Review

Warhammer 40,000: Boltgun

Un shooter digno del emperador
LEVELUP 8 Bueno

PROS:

Los controles son responsivos y es satisfactorio utilizar tu arsenal

Excelente dirección artística y diseño sonoro

Las arenas de combate incentivan priorización de objetivos y posicionamiento

El balance de dificultad se está bien calibrado para diferentes niveles de habilidad

No tuvimos problema con el rendimiento del juego

La banda sonora te impulsa a seguir purgando herejes, en nombre del emperador

CONS:

La forma de presentar diálogos durante momentos de acción hace que te pierdas puntos clave de la historia

La efectividad de las habilidades es inconsistente: a veces destruirás todo lo que se te ponga en el camino, otras te preguntarás si siquiera apretaste el botón

En algunas situaciones, el uso de los power ups afecta negativamente porque se elimina el audio del juego

Quienes busquen completar 100% el juego requerirán una guía o mucha paciencia porque no hay manera de revisar estadísticas de nivel en medio de la partida

Las expectativas por Warhammer 40,000: Boltgun eran altas. Tenía que hacerle justicia a la IP preferida de Henry Cavill y debía destacar en el mercado de un género que se aproxima a la saturación. Actualmente, no basta con entregar una buena experiencia, es necesario mostrar identidad y alma propia para llamar la atención de los jugadores que sólo esperan la siguiente dosis de dopamina.

En este sentido, nos complace reportar que, efectivamente, Warhammer 40,000: Boltgun hace bailar a los químicos felices de nuestro cerebro. ¿Listo para purgar herejes en nombre del emperador? ¡Quédate con nosotros, que enseguida te contamos qué nos pareció Boltgun!

Las condiciones cambian; la misión, no

Desarrollado por Auroch Digital, Warhammer 40,000: Boltgun es un shooter en primera persona al estilo retro —conocidos con cariño como Boomer Shooter—, que promete una campaña frenética llena de acción y sin pausas, que viene acompañado de un arsenal con poderes destructivos al puro estilo de Warhammer. Uno de sus primeros aciertos es la premisa ad hoc al género: tomas el control de un Space Marine quien, después de una tragedia, es el único sobreviviente para hacer frente a las numerosas fuerzas del Chaos.

El apartado visual entrega de inmediato una impresión positiva. Claramente, el juego vive en un espacio tridimensional, sin embargo, el diseño de arte comunica una sensación de la vieja escuela, casi retro, a través de sus parajes pixelados, modelos que pasarían como voxeles y sprites de enemigos y objetos interactivos con un pixelart legible y detallado.

Durante la campaña, más de una vez nos detuvimos a mirar las vistosas arenas de combate para percatarnos de la escala de los lugares donde nos encontramos. El choque de arquitectura gótica con diseño utilitario e industrial del universo de Warhammer es impresionante bajo esta óptica retro.

"... y los enemigos convirtiéndose en pulpa mientras pasamos encima de ellos hacen de Boltgun una delicia."

Asimismo, el trabajo de animación en los sprites de tu armamento, enemigos y demás inconveniencias en tu camino es impactante. Tenemos que aplaudir el trabajo de Auroch Digital para detallar todo su trabajo y ofrecer variaciones de enemigos que, aún en momentos dentro del caos del combate, son claramente visibles; aspecto importante porque te permite tomar decisiones y priorizar objetivos, sin que te pierdas el espectáculo del gore pixelado, que llena de partículas y trocitos de enemigos tu pantalla. Un verdadero deleite visual.

El cuidado a los detalles es consistente durante los 3 episodios del juego, cada uno con su estilo propio y paleta de colores particular. Esto logra una inmersión visual que, aunque no sea realista, te transporta a tu armadura de Space Marine para purgar a diestra y siniestra las fuerzas del Chaos. ¡Que mueran todos!

¡Por el Emperador!

La fantasía de inmersión se complementa con la movilidad del personaje, que sin problema podemos describir como un tanque con patas. Y lo decimos de la mejor manera posible. La velocidad del personaje es endemoniadamente alta, pero tiene matices, como la inercia de tu personaje y el cambio en su aceleración al modificar la dirección (recuerda que eres un soldado del espacio que pesa más de 400 kg). Esto se combina con tu Espada Sierra y la acción de embestir todo lo que se te ponga enfrente; simplemente diremos que nos hizo sentir como toro en tienda de antigüedades.

La sensación es sumamente poderosa. El “thump” seco y fuerte de las pisadas de nuestra armadura, el movimiento de cámara cada vez que comenzamos a correr y los enemigos convirtiéndose en pulpa mientras pasamos encima de ellos hacen de Boltgun una delicia. No importa si buscas secretos ocultos por el mapa, tomas fotos para tu WarStagram o estás en medio de una purga ejemplar contra el hereje que osa ponerse frente a ti, todo suma a la sensación de inmersión y poder.

"El choque de arquitectura gótica con diseño utilitario e industrial del universo de Warhammer es impresionante bajo esta óptica retro"

La manera en que se desenvuelven los niveles tiene un balance saludable entre combate en pasillos y elevadores, y culminan con trifulcas dramáticas en arenas gigantes donde abundan munición, salud, armaduras y power ups. Siempre que llegábamos a estos lugares y veíamos los pasillos y plataformas llenas de íconos voladores nos deteníamos un segundo para tronar nuestros dedos en anticipación a la limpieza de herejía que estábamos a punto de ejecutar.

La dificultad de las peleas es, generalmente, justa; sólo unas veces en la campaña sentimos picos de dificultad, y ninguna fue suficientemente brutal o injusta, como para frustrarnos. En otras palabras, la dificultad que elijas hará de Boltgun una fantasía de poder destructiva o un reto bien calibrado que te exige que hagas buen uso de tu arsenal, habilidades y manejo de recursos en las arenas de combate.

La mayoría de Boltgun jugamos con mouse y teclado, pero también revisitamos el primer episodio con un control. Debido a que es un shooter retro, teníamos dudas, pero nos da gusto reportar que la experiencia con un control tradicional es buena porque ayuda a apuntar para seguir nuestros objetivos en pantalla sin restar emoción o reto. Es decir, sin importar tu control de juego, la experiencia es desafiante, fluida y pasa sin contratiempos.

El Emperador provee

Casi todas las herramientas de destrucción en Warhammer 40,000: Boltgun son similares a las de otros juegos del género, sin embargo, tienen identidad y propósitos propios. Algo a destacar es que en ningún momento sentimos que alguna pieza del arsenal fuera redundante o poco útil, aun cuando estuviéramos escurriendo municiones hasta por los oídos. Por mucho, nuestra herramienta favorita debe ser la Meltagun, una escopeta antiarmadura que, además de atravesar enemigos, derrite todo a su paso. Esta arma, junto con el Grav-Cannon (la BFG 9000 de Boltgun), son lo más cercano a un botón de “Borrar a todo de la faz de la Tierra” que tendrás en este juego.

Tomando una página de DOOM: Eternal, notamos que Boltgun te recomienda usar ciertas armas, dependiendo de los tipos de enemigos que estés enfrentando. A lo largo del juego, notarás que cada pieza de tu arsenal y los enemigos tienen un número de poder asignado; por ejemplo, puedes usar tu escopeta de “Nivel 3” para matar a un enemigo “Nivel 5”, pero estarás gastando munición de más y perderás tiempo que puedes utilizar para adelgazar la horda de monstruos del Chaos que se avecina. Ten en cuenta que, a menos que encuentres un pick up en especial que mejore tu arma equipada durante el resto del nivel, estos números son constantes durante la campaña; tómalo como una guía, en caso de que sientas que no estás haciendo suficiente daño.

"La experiencia con un control tradicional es buena porque ayuda a apuntar para seguir nuestros objetivos en pantalla sin restar emoción o reto."

En las dificultades más altas Boltgun exige que uses de manera correcta todo tu arsenal, además de que hagas una lectura rápida de amenazas. Por ejemplo, un dolor de cabeza constante durante nuestra experiencia fueron los Aspiring Champion, un tipo de enemigo que acorta rápidamente su distancia para destruir con ataques cuerpo a cuerpo; cualquier arma de igual o menor nivel es poco efectiva contra ellos, pues además de que es difícil aturdirlo lo suficiente para matarlo antes de recibir daño, tiene alta probabilidad de revivir apenas logras deshacerte de él. La solución es hacerlo trocitos en cuanto la barra de salud llegue a cero. Si no hay cuerpo que reanimar, este campeón no tiene cómo seguir hostigando.

El resto de los enemigos siguen una línea parecida. Mientras algunos se convierten en un rocío rojo a la menor provocación, otros requieren creatividad y eficacia; de cualquier manera, nada es más satisfactorio que deshacerte de la gran cantidad de combinaciones y enemigos que el juego arroja mientras te abres paso por la campaña.

"Rara vez sentimos que los enemigos fueran unas “esponjas de balas."

Queremos destacar que, al revisitar niveles en diferentes dificultades, notamos que la diferencia está en la cantidad de enemigos y su posicionamiento en el mapa. La solución nos gustó porque no tomaron la salida fácil de simplemente subir o bajar la cantidad de castigo que pueden recibir los enemigos, e indudablemente, eso contribuye a que el combate se sienta balanceado y divertido durante toda la campaña (rara vez sentimos que los enemigos fueran unas “esponjas de balas”).

Este arsenal, como el resto del juego, es elevado por su diseño de audio. Todas las armas tienen un sonido que reverbera en tus audífonos, así que el resultado es una satisfacción constante cuando llueven proyectiles, bolas de plasma y granadas contra todas las fuerzas del caos, cuyas elecciones en la vida fueron… inadecuadas.

Hasta en los más devotos, hay herejía

Nuestra experiencia con Boltgun fue mayormente positiva, pero algunos detalles hicieron que nos rascáramos la cabeza. Por ejemplo, a veces, el funcionamiento de la embestida no era del todo claro y nos costó varias muertes cuando quedamos como payasos flotando en el aire después de presionar el comando. Al analizarlo, nos dimos cuenta de que usar esta habilidad en cualquier superficie inclinada o con cualquier objeto en medio de lo que queríamos atropellar detiene en seco el movimiento. A medida de que avanzamos en la campaña dejamos de utilizarla porque su funcionamiento es inconsistente, por lo menos en el momento de escribir esta reseña.

También tuvimos que revisar las capturas que tomamos para entender mejor la historia, ya que durante el juego los diálogos aparecen en la esquina superior izquierda y es complicado atenderlos en medio del combate. Con excepción de las cinemáticas, Boltgun no tiene actuación de voz, así que es muy fácil terminar capítulos sin entender exactamente qué está sucediendo con la historia.

Otra cosa que nos llamó la atención fue nuestra conducta al encontrar ciertos power-ups en las arenas. Nos dimos cuenta de que dejamos de tomarlos durante el combate después de percatarnos de que, en muchos casos, nos perjudicaban más que ayudarnos. En el caso de la mejora de daño, por ejemplo, notamos una pérdida de calidad en el audio dentro del juego, como si estuviéramos debajo del agua, además de un tinte rojo en la pantalla que dificultaba la visión. Estos 2 efectos combinados hacían más molesto que gratificante tomar esas habilidades temporales. Si bien los tomábamos para aumentar nuestras estadísticas de secretos encontrados, generalmente esperábamos hasta que terminara la pelea para tomar notas o ir a buscar café.

"Es el mejor shooter en primera persona de Warhammer hasta la fecha."

Hablando de secretos, tenemos que admitir que nuestro instinto completista se sintió un poco decepcionado. Por un lado, la mayoría de los secretos son relativamente fáciles de encontrar; pero por otro lado, no hay forma de revisar el porcentaje de muertes o número de secretos encontrados durante la partida. Esto quiere decir que, si en un nivel hay 8 secretos y encontraste 7, no tendrás forma de saber que te falta uno hasta que lo termines. Tendrás que recordar y llevar la cuenta cuando repitas niveles para encontrar todos los secretos, necesarios para sacar 100% de los logros. Aunque es una queja pequeña, nos gustaría ver una actualización que permita revisar esas estadísticas durante el juego; quizá en una especie de New Game Plus o algo por el estilo.

Dicho esto, mientras que algunos de esos problemas son un poco molestos, ninguno es suficientemente frustrante como para dejar de recomendar Boltgun. El núcleo del juego y todas las piezas que lo rodean funcionan para entregar una experiencia pulida y bien calibrada.

¡POR EL EMPERADOR!

Warhammer 40,000: Boltgun es una experiencia explosiva y llena de carisma que nos mantuvo con una sonrisa en la cara durante toda la campaña. Si bien no es un juego perfecto, creemos que es el mejor shooter en primera persona de Warhammer hasta la fecha.

Mientras que Boltgun lleva a flor de piel sus orígenes e inspiraciones, llamarlo un simple clon de DOOM sería reduccionista. Estamos hablando de un juego que, además de destacar en lo que ahora es una avalancha de boomer shooters (de la cual no podríamos estar más emocionados), tiene el potencial para introducir a más personas al género porque está en múltiples plataformas y la IP de Warhammer es muy conocida. Si hay que elegir a alguien que cargue ese estandarte por ahora, nos alegra ver que el trabajo de Auroch Digital rinda frutos. ¿Mencionamos que ésta es su primera vez desarrollando un FPS? En fin, toma tu sierra sagrada para cobrar venganza por tus hermanos. ¡POR EL EMPERADOR!

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