Pro Evolution Soccer 2015 PlayStation 4

Cuando acudí al booth de Konami para probar PES 2015 durante el E3 2014, esperaba lo típico: presentarme en el vestíbulo del stand, ser conducido a una consola, jugar, tal vez sacar una entrevista y retirarme en silencio, pero lo que recibí fue una sorpresa. En vez de ser nosotros quienes entrevistáramos a los miembros de la compañía japonesa, fueron ellos quienes, luego de dejarnos jugar, nos entrevistaron.

Konami está consciente de que en 2013 hubo muchas promesas sobre lo que el FOX Engine significaría para la sufrida serie de futbol, pero poco de eso se cumplió. PES 2014 tuvo un aspecto adelantado a su tiempo, sin embargo eso le pasó factura a la mecánica de juego. La experiencia terminó por ser poco responsiva, excesivamente complicada y con menús avejentados. Este año, el enfoque es distinto. Konami, como compañía, pretende escuchar más, hablar menos y dejar que PES 2015 lo haga por sí mismo. Un representante del estudio atribuyó las inconsistencias de 2014 a la novedad del motor, pero acotó que este año la encomienda es regresar a la franquicia a sus días de gloria con más experiencia del lado de los diseñadores, más poder del lado del hardware y mejor inteligencia artificial así como animaciones. Con ello en mente, tomamos el control del PS4 y nos dispusimos a comprobar si lo dicho era cierto.

De entrada, el juego se siente muy fluido y Konami añadió la acción de Jinking run, un pronunciado cambio de ritmo que se ejecuta oprimiendo R2 y moviendo el stick izquierdo, el cual acentúa lo responsivo de la nueva entrega y permite superar a los defensores con máximo control del esférico. Es una adición con la cual es posible tener el balón pegado al cuerpo ya sea para inyectar un cambio de velocidad pronunciado o simplemente para ocultarlo de los defensores. Esto brinca una dimensión accesible pero diferente a la forma de jugar, y demuestra que las raíces de simulación de la serie permanecen intactas al margen de los cambios tecnológicos, pues también siguen presentes la libertad de enviar pases absolutamente precisos con la flecha sobre el césped, el desafío de los tiros libres y los movimientos sin pelota.

El otro tema es el de la inteligencia artificial que en 2014 fallaba, especialmente al entenderse con los compañeros para pases al espacio. La mejor manera de poner a prueba este aspecto fue haciendo paredes, porque ello involucra poner en movimiento a otros miembros del equipo y dejarlos en manos del sistema a la espera de que se coloquen correctamente cuando les devuelves el esférico. En una ocasión, el futbolista no se movió hacia donde quería cuando me aproximaba al área grande, pero en términos generales, la experiencia fue satisfactoria. En otro momento, jugando contra la máquina, Paul Pogba, de Juventus, tomó el balón de volea en el área grande luego de un servicio de 30 metros y lo colocó en el ángulo. Lo menciono porque me pareció un tanto exagerado de parte de la inteligencia artificial vapulearnos de esa forma. No es como si eso ocurriera continuamente, pero pensé que valía la pena traerlo a colación.

Un aspecto más que quiero comentar del lado de la inteligencia artificial y que de hecho compartí con la gente de Konami fue el del arbitraje. Me dio la impresión de que buena parte de las barridas a destiempo eran sancionadas con tarjeta roja. Estoy consciente de que el reglamento indica que, cuando ocurre por la espalda, ésa es la forma de proceder, pero apenas el lunes 23 de junio, Rafael Márquez de México derribó a un jugador croata por la espalda en una descolgada y fue sancionado con tarjeta amarilla, en una apreciación arbitral que, desde mi perspectiva, fue acertada. No todas las barridas son iguales, aún cuando sean faltas y ese criterio hace falta en PES 2015.

Obviamente los gráficos son de primer nivel. Decimos "obviamente" porque el año pasado, la serie dio un salto visual cuántico, ése no fue el problema. La nueva entrega no es un paso al frente de esas dimensiones, pero aprovecha los recursos extra del PS4 para desplegar asombrosa iluminación, texturas, pasto tridimensional y gestos... ¡Oh, los gestos! Los jugadores manifiestan sus emociones con una naturalidad e intensidad superiores a los de cualquier otro exponente del género deportivo, lo que va de la mano con la cámara que brinca cuando la gente se emociona en el graderío por una anotación. A propósito de esto, uno de los representantes de Konami me dijo que, una vez que el título debute, habrá más modelos de público, que ya de por sí luce sobresaliente.

Queda claro entonces que PES 2015 volverá a transmitir esa dosis de atmósfera que sólo esta franquicia ha sido capaz de proyectar durante los últimos años. Mi única queja en el ámbito visual —y lo manifesté a los desarrolladores ahí presentes— es que el fútbol de este título es excesivamente limpio (quizá siempre lo ha sido) y eso puede llegar a restarle credibilidad. Hace falta ese tramo de césped maltratado, esa mancha en el uniforme o esa parte vieja del estadio. No es un problema grave... vaya, en realidad ni siquiera es un problema como tal, pero la gente de Konami concedió que su representación del futbol resulta tal vez demasiado inmaculada.

Permanece cierta rigidez en la manera como se mueven los jugadores en esta entrega. Parece como si los futbolistas hubieran pasado mucho tiempo en sillas ortopédicas y algunos movimientos finos en el braceo o la forma como se incorporan al caer, expone el zurcido entre las animaciones… En otras palabras, hace falta flexibilidad, pero esto no afecta en lo absoluto la experiencia de juego.

Un detalle a favor y que para mí también cuenta es el de la presentación. No pude explorar todos los menús porque sólo se podía jugar con 2 equipos (Bayern Münich y Juventus), pero resultó evidente que Konami puso énfasis en una presentación más limpia y moderna: conservó el sistema táctico con cursor que siempre hemos elogiado. En 2014, los menús honestamente parecían sacados de una presentación de Power Point, lo que exhibía falta de tiempo en el desarrollo.

Para mí, lo verdaderamente sobresaliente fue que pude disfrutar el juego, algo que con tantos cambios e inconsistencia no siempre fue el caso en nuestras pruebas tempranas de PES 2014.

La cereza en el pastel fue que al terminar de jugar nos abordaron con un extenso formulario entregado por representantes de Konami, donde me cuestionaron hasta en el mínimo detalle: cuál había sido mi impresión del juego, cómo veía el futbol cuando estaba en casa, qué tan fácil había sido quitarme a los rivales, con qué frecuencia había podido hacer esto o aquello e incluso pude dejar mis impresiones generales por escrito con libertad. Mientras redactaba los comentarios que por muchos años había querido hacer a los desarrolladores, una ejecutiva de Konami agradeció las observaciones, en vez de enfadarse por las críticas.

Mi sabor de boca al dejar el booth de la compañía fue satisfactorio. El juego parece haber mejorado (no puedo decirlo categóricamente porque pasé con él pocos minutos). Es una experiencia más responsiva y visualmente pulida, pero al margen de ello, existe una actitud de apertura por parte de los desarrolladores que francamente me dejó boquiabierto. Es una postura que tiene que conducir a buenos resultados tarde o temprano.

No sé si lo que compartí con Konami servirá de algo; si están de acuerdo con mis impresiones o si harán cambios con respecto a ellas, pero honestamente me sentí honrado y humilde de que un estudio tomara en cuenta así a su audiencia. Por otra parte, me da la impresión de que PES 2015 se perfila para ser lo que la entrega del año pasado no pudo: un simulador de futbol con gráficos sobresalientes, pero igualmente preciso, limpio y actualizado en términos de presentación.