Ninjas en los videojuegos

Hay pocas cosas en este mundo
que logren emocionarme. En primer lugar están los dinosaurios, después los
zombies y en tercer sitio, los ninjas. Una sociedad criada y madurada para formar
asesinos que atacan bajo el cobijo de la noche, capaces de volverse casi
invisibles al fundirse en un sensual abrazo con las sombras. Cuando aún era
niño, las particularidades de su cultura me atraían de una manera muy poderosa,
casi magnéticamente, en especial esas pequeñas divergencias con respecto a la
nuestra.

Por ejemplo, los occidentales
estamos familiarizados con el precepto de que las mujeres van primero, y
obviamente todos sabemos que esto se generó durante las partidas de caza, en
las que los hombres mandaban a sus esposas por delante, en caso de que hubiera
alguna trampa de oso olvidada. En Japón es diferente, las mujeres
tradicionalmente van detrás del hombre, porque todos sabemos que el ninja
prefiere atacar por la espalda; a ese grado han impactado en la cultura de ese
país.

La industria de los videojuegos no escapó a dicha influencia y desde
hace años, los ninjas se han vuelto parte esencial de algunos títulos y son un
gran vehículo de ficción. Pero ¿qué es lo que nos atrae de estos personajes?
¿Por qué llaman tanto nuestra atención? Quizás sea la idea de la fortaleza y la
disciplina requeridas para logar convertir tu cuerpo en un arma letal o tal vez
sea sólo el misterio que los envuelve, probablemente nunca lo sabremos.

Como mencioné, los juegos de
video se han visto plagados por estos silenciosos asesinos y con el correr de
los años su papel ha cambiado. Han evolucionado al ritmo que la tecnología les
ha permitido, y como dijimos en el LEVELUPdate 5: los videojuegos tienden a
presentar tramas profundas y bien desarrolladas. ¿Quiénes son estos ninjas de
los que hablo? Seguramente los conoces y te parecen muy familiares, pero si no es
así, estás a punto de saberlo:

• Naruto Uzumaki. Un joven guerrero que busca ganar reconocimiento y algún día convertirse en el mejor y más grande ninja de su villa. Como todo niño que sirve de prisión para un demonio, Naruto vivió toda su infancia como un paria social, sin una muestra de cariño o afecto, y por esto que busca convertirse en el líder de la pueblo, para ganarse el respeto y la admiración de los habitantes. Su determinación es tal, que muchas veces la gente que lo rodea asimila algunos rasgos de su personalidad, como pelear por sus amigos y por la gente que quiere.

Como vasija del zorro demoníaco, Naruto tiene acceso a grandes reservas
de chakra, un tipo de energía que le permite usar poderes y técnicas
supernaturales que un ninja de su edad jamás podría. Para hacer uso de la
energía del zorro, Naruto puede pedirle al demonio su ayuda o simplemente
dejarse llevar por la ira. Al hacerlo, una sombra en forma de zorro aparece a
su alrededor, con un número de colas que va del uno al nueve, según el grado de
libertad del demonio. Cada nivel incrementa sus habilidades, pero reduce su
capacidad de razonar, hasta perderse totalmente, una vez que la cuarta cola
hace su aparición. Naruto siempre trata de evitar utilizar este poder, ya que
el demonio es un grave peligro para aquellos que están cerca de él.