FIFA Soccer 13 PlayStation 3

Acudimos a las oficinas de Electronic Arts para ponerle las manos encima a FIFA 13 por primera vez, y nos encontramos con la experiencia de futbol absolutamente responsiva y libre a la que estábamos acostumbrados, pero ahora con ajustes tando de jugabilidad como estéticos que, si bien no tan trascendentes como en años anteriores, se perfilan para hacer de la iteración de este año un nuevo éxito, confirmando de paso, el campeonato en el género futbolero.

Primero lo primero. Probamos un build alfa con 75% de avance en el cual todavía prevalecían algunas anomalías gráficas propias de una versión sin terminar, y aún no estaban listos ni los nuevos comentarios en castellano con Fernando Palomo, Ciro Procuna y “El Matador” Kempes, ni los atributos Kinect. Otro detalle: los penales siguen funcionando con barra de poder, por si se lo preguntaban.

Ya que dejamos eso de lado, damos paso a la presentación. Este año el balón y por supuesto Leo Messi se perfilan como los dos conceptos en torno a los cuales girará el diseño gráfico. El menú principal y sus categorías son similares a los de años anteriores, pero de fondo hay una pelota traslúcida que se expande o contrae dependiendo de la selección de algún modo de juego, con la aparición intermitente de imágenes del astro argentino. De ahí en fuera, todo lo relacionado con el aspecto fuera de la cancha tiene ligeros cambios que son más de corte estético que funcional. Lo mismo aplica a la interfaz táctica, que permanece tan rígida como siempre, aunque igual, con alguno que otro cambio visual.

Una vez que nos dispusimos a jugar un partido amistoso, notamos la primera novedad importante. Ahora, en vez de practicar con libertad durante las pantallas de carga, ya fuera tirando o atajando, FIFA 13 pondrá ejercicios. En otras palabras, continuará siendo una especie de entrenamiento, pero más formal, con conos y objetivos a cumplir que darán puntos de experiencia. Por ejemplo, tuvimos tiros a los ángulos con dianas en las esquinas de la portería donde la meta era acertar en el centro sin salirse de una determinada área de cobro, o disparos de castigo, pero en vez de una barrera había una pila de cajas; en fin, dinámicas como las que pondría un entrenador, que en cierta forma le dan más sentido a la práctica.

Antes que arranque el cotejo, volveremos a ver una especie de introducción de corte televisivo en la cual aparecerán las principales figuras de cada equipo haciendo jugadas importantes, pero rediseñado: con el logotipo de cada escuadra sobre el mismo balón cristalino que mencionamos antes.

Una novedad más fue que al entrar en la cancha los equipos fueron escoltados por un grupo de camarógrafos que los estuvieron grabando durante toda la ceremonia protocolaria previa al comienzo del partido y los jugadores también posaron para la tradicional foto.

De inmediato advertimos un retoque al sombreado y texturas en los rasgos faciales y uniformes de los futbolistas, con lo cual lucen mucho más parecidos a sus contrapartes reales, al menos en el caso de escuadras de renombre como Barcelona, Real Madrid, la selección española, argentina o alemana. Este había sido un punto débil de la presentación desde hacía ya varios años y se nota que EA le prestó más atención al introducir además otros detalles de adorno, pero que sirven para ambientar, como la presencia de los entrenadores dando gritos e indicaciones en las bandas y suplentes calentando en la cabecera de la cancha, quienes celebran si su equipo anota. Por su parte, la afición en el graderío parece gritar más que antes, así que en términos generales y luego de pedirlo por varios años, todo apunta a que por fin se tomaron medidas para inyectarle pasión y alma a la franquicia, no sólo una jugabilidad depurada y eso que, como dijimos, las nuevas narraciones todavía no estaban presentes.