego es importante? Para ti, ¿cuáles son los títulos más difíciles y por qué? Esperamos tus comentarios.
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