Tom Clancy's Ghost Recon: Future Soldier Xbox 360

Nos encontramos a poco menos de un mes del estreno de la más reciente joya táctica en la historia de Ghost Recon, pero nosotros ya le pusimos las manos encima a la modalidad para un solo jugador y tenemos algunas cosas que comentarles.

Como hemos dado cuenta antes, la saga dará un vuelco importante en términos de presentación y jugabilidad, al adoptar un concepto futurista de combate donde la tecnología jugará un rol más relevante que nunca, pero vamos por partes.

Probamos cuatro misiones relativamente variadas que compartieron ciertos elementos que nos permitieron tener una idea clara de la oferta del título. Fue difícil hilar los acontecimientos, pues los capítulos se antojaban inconexos en términos narrativos, pero en cada uno la encomienda era llegar a una persona de interés con información valiosa. Ese individuo era rehén o líder enemigo, y siempre estaba rodeado por decenas de guerrilleros a eliminar.

La forma de abordar los objetivos sigue anteponiendo el sigilo, sólo que las cosas son un poco más fáciles gracias a los dispositivos con los que contamos. Antes de adentrarnos en cualquier zona, lo que hicimos fue arrojar una granada especial que identificara a todos los enemigos en la periferia (LB), incluso a los que estaban escondidos. Los materiales en Future Soldier son destruibles dependiendo de su composición, así que una simple pared tableada no fue obstáculo para nuestras balas.

Una vez que supimos cuán grande era la resistencia, hubo varias rutas de acción. Presionar B una vez nos puso en cuclillas y encendió el camuflaje de invisibilidad para movernos en torno a ellos sin que se percataran de nuestras acciones. Si había uno alejado del resto, llegábamos por la espalda y efectuábamos un espectacular derribo cuerpo a cuerpo al presionar X. Pero si la distancia era considerable y hablábamos de más de un guardia, entonces presionábamos el gatillo izquierdo para apuntar; con el hombro derecho marcamos a los enemigos para que nuestros tres compañeros los localizaran y entonces apareció un ícono blanco sobre las desprevenidas víctimas, cuando se puso azul, supimos que los otros Ghost los tenían en la mira y bastó con volver a mantener presionado RB para despacharlos de forma simultánea.

Durante el rato que pasamos jugando no hubo necesidad de abrir un submenú para dar indicaciones tácticas o presionar cierto comando para decir a los ghosts qué hacer o adónde ir. Nuestro interlocutor nos dijo que habría otro tipo de operaciones donde esto sí fuera necesario, pero con nosotros se trató más bien de una cuestión de invertir algunos minutos en reconocimiento, priorizar adversarios y ejecutar en forma rápida y hasta cierto punto intuitiva, ya que los compañeros son más autónomos.

La situación varió un poco en dos de las misiones. En una de ellas saltamos directo a una balacera callejera con decenas de civiles corriendo por doquier y entremezclados con los chicos malos. Aquí también fue muy útil el dron de reconocimiento. Con el pad direccional cambiamos el tipo de gadget a desplegar hasta que apareció este pequeño artilugio. Lo lanzamos con el hombro izquierdo del control y lo elevamos con el gatillo derecho. Desgraciadamente, los soldados del otro lado de la calle lo destruyeron al poco tiempo, pero en ese momento ya sabíamos dónde estaban.