Hace poco más de año y medio, salió Diablo III. Era el regreso de uno de los grandes videojuegos de la década de los 90 que cautivó a millones y, aunque fue un gran lanzamiento y un excelente juego, había aspectos que no funcionaban bien, lo que molestó a los fans; a pesar de que fueron arreglados, la comunidad no quedó satisfecha. Entre estas cuestiones destacan el nivel de dificultad y el loot. Con la llegada del parche 2.0.1, el titulo está de vuelta más fuerte que nunca.
Sin lugar a dudas, el cambio más importante y significativo en este parche es el loot o botín, es decir, los ítems que tiran los enemigos y los jefes al ser derrotados, aunque también los encuentras en cofres, barriles y cajas que rompes, o bien, los recibes como recompensa al completar misiones. Antes de esta actualización, era muy difícil conseguir ítems que te sirvieran, razón por la que la Casa de Subastas de Diablo III nunca funcionó como debía y por la cual cerrará sus puertas el 18 de marzo. Al principio, la Casa de Subastas era muy buena idea, pues el tiempo invertido para buscar determinado ítem era demasiado y tan difícil encontrarlo, que era más fácil juntar dinero, ir a la Casa de Subastas y comprarlo en lugar de obtener la satisfacción al hallarlo matando monstruos en Santuario. Este cambio en el botín, llamado Loot 2.0, provoca que la mayoría de los ítems que localizas en el juego estén hechos para tu personaje, aunque quizá no te sirvan porque tienes uno mejor. Esto también viene de la mano del sistema de crafting que te permite forjar armaduras y armas con el herrero. Antes, si creabas ítems con este sistema, era probable que sólo 1 de 20 fueran útiles. Ahora, ya es diferente: puedes fabricar 5 o 6 ítems con características específicas para tu personaje e, incluso, entre más veces lo desarrolles, obtendrás mejores resultados. Este nuevo sistema también incrementa la posibilidad de descubrir ítems legendarios. Antes de este parche era muy complicado encontrarlos, no obstante, las probabilidades de obtenerlos aumentaron. En pocas palabras, si estabas cansado del loot en Diablo III y de no encontrar lo que buscabas, ahora estás ante una historia completamente diferente.
Otra modificación es el sistema de dificultad. Antes, Diablo III contaba con 4 niveles de dificultad que se desbloqueaban conforme terminabas el juego. Primero, era necesario acabarlo en modo Normal para desbloquear el siguiente y así sucesivamente; esto era muy repetitivo y, en realidad, el cambio se percibía hasta el último nivel. Ahora, cuentas con 5 niveles: Normal, Difícil, Experto, Maestro y Tormento ―este último incluye 6 niveles de dificultad extra―, de los cuales, 3 estarán desbloqueados desde el principio y, según avances en la historia, liberarás los otros 2. Cada nivel agrega bonos a tu juego, excepto el Normal; sin embargo, si juegas en Difícil, obtendrás bonos de experiencia, dinero y mejores recompensas. El máximo nivel de dificultad, Tormento VI, agrega 1600% más de experiencia y de dinero, así como una gran posibilidad de encontrar ítems legendarios. Cabe señalar que el título adapta la dificultad de acuerdo con el nivel de tu personaje. Respecto a éste último, hay que acotar que para equiparlo no es necesario juntar dinero para comprar ítems, o bien, pasar meses en Santuario matando monstruos, pues en un abrir y cerrar de ojos tendrás el equipo para continuar disfrutando de los siguientes niveles de dificultad ofrecidos.
Por otro lado, las clases también recibieron ajustes y modificaciones a sus habilidades, así que si piensas en regresar a Diablo III, te sugiero que revises estas últimas antes de enfrentarte a los enemigos. El sistema Paragón llegó al juego en agosto de 2012, y es una modalidad útil para que quienes continuaran jugando aumentaran su nivel, con lo que su personaje se fortalecía de acuerdo con cada nivel de Paragón que subiera. Con el parche 2.0.1, el cambio al sistema de Paragón fue enorme y bastante bueno. Con cada nivel que se incrementa, obtienes un punto que puedes gastar en 4 categorías diferentes: Principales, Ofensiva, Defensiva y Utilidad. Asimismo, es posible usarlos de la manera en que desees: para ser más fuerte, hacer más daño, tener más armadura, más vida, en fin, las posibilidades son infinitas.
Por último, la mayoría de las zonas y calabozos recibieron una mejora en la manera en que se generan aleatoriamente. Antes, las primeras no cambiaban mucho; sin embargo, ahora es diferente. Otra adición es que es posible encontrar más eventos en ellas, los cuales van desde derrotar cierto número de enemigos en cierto lapso hasta derrotar a algún personaje especial. Completar estos eventos te dará recompensas que incluso pueden llegar a ser ítems legendarios, si tienes suerte. Algunos enemigos especiales, como campeones, esbirros y monstruos raros, también recibieron modificaciones, entre las que destacan más poderes especiales; incluso, las dinámicas de algunos jefes también son distintas, así que seguramente te sorprenderá volver a enfrentarte a algunos.
Como puedes ver, con el parche 2.0.1, Diablo III se percibe como un juego nuevo, en el cual los veteranos seguramente se divertirán mucho más destruyendo a los monstruos de Santuario y encontrando mejores ítems. Si eres nuevo, no te preocupes, dale una oportunidad, pues, sin duda, te divertirá y será un verdadero reto en las dificultades más altas. Si deseas conocer todos los cambios que trae este parche, visita el sitio oficial de Diablo III. La expansión del título, Reaper of Souls, sale a la venta el 25 de marzo.
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