Plants vs. Zombies Garden Warfare 2 Xbox One

Lo primero que se cruzó en mi camino en el booth de Electronic Arts fue Plants vs. Zombies: Garden Warfare 2. Los que llegaron a jugar en algún momento el título anterior sabrán que este TPS está enfocado en acción rápida, ágil y desenfrenada. Aquí, el estilo único de cada clase se complementa con el trabajo en equipo y con la planeación estratégica.

En Garden Warfare 2 pude tomar el papel del Imp, uno de los nuevos personajes, enfocado en ataques rápidos y certeros, que te permiten acabar con los enemigos rápidamente. El nuevo modo de juego, Herbal Assault, marca la primera vez en la historia de esta franquicia en la que las plantas de Crazy Dave toman la ofensiva y atacan directamente a los zombies.

Igual que en el juego anterior, deberás encargarte de preparar las defensas de tu lado del mapa y luego repeler a los agresores. En el caso del Imp, los ataques resultaron más letales de lo que anticipé y estaba pateando traseros verdes en la primera oleada de ataque. Cabe señalar que jugué el título original durante varios cientos de horas con ciertos miembros del staff, así que nuestro equipo empezó a destacar entre los otros que estaban jugando en el booth. Desafortunadamente, una de las integrantes no tenía idea de lo que estaba haciendo y abandonó la partida y, para no dejarnos incompletos, uno de los desarrolladores tomó su lugar.

Esta persona eligió a Super Brainz, el nuevo zombie héroe del juego. Y, aunque mi Imp estaba saliéndose con la suya muy bien, la entrada de este personaje tan poderoso rápidamente cambió la inclinación de la escala. Afortunadamente, tuve oportunidad de utilizar el poder especial del Imp: pedir una armadura de batalla, lo que funciona de manera similar a lo que se hace en Titanfall.

Lo interesante es que usar la armadura cambia por completo al personaje, y así, en lugar de ser un minion genérico, el Imp se transforma en una máquina de matar casi invulnerable. Con la armadura puesta pude repeler sólo 2 oleadas de ataques de NPC normales, utilizando la ametralladora y, además, un ataque que hace un montón de daño de área, la experiencia prácticamente se tradujo en un manojo de plantas asesinas volando por los aires.

Y sí, este modo de juego no ha variado mucho respecto al de la entrega anterior, pero la inclusión de zombies como clase defensora brinda un nuevo tipo de de opciones, como torretas distintas, enemigos nuevos, poderosos jefes desconocidos y más. Aunque al final del enfrentamiento, después de patear el trasero del jefe especial que era una especie de tronco gigante enojado y lleno de fuego, tuvimos que correr al área de escape, justo como en el juego original.

A final de cuentas, esta experiencia fue justo lo que esperaba: una partida llena de acción, enfrentamientos con muchos enemigos, trabajo en equipo y mucha diversión sana, especialmente cuando pude hacer mancuerna con otro jugador con experiencia.