Alguien se pasea por los pasillos de una tienda de videojuegos y al repasar con la mirada los anaqueles, observa a Mario, a Dante, a Kratos, personajes que reconoce de manera inmediata, pero a eso se suman los logos de Call of Duty y Battlefield; entonces sabe que al comprar alguno de estos títulos jugará una campaña para un jugador que puede durar poco, pero también que alguno permanecerá mucho tiempo dentro de su consola debido al multijugador, su expectativa probablemente será cumplida y su compra no habrá sido un riesgo. Está probado que las secuelas son un excelente negocio, y para empezar podemos recordar que la lista de películas con más ganancias a nivel mundial está llena de segundas y terceras partes: Pirates of the Caribbean: Dead Mans Chest y On Stranger Tides, Toy Story 3, The Dark Knight, Star Wars Episode 1, Shrek 2 y todas las que vengan a su memoria.
En cuanto al mundo de los videojuegos, esta generación de consolas ha visto títulos procedentes de franquicias reconocidas que han vendido una cantidad impresionante de copias. Call of Duty, Guitar Hero, Halo, Grand Theft Auto, Gran Turismo, Super Mario Galaxy, Final Fantasy, Uncharted y otros, sobrepasan la marca del millón de unidades vendidas en poco tiempo. En marzo de 2011 se reportó que Guitar Hero III: Legends of Rock, había generado ganancias por $830.9 millones de dólares y Black Ops $787.4 millones, una cantidad impresionante que podría causar envidia en casi cualquier productor cinematográfico de Hollywood.
A partir de estas listas y cifras de ventas, resulta comprensible que los distribuidores quieran ver que los estudios desarrolladores trabajen en franquicias reconocidas y que no estén dispuestos a gastar dinero en la promoción de juegos nuevos.
Hay ejemplos claros de esta situación. En julio de 2010 Activision publicó Singularity de Raven Software, pero cuando este distribuidor lo lanzó, la campaña publicitaria de lo lanzamiento fue prácticamente nula y a pesar de que el juego obtuvo buenas calificaciones, Activision mencionó que las ventas fueron decepcionantes; el resultado, ahora Raven está trabajando en la franquicia Call of Duty.
Otro ejemplo es Alan Wake. Para explicarlo haremos un poco de historia. Cuando Microsoft está por lanzar a la venta un videojuego, es normal ver campañas publicitarias impresionantes; si se trata de un título nuevo de Halo, Fable o Gears of War, en las calles aparecen espectaculares que anuncian su llegada, en la televisión vemos comerciales con un alto valor de producción, que incluso han ocasionado que los fans lloren entusiasmados, no estoy exagerando, recuerdo haber leído y escuchado comentarios de seguidores de Halo en los que mencionaban haber llorado de emoción al ver algunos comerciales que anunciaban la llegada de la tercera parte.
Sin embargo, por alguna razón Microsoft decidió seguir unos lineamientos diferentes para promocionar el thriller de acción psicológica Alan Wake, un juego del estudio Remedy que ya había demostrado ser capaz de crear nuevas y emocionantes franquicias con Max Payne. El juego fue bien recibido por la crítica, pero no fue suficiente para tener las ganancias de otros títulos de Microsoft.
Después de ver lo que pasó con Singularity y con Alan Wake, para los que sabemos que la calidad no fue factor determinante para tener buenas ventas, hay otras razones que se deben tomar en cuenta, como el día de lanzamiento. A finales de mayo de 2010 y en el transcurso de una semana, llegaron a tiendas Alan Wake, Blur, Split/Second y Red Dead Redemption, todas franquicias nuevas, con excepción del último, que es la secuela de Red Dead Revolver y que fue el título que más copias vendió: 1.5 millones de unidades.
Por lo que hemos visto hasta ahora, parece difícil tomar la decisión de crear nuevas franquicias y también por esto ciertos fenómenos como el remake y la precuela, que son parte de la industria del cine desde hace buen rato (¿quién iba a creer que alguien haría una nueva versión de Psycho?), han comenzado a ser adoptadas en los videojuegos. Así sucedió este año con Mortal Kombat, recreado para regresar a sus raíces y con Deus Ex: Human Revolution, que tendrá una precuela próximamente, aún cuando muchos creímos que no veríamos más de esta franquicia.
Con todo esto, existen estudios y distribuidores que todavía están dispuestos a correr el riesgo de crear juegos nuevos, aunque normalmente tratan de disminuir el riesgo con el respaldo de nombres reconocidos; ese es el caso de Brütal Legend, del estudio Double Fine de Tim Schafer, que aprovechó la popularidad del creador. Ahora ellos están desarrollando franquicias nuevas y vendiéndolas en el Bazar de Xbox LIVE y en PSN, como es el caso de Costume Quest, Trenched y Stacking, juegos que han sido bien recibidos por la crítica.
A veces parece que ya no se crea nada nuevo, en el E3 de este año algunos de los títulos que más llamaron la atención fueron Modern Warfare 3, Battlefield 3 y Uncharted 3, pero también hay estudios grandes que apostaron por nuevas franquicias: Epic, con Electronic Arts, apoyaron a People Can Fly para que Bulletstorm pudiera ser una realidad, y pronto id Software, un estudio legendario que lleva años trabajando en secuelas de sus juegos, está por entregar un nuevo título llamado RAGE.
Es evidente que traer una franquicia nueva al universo de los videojuegos es algo que se tiene que hacer con cuidado, pero si nos alejamos un poco para ver el panorama, podemos ver que en esta generación se han creado franquicias excelentes: Uncharted, Gears of War, Borderlands, Dragon Age, Mass Effect, LittleBigPlanet, Blazblue y más han llegado para dejar huella y estamos seguros de que pronto habrá más. La industria de los videojuegos está en pleno auge y es probable que pronto veamos nuevos y emocionantes personajes.
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