Bandai Namco tuvo la amabilidad de darnos a probar Dark Souls III como parte de su PR Tour 2015, y por supuesto, no podíamos desperdiciar la oportunidad de volver a desafiar uno de los juegos más esperados y prometedores de 2016. En esta ocasión, probamos en carne propia algunos de los desafíos del nuevo mundo de Dark Souls, con entornos más imponentes y complejos, exploramos su sistema de juego y retamos a poderosos enemigos que rayan en lo injusto (pero no nos gustarían de otra forma, ¿no es verdad?).
Parece que Dark Souls III seguirá la saga del Rey de las Cenizas del Dark Souls original, por lo que podría ser una secuela más "directa" que Dark Souls II (que parece ocurrir miles de años después). En este caso, el ambiente no es de un tiempo olvidado sino de franca espera del apocalipsis, con llamas a lo lejos, cenizas que caen y cielos color azufre, como si estuvieras en las horas anteriores a la destrucción de Pompeya. ¿Acaso un futuro alterno en el que todo ha salido mal después del sacrificio del jugador en Dark Souls? ¿Por qué merodea la figura de Gwyn, el rey loco de Lordran? Hay muchas preguntas pero por ahora todo es un poco vago: lo único que sabemos es que el ambiente de Dark Souls III es de franco apocalipsis.
En esta ocasión probamos un poco del build disponible hasta ahora, esto es, algo de la región de Lodeleth, con sus castillos dilapidados llenos de dragones muertos, cultistas fanáticos del fin del mundo e imponentes caballeros que intentarán oponerse a tu avance. Asimismo, parece que la clásica temática de dragones regresará, pues no sólo encontramos a cada paso los cadáveres de estas imponentes criaturas, sino también levantarán el vuelo para llenar los ambientes de fuego e intentar aniquilarnos.
Además del sistema de combate, sobre el que volveremos más adelante, el cambio más importante en el juego es el mundo y las ambientaciones, con un mayor sentido de interconexión. El área de Lodeleth, por ejemplo, incluye una variedad de fortalezas, puentes, torreones, calabozos y muros, todos en distintas profundidades y alturas, con un diseño mucho más abierto que en todos los títulos de la serie Souls, Bloodborne incluido. Estos cambios dan una sensación de experiencia algo diferente y que apuntan a una evolución en el diseño, después de los mundos por niveles de Demon's Souls y los mundos interconectados pero más tradicionales de Dark Souls, su secuela y Bloodborne. Esto se siente más como un intermedio entre el mundo abierto y los niveles cerrados, con áreas gigantescas y más confusas en las que el encendido de hogueras será vital para orientarnos, y menos como áreas pasilleras.
El combate sigue la línea de la serie Souls, sin las innovaciones de Bloodborne, no tan visceral y más estratégico, pero tiene algunos trucos bajo la manga. En este caso, se trata de la acción de combate diversificada, un tipo de pose que puedes utilizar para lanzar nuevos tipos de ataques y combinaciones dependiendo de tu arma. Por ejemplo, la cimitarra, que parece tener una gran importancia en el área que pasamos, puede ser desplegada en un ataque giratorio capaz de acabar con varios enemigos a la vez en sólo un golpe. En cambio, la espada larga tiene un mandoble que puede romper guardias, mientras que la gran espada tiene una carga hacia adelante que literalmente lanza a tu rival por el aire y lo clava en el piso. Cada arma tendrá un tipo de comando personalizado, lo que sin duda será la aportación más interesante del juego en términos de mecánicas.
Lo demás es parecido a lo que ya conocemos, aunque hay ciertos cambios aquí y allá. Por ejemplo, la interfaz está simplificada (en esto Bloodborne es una influencia fuerte) y ya no vemos la energía restante del enemigo. En general, el juego tiene una línea más ágil y simplificada, pero no con ello se ha perdido ni un ápice de la profundidad RPG a la que Dark Souls nos tiene acostumbrados. En cuanto a la movilidad, se siente bien, ni pesada ni excesivamente rápida, aunque ciertamente el título apuesta un poco más a la efectividad de los saltos y esquives para dar dinamismo a los encuentros. Sin embargo, en contraparte, los ataques fuertes de los enemigos son prácticamente letales.
Por supuesto, volvimos a retar a la Bailarina del Valle Gélido, una extraña criatura cubierta en cota de malla y un velo árabe que te embosca en una catedral y que tiene ágiles movimientos de danza mezclados con una poderosa espada de fuego. Recuerda un poco a Vicar Amelia y otros jefes animales de Bloodborne en su movilidad, quizá con un toque de la Lost Sinner de Dark Souls II, pero su estilo está por supuesto más pensado hacia el árabe o persa medieval. Es un enemigo poderoso que al principio tiene movimientos erráticos, pero después se convierte en una máquina de muerte con sus imposibles giros de hasta 5 tiempos o más. En todo caso, es bueno ver que el equipo de From Software mantiene la frescura de sus modelos y jefes, todo un reto considerando que ya han de rebasar el centenar de propuestas con todos sus juegos sumados.
Por último, parece que el juego en línea (por supuesto no disponible durante nuestra breve prueba) intentará integrar las interacciones del multijugador en línea con las de la historia para un jugador, pero aún no sabemos cómo será implementada esta característica. Otro detalle importante es que el lore y la historia serán un poco más explícitos, con mensajes informativos detallados a los que puedes acceder con el botón en ciertos rincones del mundo. Por supuesto es algo que puedes ignorar (si la historia fuera impuesta no sería Dark Souls), pero al menos ayudará a que toda la confusión del lore provocada por tanta especulación se aclare un poco.
Parece que Dark Souls III será un interesante paso adelante para la franquicia, con un combate mucho más diversificado por arma, una interfaz más limpia, una historia algo más clara y la promesa de un sistema en línea más significativo para el single player. Asimismo es un juego gráficamente ambicioso para lo que maneja la línea de la serie Souls (el juego estaba apaleando a la Razer Blade cuando lo jugamos), por lo que lucirá bien para tu consola next-gen o computadora de gama media o alta. Realmente contamos los minutos para poder volver a estar a solas con este verdadero estandarte del hardcore gaming moderno.
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