Los Cubrebocas más Épicos en la Historia del Videojuego

Como ya todos saben y han leído y visto en la tele, nos encontramos en el
epicentro de una peligrosa epidemia. La histeria colectiva se acrecienta y el
número de personas en las calles disminuye, ni hablar ya de los lugares públicos,
como plazas y restaurantes, que ahora 
tampoco pueden dar servicio, excepto es para vender comida para llevar.

Una de las cosas que se ha generalizado es el uso del famoso cubre bocas. Por
todos lados podemos ver personas con la cara cubierta tras un pedazo de tela,
ignorantes de que la vía de contagio más peligrosa es el contacto directo. He
aquí algunos ejemplos de lo que no debemos hacer:

• Lamer el barandal del metro.

• Tocar al vagabundo que te encontraste tirado afuera del trabajo y llevarte la mano a los ojos, la nariz o la boca antes de lavarte las manos.

• Saludar a un desconocido de beso en la boca (el cachete no es una buena idea tampoco).

• Robarte una cuchara ajena para revolver tu café.

Estos son sólo algunos ejemplos, pero la lista sigue y sigue. Ayer, durante
nuestra excursión a comprar víveres, Gargamel y yo discutíamos acerca de los
cubre bocas ajenos. Cuando comenté que había visto unos que se veían mucho
mejores que los nuestros, el Ripper nos hizo ver lo bizarro de la situación: platicar
acerca de la nueva moda impuesta por el pequeño virus de la influenza porcina.
Fue así como se me ocurrió la genial idea de presentarles la lista de Los Cubre
bocas más Épicos en la Historia de los Videojuegos.

• Ryu Hayabusa. Ser un ninja no te brindará poderes sobre humanos para aguantar las epidemias, especialmente cuando te la pasas desmembrando y bañándote en la sangre de tus demoniacos enemigos. La epidemia está pegando con todo y debemos tomar las medidas pertinentes. En este caso, Ryu se protege con el cubre bocas del Dragón, un artículo mágico milenario, pasado de generación en generación por los maestros del Clan Hayabusa, capaz de resistir hasta un estornudo directo del Ecoloco.

• Darth Malak. Los Maestros Sith se distinguen por su dominio sobre el lado oscuro de la fuerza, son capaces de lanzar descargas eléctricas generadas en su cuerpo, de lanzar y manejar objetos de enormes proporciones e incluso pueden cerrarle la garganta a cualquier persona sospechosa de portar el virus de la influenza porcina para evitar el contagio por el mismo. Darth Malak, uno de dichos maestros milenarios, al parecer no escuchó los consejos que se han estado transmitiendo por televisión toda la semana, pues dejar descubierta la nariz nulifica cualquier efecto positivo resultante de traer un tapabocas; ahora sabemos por qué se extinguieron...